Fue uno de los actores jóvenes más aclamados y un ídolo entre las fans en los ochenta y los noventa. Val Kilmer llegó a lo más alto casi sin quererlo, pero la fama lo atrapó y lo encumbró hasta que su carrera empezó a torcerse. Ahora, ya desde hace algunos años, vive alejado del foco mediático y luchando contra las secuelas de un terrible cáncer de garganta.

Kilmer se vio sorprendido en 2014 por el peor de los enemigos posibles: el cáncer. En Nashville, durante la gira que estaba realizando aquel año con su espectáculo ‘Citizen Twain’ -uno de los grandes proyectos de su vida y en el que estuvo trabajando 20 años-, descubrió un bulto en su garganta.

La noche anterior a aquel descubrimiento ya sucedió algo que no cuadraba. “Una noche, de repente, me desperté vomitando sangre que cubrió la cama como si se tratara de una escena de 'El Padrino'”, escribió Kilmer en ‘I’m your Huckleberry’ (sus memorias), según publicaba la revista People.

Tras varios exámenes médicos, le diagnosticaron cáncer de garganta, algo que, en un primer momento, negó a su comunidad de seguidores, pero que, finalmente, acabó confirmando una vez que comenzó con el tratamiento para vencer la enfermedad.

Aquel momento fue crucial para Val Kilmer, no por salvar su vida, sino también por sus creencias religiosas. Y es que el actor es seguidor de la Ciencia Cristiana, fundada por Mary Baker en Boston en 1879, una ‘religión’ que sostiene que la oración es más efectiva para la curación física cuando no se combina con la medicina, lo que chocaba frontalmente con el tratamiento al que debía someterse.

Por suerte para Kilmer, su familia le persuadió para someterse al tratamiento contra el cáncer de garganta. Sus hijos, Jack y Mercedes Kilmer, y su entonces esposa y madre de ambos, Joanne Whalley, nunca siguieron sus pasos en la Ciencia Cristiana y le convencieron.

“Simplemente no quería experimentar su miedo, que fue profundo. (…) Hubiera tenido que irme pero simplemente no quería estar sin ellos”, explicó Kilmer a The New York Times, insinuando que fue su familia quien lo instó a buscar ayuda médica.

Val Kilmer ha destacado también en sus memorias la importancia a la hora de superar el cáncer de su exnovia Cher. Fue ella quien lo acompañó al hospital el día en que vomitó sangre. La cantante y actriz fue quien llamó a la ambulancia. “Nos reímos a carcajadas hasta que me callaron con una máscara de oxígeno”, recuerda.

Finalmente, Val Kilmer se sometió a quimioterapia y radioterapia, tratamientos con los que consiguió vencer al cáncer, pero que, por contra, hicieron que perdiera su voz para siempre tras hacerle una traqueotomía.

Ahora, Kilmer se ve obligado a hablar llevándose la mano a la garganta para apretar un botón con el que poder comunicarse. "No puedo hablar sin tapar este agujero. Tienes que elegir entre respirar o comer. Es un obstáculo que está muy presente", ha reconocido el propio actor en su documental ‘Val’.

Su actual situación, sin embargo, no ha impedido a Val Kilmer seguir apareciendo en películas y series, dentro de sus limitaciones, eso sí.

La última ha sido precisamente su aparición en ‘Top Gun: Maverick’, la secuela del gran éxito de los ochenta que le hizo saltar a la fama, haciendo de nuevo el papel de Iceman, aunque sea de forma fugaz.

“No solo contacté con Tom y los productores, sino que he creado escenas desgarradoras con Iceman. Fue genial”, ha confesado el actor en sus memorias, que contó con el apoyo incondicional de Tom Cruise para contar con él en la película.

Tras el estreno de ‘Top Gun: Maverick’ en el Festival de Cannes 2022 y haciéndose eco de la gran ovación de cinco minutos que recibió la película por parte del público, Kilmer escribió en su cuenta de Instagram: "Estoy abrumado al ver el amor y el aprecio por 'Top Gun'. Me siento muy bendecido".

Val Kilmer nació en Los Ángeles en 1959 en el seno de una familia que ya pertenecía a la Ciencia Cristiana. Estudió incluso en una escuela de la organización hasta la Secundaria y fue al mismo instituto que el también actor Kevin Spacey, donde comenzó a dar rienda suelta a su pasión por la interpretación.

Su popularidad llegaría de la mano del teatro, en Broadway, con la obra ‘Slab Boys’ en la que aparecía junto a otros dos actores que han hecho historia en el mundo del cine: Kevin Bacon y Sean Penn.

De sus inicios en la gran pantalla no se pueden olvidar grandes éxitos como la comedia ‘Top Secret’ (1984); el papel con el que dio el salto definitivo al estrellato de Hollywood, ‘Top Gun’ (1986), de Tony Scott; la maravillosa ‘Willow’ (1998); o su interpretación de Jim Morrison en ‘The Doors’ (1991), de Oliver Stone.

En 1995 fue elegido para interpretar al hombre murciélago en ‘Batman Forever’, de Joel Schumacher y, al día siguiente de acabar del rodaje -tal y como explica en su documental ‘Val'-, empezó a trabajar en ‘Heat’, a las órdenes de Michael Mann y mano a mano con Robert de Niro y Al Pacino.

Estos títulos más otros como 'Amor a quemarropa' o 'Tombstone' fueron una muestra de cómo Val Kilmer se había convertido en uno de los actores más cotizados de Hollywood, aunque no todo era del color de rosa…

Por aquella época, al actor ya se le conocía como 'Psycho Kilmer' debido a su carácter en los rodajes. Sus compañeros, directores y el equipo de producción en películas como ‘Batman Forever’, ‘El Santo’ o ‘The Doors’, tuvieron que sufrir sus ataques de ira y desplantes, según publicaba Entertainment Weekly.

A Val Kilmer le denunció una actriz por agresión en una audición y un miembro del equipo de rodaje de una de sus películas por quemarle la cara con un cigarro. Y hubo directores que no hablaron muy bien sobre él, como Joel Schumacher, que aseguró que “es el ser humano más perturbado psicológicamente con el que he trabajado”, o John Frankenheimer, quien dijo:"nunca escalaré el Monte Everest y nunca volveré a trabajar con Val Kilmer”.

Estas actitudes les fueron alejando de grandes proyectos cinematográficos y, con ello, vino una crisis económica y personal. Y a ello hay que sumar que la película ‘La isla del doctor Moreau’ (1996), además de ser un fracaso en taquilla, fue un gran revés en la carrera de Val Kilmer.

La crisis económica de 2008 le tocó también de lleno. Perdió la mayor parte de su rancho de 25 kilómetros cuadrados en Nuevo México -estado donde amagó con postularse a gobernador en 2010- y a ello se sumó una carrera en decadencia, su divorcio de Joanne Whalley y, finalmente, el cáncer.

En 2020 salió a la luz ‘I’m your Huckleberry’, su libro de memorias, que se convirtió en un best seller durante la pandemia de la Covid-19 y en el que cuenta gran parte de estas historias de su carrera, tanto buenas como malas…

Un año después, en 2021, se estrenó ‘Val’, un documental de Ting Poo y Leo Scott sobre la vida de Kilmer con imágenes nunca vistas -algunas de ellas grabadas por el propio actor- que hacen un recorrido por los 40 años de su carrera, mientas su hijo Jack pone voz a su padre.

En la imagen: sus hijos, Mercedes y Jack, en una de las presentaciones del documental.

En estos últimos años le hemos podido ver en películas como ‘Song to Song’, ‘El muñeco de nieve’ y 'The Super' (las tres estrenadas en 2017). O en la comedia francesa ‘1st Born’ (2018) y ‘The Birthday Cake’ (2021) justo antes del regreso de Iceman en ‘Top Gun: Maverick’.

En lo personal, Kilmer asegura que lleva 20 años sin pareja y en sus memorias asegura que Daryl Hannah, con quien mantuvo un romance en 2001, fue la mujer de su vida. “Supe que la amaría siempre y todavía estoy enamorado de Daryl”, asegura el actor.

A sus 62 años, no sabemos cuál será el futuro que deparará a Val Kilmer, pero seguro que seguirá ligado al mundo del cine mientras le queden fuerzas y, luchando día a día, por vivir bajo las secuelas de aquel fatídico cáncer…