Consejos y trucos para ahorrar combustible

La electrificación del parque automovilístico mundial va por bueno camino pero aún queda tiempo para que los motores de combustión pasen a mejor vida. Mientras tanto, la gasolina y su precio fluctúan en función de muchos elementos, pero parece obvio que la tendencia será al alza en los próximos años.

Ante tal panorama, no está de más conocer algunos trucos para ahorrar gasolina, ahorrar algo de dinero y, obviamente, ofrecer una conducción más eficiente y menos contaminante.

Planificar un viaje permite llegar al destino de forma más rápida, directa y sencilla. Por poner en perspectiva, prolongar 10 minutos, un viaje de una hora, implica un incremento de un 15% en el consumo de combustible.

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Los neumáticos siempre deben ir a la presión indicada por el fabricante y en función de las condiciones del clima y lo cargado que vaya el coche. Llevar los neumáticos más flojos, además de peligroso, implica que la resistencia a la rodadura será mayor y el consumo aumentará.

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Los límites de velocidad no sólo previenen de accidentes sino que te pueden ahorrar un buen dinero en combustible. Circular a 140 km/h en autopista, en vez de a los 120 km/h estipulados, implica un aumento del 20% de consumo.

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En el maletero debes llevar lo imprescindible y, si tienes que ir cargado, reparte la carga. Cada 100 kilos de peso en el coche, se incrementa el consumo de gasolina un 6%. Si usas el coche a diario, vacía todo lo que puedas el maletero y no lo uses de almacén.

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Si tu coche es de marchas, usa la primera marcha sólo para salir e, inmediatamente, introduce la segunda marcha (a los 2 segundos o 10 metros). Si lo haces, podrás ahorrar hasta el 11% de combustible.

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El control de crucero que mantiene la velocidad constante es un elemento que ayuda a ahorrar mucho combustible, pues en ese tramo, ni frenas, ni aceleras ni se cambia de marcha, limitando el consumo al mínimo.

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A la hora de frenar, si se puede, lo mejor es levantar el pie del acelerador y dejar que sea el freno motor el que haga el trabajo de frenado, evitando un consumo extra de gasolina.

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Por un lado, el aire acondicionado es recomendable en autopista y a altas velocidades. No sólo es un riesgo y hace mucho ruido bajar las ventanillas a alta velocidad, sino que afecta a la aerodinámica del coche, pues el aire que entra en el habitáculo, ofrece más resistencia y, por tanto, el consumo es mayor.

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Si el viaje es urbano lo aconsejable es bajar las ventanillas, pues la resistencia es mínima porque las velocidades en ciudad siempre van a estar limitadas.

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Las marchas largas ofrecen una conducción más eficiente, pues ayudan a bajar las revoluciones. Por ejemplo, en ciudad puedes ir en cuarta o quinta marcha (a partir de 40 km/h), siempre respetando los límites de velocidad. El par motor de un coche de gasolina estipula que entre 2.000 y 2.500 rpm (revoluciones por minuto) se da una conducción óptima. En el caso de los diésel, el par motor se estima entre 1.500 y 2.500 rpm.

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En las bajadas, aprovecha la inercia del coche cuesta abajo y adelanta el cambio de marcha para ir a bajas revoluciones. En subida, debes demorar la reducción de marcha al máximo, apurando el acelerador aunque sin llegara a pisarlo a fondo.

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En la medida de lo posible, evitar atascos y viajes con mal tiempo siempre ayuda a que la conducción sea más eficiente.

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Es recomendable no esperar a llenar el depósito cuando esté vacío, pues cuanto menos aire haya, menos evaporación habrá. Además, si apuramos, los sedimentos del combustible pueden atascar los inyectores y es una avería de entre 500 y 1.000 euros.

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Cuando termines de repostar, no tengas prisa en quitar la manguera, pues puedes apurar la gasolina que aún queda en el circuito que, en función de la extensión de la manguera, puede ser un buen pico.

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El lunes, el precio del combustible puede bajar hasta un 2% y el motivo es que ese día, las estaciones de servicio mandan un informe a la Unión Europea con sus precios, por lo que suelen rebajarlos para posicionarse mejor en las estadísticas.

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Repostar por la mañana es más recomendable que a cualquier hora del día, pues la temperatura del carburante es menor y la densidad del combustible es más alta. Con el calor, el combustible se expande y aumenta su volumen, por lo que cada litro tiene menos líquido.

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Al rellenar los tanques de combustible, el contenido se mezcla, los sedimentos se combinan con todo el combustible del tanque y esas impurezas pueden acabar en tu coche. Busca otra gasolinera.

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