La ministra de Igualdad Irene Montero ha compartido su propia experiencia con la lactancia materna con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Madre de tres hijos (Aitana, Leo y Manuel) la ministra mostraba una foto del ayer en la que sonreía ante la cámara con un sacaleches al mismo tiempo que recordaba su experiencia.

(Foto: Instagram Oficial Irene Montero)

"Si algo tienen en común todas las experiencias de lactancia que he vivido y compartido con mis amigas estos años", decía Irene Montero a través de sus redes sociales, "es que casi ninguna ha sido como nosotras esperábamos".

(Foto: Instagram Oficial Irene Montero)

"Hemos tenido que aprender juntas y sobre la marcha. Mi primera lactancia, la de Leo y Manuel, fue básicamente esto: un sacaleches doble cada tres horas durante más de tres meses".

"Esa leche era el alimento de Leo y Manuel y lo que sobraba, como hacían otras madres de bebés prematuros, lo donábamos al banco de leche del Gregorio Marañón para otras criaturas. Cuánto le debemos a la sanidad pública, a todas sus profesionales, a Manuel Sánchez Luna".

Recuerda la ministra de Igualdad que "fue una amiga muy querida, que vino a verme el primer día de hospital y no se separó de nosotros, quien consiguió que saliese leche de mi pecho".

"Con ella", dice Irene Montero, "compartí después de muchas otras dificultades y alegrías de nuestras lactancias y nuestras maternidades. Tres meses después, a las semanas de llegar a casa, pasamos a la leche de fórmula".

Una experiencia, la de la maternidad y la de la lactancia, que se repetía pasado un tiempo con la llegada del tercer bebé a casa de Irene Montero y su pareja, el ex líder de Unidas Podemos Pablo Iglesias. "Con Aitana las cosas fueron muy diferentes", apunta.

"Hemos tenido dos años y medio de teta, de la que se despidió ella misma cuando las dos lo decidimos".

Un relato de vida que, en el caso de Irene Montero, termina con un deseo y un camino aún por caminar. "Trabajamos para que todas las mujeres puedan elegir su camino, también, en la lactancia sin culpa ni vergüenza, sin el cuestionamiento de una sociedad que todavía considera que las decisiones sobre nuestros propios cuerpos no son solo nuestras".

"Las decisiones que tomamos sobre la lactancia no nos hacen mejores o peores madres; sobre todo, deberían ser siempre respetadas y deberían contar con el apoyo de una red que sostenga, acompañe y cuide".

Asegura la ministra que "necesitamos hacer más fuerte lo común: mejores permisos de maternidad y de cuidados, la conciliación y la corresponsabilidad, las escuelas infantiles, la sanidad y la educación, la red que hace posibles maternidades diferentes pero sin soledad, decidamos lo que decidamos".

"Nuestra forma de organizar la economía y la vida no puede seguir dando la espalda a la crianza, a los cuidados y al valor del tiempo para vivir, especialmente, para las mujeres".

El (gran) zasca de Pablo Iglesias a Feijóo a propósito de Irene Montero