El mundo de las relaciones amorosas siempre ha sido un terreno lleno de misterios y consejos de todo tipo. Entre tantas teorías, consejos y cábalas, surge una regla que se ha ganado su lugar en el panteón de la sabiduría amorosa: la "regla de los tres meses”.

Bueno, como su nombre lo sugiere, implica esperar tres meses antes de tomar decisiones cruciales en una relación. ¿Y cuáles son esas decisiones? Sigue leyendo y descúbrelas…

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Algunos consideran que tres meses es un tiempo arbitrario y que cada relación tiene su propio ritmo. Después de todo, ¿quién puede ponerle límites al amor y al tiempo que necesita para florecer? No todos están de acuerdo con esto.

En el complicado mundo del amor y las relaciones, parece que siempre hay alguien dispuesto a imponer plazos y reglas como si fueran mandamientos sagrados. Desde el momento en que te despiden con un "nos vemos pronto" al final de una cita, comienza el bombardeo de preguntas: ¿Cuánto tiempo deberías esperar antes de llamar? ¿De visitar su hogar? ¿De dar el gran paso hacia la intimidad física?

... ¿cuánto tiempo deberías esperar antes de presentar a tu nueva pareja a tus amigos? ¿o a tus padres? ¿cuándo es el momento adecuado para pronunciar esas palabras mágicas: "Te amo"?

Algunos podrían decir que es el tiempo suficiente para ver más allá de las primeras impresiones y descubrir si la chispa inicial se convierte en una llama duradera. Otros lo ven como el período necesario para que los nervios del inicio se disipen y la verdadera personalidad comience a emerger.

Tomar tiempo durante la fase inicial de una relación es clave", explica la terapeuta de parejas Linda Carroll. Según ella, este período de 'fusión' puede nublar el juicio, llevando a compromisos poco sabios a largo plazo. Es fundamental proceder con calma y reflexión para tomar decisiones importantes.

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Al principio la pasión, pero es importante no apresurarse demasiado, evitando arruinarlo todo.

Mantener una visión realista en las relaciones es fundamental para garantizar una perspectiva equilibrada y saludable. Pero ¿Cómo hacerlo? Te lo contamos…

Los límites permiten que ambas partes se sientan seguras, respetadas y escuchadas, al mismo tiempo que les permiten expresar sus necesidades y deseos individuales. Según la coach y terapeuta Fanny Huleux, es importante abordar las siguientes preguntas: ¿Cuáles son mis valores fundamentales como individuo y en la pareja? Identificar mis necesidades y los aspectos en los que no se pueden hacer compromisos, compartir estas respuestas con mi pareja, mantener la flexibilidad y una comunicación abierta.

“Lo ideal es comenzar por comprender la lógica o los valores del otro, luego hablar de uno mismo, de sus necesidades, sentimientos y, sobre todo, proponer soluciones”, indica Frederic Fanget: Psiquiatra y Especialista en Relaciones de Pareja en un artículo publicado por ELLE.

Ya sea en una cita con un futuro compañero o con tu pareja de muchos años, es importante poder hacer preguntas. De hecho, las preguntas te permitirán demostrar el interés que tienes en tu interlocutor, pero también te ayudarán a conocer más sobre sus gustos, opiniones y deseos.

Durante este período, es crucial estar atentos a señales preocupantes como celos, posesividad o impulsividad.

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Es una oportunidad para tener una mirada imparcial de la relación y encarar el futuro con serenidad junto a tu pareja.

No necesitas tres meses para darte cuenta si alguien no es adecuado para ti, pero tampoco debes sumergirte por completo en la relación en ese período. Así lo enfatiza Krystal Mazzola Wood, terapeuta de parejas y familia, para Well and Good.

Los manipuladores pueden mantener ocultos sus verdaderos comportamientos o identidad durante períodos prolongados, que van más allá de tres meses.

Esta fase de evaluación se ve influenciada por diversos factores y enfatiza la importancia de ser prudente y escuchar tus propias sensaciones, tu instinto. Es una regla esencial por derecho propio, pero no está limitada por ningún calendario.

La decisión, como en toda buena relación, queda en manos de los involucrados. Después de todo, el corazón y las emociones no se rigen un calendario. ¡Tú eliges!

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