Cómo reciclar cápsulas de café, pañales y otros objetos
1. Cápsulas de café. Muchas de las empresas que las producen han creado iniciativas de recogida para fabricar compost con los restos de café y reutilizar el material de fuera para nuevos envases. Pero, si quieres reciclarlas tú misma, ábrelas y vacíalas antes de tirarlas: el sobrante de café va al contenedor orgánico (marrón) o de restos (gris) y las cápsulas, al amarillo o de plástico. Por otro lado, ¿sabías que ya existen las cápsulas de café compostables hechas con algas, granos de arroz o cáscaras de fruta?
2. Bombillas. Las únicas bombillas que no se pueden reciclar son las incandescentes tradicionales, todas las demás (halógenas, de bajo consumo y LED) pueden ser recicladas. Eso sí, lo mejor es llevarlas a tu punto limpio más cercano para que sus componentes sean tratados adecuadamente. ¡Prohibido tirarlas al contenedor verde o de vidrio!
3. Pañales. Los pañales desechables no se pueden reciclar, ya que contienen restos orgánicos. Con lo cual, lo ideal sería optar por alternativas reutilizables en tela; así evitaremos que más plásticos acaben en nuestros suelos y mares. Si, aún así, eliges usarlos deberás tirarlos en el contenedor gris (el de restos).
4. Tampones, compresas y copas menstruales. Pasa lo mismo que con los pañales. Aunque se elijan tampones que no contengan plástico, una vez usados, lo más responsable es tirarlos a la basura para posteriormente llevarlos al contenedor gris (restos). Las compresas y las copas menstruales, exactamente igual. De entre estas tres opciones, la más ecológica es la copa menstrual; aunque también puedes apostar por las compresas de tela reutilizables.
5. Aceites. Aunque lo más común es arrojarlo por el fregadero, el aceite de cocinar (oliva, girasol, aguacate...) sí que se recicla; y sirve para fabricar diversos materiales. Una vez usado, espera a que se enfríe y guárdalo en un envase de vidrio cerrado. Después, llévalo al punto limpio. Si el aceite es industrial, cosmético o de motor, sigue el mismo procedimiento pero nunca lo mezcles con el de cocinar.
6. Pilas y baterías. Existen contenedores específicos donde llevar las pilas y baterías usadas para que se les dé un tratamiento correcto. Jamás las tires a otro tipo de contenedor porque, aparte de generar residuos que no se pueden separar, liberan compuestos que contaminan mucho la naturaleza.
7. Bastoncillos de algodón. Al igual que otros productos sanitarios y de higiene, como los discos de algodón, los preservativos o las toallitas húmedas, causan serios problemas si se arrojan al váter. Su lugar es el contenedor gris (el de los residuos que no se pueden reciclar). En el caso de los bastoncillos de algodón, se puede directamente prescindir de ellos y utilizar otros métodos de higiene para limpiar los oídos como paños calientes húmedos o lavativas.
8. Cepillos de dientes. Aunque su material principal sea el plástico, no se trata de envases, por eso no van al contenedor amarillo sino al gris o de restos. Una pregunta: ¿has probado ya los cepillos de dientes de madera, coco o bambú?
9. Tickets y recibos. A no ser que estén hechos de papel térmico como los de fax (en estos casos, sus componentes reaccionan al proceso de reciclaje y pueden causar problemas), los tickets y recibos van al contenedor de reciclaje que les corresponde a su material: el de color azul.
10. Diapositivas. No son plástico: no las tires al contenedor amarillo. Tanto los negativos de las fotos como las diapositivas deben ir al punto limpio. Antes de deshacerte de ellas, piensa que tal vez existan otras alternativas, como donarlas a una tienda de segunda mano o hacer algún tipo de collage creativo para decorar la casa.
11. Tapas de vasos deshechables. Es un tipo de plástico que se puede reciclar, así que, van al contenedor amarillo. Aunque lo que te recomendamos es que te hagas con un vaso 'take away' reutilizable hecho de bambú o silicona y, cuando vayas a pedir una bebida, pidas que te la pongan directamente ahí.
12. Chicles. Los chicles no se reciclan. Lo único que puedes hacer es no tirarlos al suelo (¿sabías que muchos pequeños animales como pajaritos o roedores, pueden quedarse pegados a ellos?) sino a una papelera o, en su defecto, a la basura normal de restos o contenedor gris.
13. Envases de medicamentos. Aunque estén hechos de plástico, aluminio o cartón, los envases de medicamentos vacíos han de llevarse a puntos de recogido especiales como los que normalmente hay en farmacias, hospitales y centros de salud ya que, al estar estos materiales en contacto con las sustancias químicas de las medicinas, pueden reaccionar de un modo peligroso y hasta contaminar enormemente un contenedor entero.
14. Teléfonos móviles. ¿Lo mejor? Llevarlo a un establecimiento de electrónica para que aprovechen al máximo todos sus elementos no dañados. En muchos incluso te hacen descuento en la compra de un nuevo móvil si entregas el antiguo. Otra opción: un punto limpio.
15. Textiles. En algunas ciudades ya existen contenedores específicos para los textiles. Si en la tuya aún no, opta por depositar las telas y ropa viejas en puntos limpios. Eso, si realmente crees que no se les puede dar una segunda vida donándolas o aprovechándolas para hacer paños o customizar otras prendas.
16. Electrodomésticos. Pasa lo mismo con los textiles: los propios Ayuntamientos se encargan de su retirada o bien mediante contenedores especiales (para los electrodomésticos pequeños), o bien mediante servicios de recogida puntuales (camiones que pasan un determinado día de la semana por los distintos barrios de la ciudad). Jamás los tires a la basura o a un contenedor de reciclaje.
18. Cajas de pizza. Seguramente hayas escuchado que, al estar manchadas, las cajas de pizza no se pueden reciclar. ¡Error! Si te aseguras de que no queden restos de comida dentro (sobre todo, de aceite) y están hechas 100% de cartón, puedes tirarlas sin problema al contenedor azul o de papel.
19. Discos de vinilo. Pregunta: ¿estás segura de que quieres deshacerte de esos discos de vinilo antiguos? Piénsalo bien. Si, después de darle una vuelta, la respuesta es sí, llévalos al punto limpio más cercano. El vinilo es un material muy contaminante y, por tanto, debe ser tratado correctamente y no acabar depositado en la naturaleza o mezclado con otros materiales como el plástico.
20. Cajas de madera. Si no las vas a reutilizar, las cajas de madera o corcho que se emplean para la distribución de frutas u hortalizas deben tirarse al contenedor amarillo o de envases.
21. Platos de cerámica. Ni la cerámica ni la porcelana son reciclables: ¡no cometas el error de tirar un plato roto al contenedor de vidrio o verde! Deposítalos en el contenedor gris o de restos.
22. Filtros de café. Al igual que sucede con las cápsulas, ya existen filtros de café hechos con materiales orgánicos y biodegradables; en este caso, los usados irían al contenedor marrón u orgánico o, en su defecto, al gris o de restos. Si los utilizas de papel, al estar manchados, también debes tirarlos a este último contenedor (como las servilletas o discos de algodón).
23. Piezas electrónicas. Es simple, las piezas electrónicas que no sirvan, ya sean cables, enchufes, circuitos o accesorios, han de ir al punto limpio para que se gestionen adecuadamente. También puedes probar a llevarlas a una tienda de electrónica donde, tal vez, puedan aprovecharlas.
24. Juguetes. ¡Dónalos! Hay muchas niñas y muchos niños que los necesitan. Si el caso es que están tan deteriorados que no se puede jugar con ellos, deposítalos en un punto limpio. Aunque (creas que) están hechos en su totalidad de plástico. Porque puedes equivocarte y, además, no son envases.
25. Aerosoles. Si están gastados, puedes y debes llevarlos al contenedor amarillo o de envases. Si crees que aún puede quedar algo de producto dentro, busca una farmacia donde los recojan, que suele ser algo bastante común al igual que sucede con los packagings de los medicamentos.
26. Esmaltes de uñas. Los botes de esmalte vacíos pueden ir al contenedor verde o de vidrio. Los tapones, si son de plástico, al amarillo o de envases. Límpialos bien antes. Y, si aún así todavía hay producto dentro, deposítalos en un punto limpio.
27. Palillos de madera. Hay palillos de metal que pudes lavar y reutilizar. En el caso de que recurras a los desechables de madera, tíralos en el contenedor gris o de restos (la madera es orgánica y biodegradable).
28. Pegatinas. Por desgracia, las pegatinas no se pueden reciclar. Así que prescinde de ellas siempre que puedas (si te las ofrecen, recházalas). Y, si tienes que tirar alguna, arrójala al contenedor gris o de restos.
29. Botes de spray. Vacíalos bien y llévalos al contenedor amarillo o de envases siempre y cuando sean de plástico. Los de recipiente de vidrio, al verde o de vidrio habiéndoles quitado la parte plástica de arriba, que iría al primero.
30. Neumáticos. El caucho de los neumáticos viejos es un material muy valorado que sirve para fabricar nuevos productos tras tratarse debidamente. Entérate de en qué lugar los recogen en tu ciudad y llévalos ahí. Si tienes un jardín, quizás quieras utilizarlos como maceteros para plantar flores y hortalizas. ¡También puedes hacerte un columpio!
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