Dani Martín: "Me he machacado mucho, me he drogado y he mentido"
A través de sus redes sociales, Dani Martín ha desnudado su alma. Lo ha hecho desnudando parte de su anatomía tradicionalmente oculta (su trasero) y firmando un texto en el que habla de sus miedos, sus alegrías y el amor. "El amor a mí mismo", dice el cantante, "a aceptarme como soy".
"Permitirme errores, perdonar, pedir perdón, no depender de nadie ni de nada. Que la autoestima no dependa nada más que de mí mismo".
"Hacer deporte para disfrutar y porque me apetece y no para perder peso. Escoger las canciones que irán en el disco sólo porque me emocionan a componerlas, sin ir al resultado".
"No llenar silencios, escuchar, aprender de otras opiniones. Ser libre, poder cambiar de opinión, no creer que nuestra idea es la válida siempre".
"Trabajar en equipo", dice, también, Dani Martín, "delegar, disfrutar de estar conmigo. No hablar mal de ninguna persona ni criticar, respetar y agradecer. Hacer todo como si fuera lo último que vaya a hacer".
"Hacer sólo lo que me pida el corazón. Cenar y comer sólo con quien me apetece, llamar y escribir sólo a quien me apetece: la familia elegida es la que forma parte de mi día a día y la que me llena, mis padres también".
Dice el cantante que "la educación es la base de todo. Tener capacidad para empatizar, no regalar mis encantos a cualquiera. Que la generosidad sea de manera justa, compartir, reconocer mis defectos y errores, ponerme en el lugar del otro".
"Soy imperfecto, mi cuerpo es el que tengo y no pienso matarme a hacer ejercicio físico por temas estéticos, sólo por salud. Tengo complejos. La droga es un infierno, es de las cosas que más miedo me da en esta vida".
"Soy muy sensible, respeto la tarea, me ha costado mucho estar cerca de mi persona, lo estoy haciendo y consiguiendo".
"Me he machacado mucho, he hecho daño y también me lo han hecho. Me he drogado, he mentido, he sido inmaduro. Me he maltratado, culpado, herido…"
Dice el que fuera cantante de 'El canto del loco' que "he intentado seducir a todo el mundo. Me he emborrachado muchísimas veces. He llorado mucho".
"He sido un adolescente muy ca**** con mis padres. Soy una persona, por eso me han pasado y me pasan todas estas cosas. No soy un póster, ni un ejemplo a seguir, ni un modelo, ni un muñeco, ni una campaña de marketing, ni un producto..."
"Ni el novio perfecto, ni el amante perfecto, ni el amigo perfecto, nada de eso. Soy imperfección constante en trabajo diario de mejora y dándome cuenta de todo eso. 45 años y casi no me conozco: es un gran momento para hacerlo, lo está siendo".
"No quiero ser el de los sermones, son pensamientos en voz alta. Lo que quiero mostrar, lo que soy realmente, lo que no soy. Uno más, una persona que está en busca de la felicidad como puede, como va pudiendo".
"Creo que es de pu** madre trabajar el físico y, aunque ni el cerebro ni las emociones sean músculos, tampoco está de más trabajarlas. Además de mostrar lo buenos que estamos, las vacaciones tan increíbles que vivimos, los planes tan increíbles en los que estamos, sumar otras cosas también está bien".
"Salud mental", dice Dani Martín, "y física. Por supuesto, que cada uno haga lo que quiera en su vida. Yo soy más feliz verbalizando estoy trabajándolo. No es moralina ni me he comido la chispa de la felicidad. Sufro mucho, quiero sufrir menos".
"Que seáis felices sin poner parches... Vamos... O haced lo que os salga del estómago, de la vagina o de los testículos".
Un texto que, por cierto, termina el propio Dani Martín haciendo una escatológica confesión de última hora: "También hago pis en las piscinas, en el mar y en la ducha".
Dani Martín en estado puro, oye.