Y Yeezy hizo caer a Adidas: malos números para la compañía
Tras una terrible pandemia, el inicio de una guerra o el incremento de costes por la inflación, resulta que el responsable de que Adidas vaya a presentar sus peores resultados en 30 años es un rapero dado a las declaraciones enloquecidas.
Sí, el acuerdo roto con Kanye West (que ahora se hace llamar Yeezy) apunta a ser la causa principal de los esos malos números financieros para la firma alemana.
Y es que, según cálculos de la prensa económica, el rapero aportaba 2.000 millones de dólares anuales a las cuentas de Adidas, lo que implicaba un 10% del volumen total del negocio.
Adidas consideró que romper relaciones con Kanye West, después de sus comentarios antisemitas, era lo correcto a nivel empresarial pero ello tuvo tremendo impacto en lo económico para la compañía.
Fue a finales de octubre de 2022 cuando Adidas rompe con Kanye West y en seguida los inversores comenzaron a ver problemas y la marca de ropa fundada en Alemania caía en Bolsa.
Según publicaba en marzo The New York Times, uno de los grandes problemas es que Adidas tiene son los 1.3000 millones de dólares en modelos de calzado firmados por Yeezy que ya no va a vender pero que suponen, de hecho, una pérdida importante.
The New York Times aseguraba que Adidas se enfrenta por la ruptura con Yeezy a "pérdidas potenciales de 1.200 millones de euros en ventas y alrededor de 500 millones de euros en (pérdida de) ganancias este año"
Pero, ¿qué ha pasado realmente y por qué el impacto de la ruptura con Ye ha sido tan inmediato?
Para Adidas resultaban muy importantes las creaciones deportivas de Kanye West. Cada uno de sus modelos de calzado se vendían a un precio muy alto: entre 200 y 400 dólares el par.
Y hay un problema: se decidió romper la relación pero no quiso detener la producción de las zapatillas, por el coste laboral y económico que hubiera supuesto.
Con que Adidas se encuentra con un stock de zapatillas que no quiere vender pero que, a la vez, le supone dinero que se esfuma.
Y ahora Adidas busca la forma más certera de deshacerse de estas zapatillas, toda vez que Bjorn Gulden (CEO de la marca) ha confirmado que no serán destruidas.
Unas de las opciones que va ganando peso es vender producto hasta agotar stock y donar los beneficios a causas sociales.
"Si las vendemos, prometo que las personas que han sido heridas por esto, también obtendrán algo bueno", señaló el director ejecutivo de Adidas.
Pero el rapero que vomita consignas antisemitas en podcast y canales de comunicación donde el odio impera se llevaría dinero de esas ventas así que la solución de vender las zapatillas no parece tan fácil.
La opción de regalarlas también se ha descartado, pues contribuiría a potenciar el mercado de segunda mano donde las Yeezy están alcanzando precios absurdos.
Adidas ya ha anunciado que este bache pasará y pronostica beneficios abultados para 2024 pero, de momento, el discurso de Yeezy ha provocado un terremoto en el territorio de la ropa deportiva.