Pasar de una capital europea a otra en un tiempo récord, a bordo de una cápsula que se eleva en el aire gracias a la levitación magnética, podría parecer algo sacado de una película de ciencia ficción. Sin embargo, este es el ambicioso desafío que ha lanzado la empresa holandesa Hardt Hyperloop.
El Hyperloop, un tren ultrarrápido compuesto por cápsulas propulsadas, viajaría en un tubo de vacío a una velocidad que teóricamente podría superar los 1.000 km/h. Esta tecnología permitiría conectar París con Ámsterdam en solo treinta minutos.
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Este concepto revolucionario fue imaginado por Elon Musk hace más de 10 años. El fundador de Tesla y SpaceX presentó el Hyperloop en 2013 como un "quinto modo de transporte", que se uniría a los automóviles, aviones, trenes y barcos.
Actualmente, varias empresas están trabajando en el desarrollo de esta tecnología en todo el mundo. Entre ellos, Hyperloop Transportation Technologies (Estados Unidos), Transpod (Canadá), Zeleros (España), Swisspod (Suiza) y, por supuesto, Hardt Hyperloop (Países Bajos).
Fundada en 2016, Hardt Hyperloop fue la primera empresa europea que se centró en el desarrollo de un tren Hyperloop. En 2017, sus fundadores, Tim Houter, Mars Geuze, Marinus van der Meijs y Sascha Lamme, formaron parte del primer equipo en ganar el "Hyperloop Pod Competition", una competición organizada por SpaceX para estimular el desarrollo del Hyperloop.
La empresa holandesa con sede en Róterdam trabaja codo con codo con numerosos socios industriales, pero también con la Comisión Europea, especialmente en la regulación de este tren futurista.
En Groninga, Países Bajos, se creó el Centro Europeo Hyperloop para permitir que las empresas de alta tecnología desarrollen la tecnología Hyperloop mediante pruebas a gran escala. El lugar incluye una pista de pruebas equipada con un tubo de acero blanco de 420 metros de longitud.
La primera prueba de Hardt Hyperloop, realizada a principios de septiembre de 2024, se consideró prometedora. Dentro del tubo blanco de 420 m de longitud, el tren cubierto de rayas grises y negras flotaba antes de partir, según informaba Le Parisien.
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En esta primera prueba, la velocidad del tren fue relativamente baja (solo 30 km/h), pero los operadores esperan que alcance los 100 km/h antes de finales de año.
Después de esta primera prueba, Roel van de Pas (en la imagen), director comercial y nuevo CEO de Hardt Hyperloop, afirmó: "Este logro marca un paso clave hacia la realización del Hyperloop en Europa y en todo el mundo".
"Estaremos preparados para transportar pasajeros en un vehículo como este en 2030", afirmó Roel van de Pas.
Según Le Parisien, el siguiente paso de la compañía Hardt Hyperloop será probar el vehículo en condiciones de vacío total, evacuando casi todo el aire del túnel para reducir la resistencia y aumentar gradualmente la velocidad.
Si este tren del futuro consigue existir en algún momento, una de sus principales bazas será su aspecto ecológico. De hecho, el Hyperloop consumiría solo una décima parte de la energía necesaria para el transporte aéreo y un tercio de la necesaria para el transporte ferroviario.
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Además, al moverse en un tubo, el Hyperloop funcionaría de forma totalmente silenciosa, reduciendo así la contaminación acústica en las zonas circundantes.
Para los pasajeros, los precios de los billetes serían similares a los de una compañía aérea de bajo coste, según las previsiones de Roel van de Pas. En definitiva, el Hyperloop europeo podría transportar a unos cincuenta pasajeros, en condiciones comparables a las de un tren moderno, según subraya Le Parisien.
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¿Pero es realmente el Hyperloop un proyecto viable? En los últimos años, varias empresas han sufrido quiebras. La empresa californiana Hyperloop One, propiedad del magnate británico Richard Branson, acabó quebrando a finales de 2023, tras gastar más de 400 millones de dólares en el desarrollo de su proyecto, considerado uno de los más avanzados sobre el Hyperloop.
Aunque la start-up estadounidense Hyperloop TT tenía su sede en una antigua base militar cerca de Toulouse, finalmente renunció a construir la pista de pruebas prometida, según informa L'Express. Lo mismo ocurrió en Limoges, donde la empresa canadiense Transpod tuvo que suspender sus actividades tras encontrarse con dificultades financieras.
"El proyecto Hyperloop puede ser irrealizable, pero siempre encuentra una forma de financiación", afirma Paris Marx, periodista canadiense especializado en tecnología, citado por L'Express. Por ejemplo, tras su fracaso en Toulouse, Hyperloop TT intentará de nuevo llevar a cabo su proyecto en Italia. En 2023, la empresa ganó un concurso para trabajar en un prototipo que une Venecia-Mestre con Padua.
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