La íntima confesión de Cristina Pedroche

Curioso método

Acudía Cristina Pedroche a 'El Hormiguero' de Antena 3 para hablar de la segunda temporada de 'Love Island' (sí, aquella que no termina de remontar, por cierto) y allí se producía la confesión: utiliza el sexo como medicamento.

(Foto: El Hormiguero / Antena 3)

Todo despejado

"Si estoy muy congestionada", decía la presentadora de Atresmedia, "y tengo una buena relación sexual, pues se te queda todo limpio y despejado".

(Foto: El Hormiguero / Antena 3)

Otra manera

"Yo no soy médico", le respondía un Pablo Motos emocionado y preparando el chascarrillo, "pero creo que el Vicks VapoRub no se frota así".

(Foto: El Hormiguero / Antena 3)

Mejor que cualquier medicamento

Respuesta del presentador de 'El Hormiguero' que provocaba las risas de Cristina Pedroche que devolvía así: "Es mucho mejor tener sexo que echarse Vicks Vaporub".

Más confesiones

Pero esta no ha sido la única confesión personal que hacía la Pedroche en 'El Hormiguero'. Aún había más. Al parecer, la también colaboradora de 'Zapeando' cree en la energía de los objetos y la utiliza de una particular manera.

Pedroche y las energías

"No soy maniática ni supersticiosa, o eso creía hasta que pasan tonterías que me hacen recapacitar", decía ante un atento Pablo Motos.

Todo por un collar

Al parecer, la de Vallecas asegura que su madre le regaló un collar que, aunque pensaba ponérselo para su entrevista en 'El Hormiguero', decidió no llevar a última hora por miedo a que le diera mala suerte.

En otro momento, mejor

"Yo no puedo llevar, por vez primera, un collar a un sitio si no sé qué energía trae", contaba la presentadora. "Me lo pondré en otra ocasión para ver cómo me va".

Cuestión de energías

Algo parecido aseguraba la presentadora le pasaba con los bolígrafos: "Si lo coge una persona menos inteligente que tú, se lo prestas y luego te lo devuelve, te puede pasar la tontuna".

Cuando hacía exámenes

Al parecer, en su época estudiantil, Cristina Pedroche siempre hacía los exámenes acompañada de muchos bolis. Eso sí, si alguien le pedía uno y ella intuía que esa persona podía sacar menos nota que ella, directamente le regalaba el bolígrafo.

Todo tuyo

"No, gracias, te lo regalo. Quédatelo tú", le decía, "no vaya a ser que me pase la mala energía".

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