Sorprendente: ¿cuándo se inventaron los semáforos?

Viaje inesperado al pasado
Mediados del siglo XIX
Adaptación del usado en el tren
Diseño sencillo pero eficiente
Prendiendo a diario
Y explotó
Casi medio siglo después
Gracias, farola eléctrica
Y llegó el ámbar
¿Y los peatones?
¿Por qué estos colores?
El rojo implica peligro
El verde es más amable
Un diseño perfecto
Un nombre imposible
Viaje inesperado al pasado

Los semáforos son elementos tan cotidianos que parece que llevaran toda la vida con nosotros y, sí, llevan muchos años, más de los que cabría imaginar, pero no siempre estuvieron ahí. ¿Quieres saber cuándo se inventaron los semáforos?

Mediados del siglo XIX

El origen de este imprescindible artilugio se remonta a 1868, cuando un ingeniero británico con muchas luces, llamado John Peake Knight, diseñó el primer semáforo para ayudar a controlar el paso de carruajes en Londres.

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Adaptación del usado en el tren

El creador se inspiró en las señales luminosas que se usaban para regular el paso de trenes y ferrocarriles de la época y el primero de todos se colocó frente al Parlamento Británico de Westminster.

Foto: Unsplash - Bobby Kasimis

Diseño sencillo pero eficiente

El mecanismo era sencillo: tenía dos lámparas de gas y dos brazos mecánicos que si estaban en vertical, indican que se podía pasar, y si estaban en horizontal, indicaban que había que parar.

Prendiendo a diario

Para que funcionaran, el gas debía prender una mecha en colores rojo y verde que un policía responsable de su funcionamiento debía accionar cada noche.

Foto: Unsplash - Carlos Alberto Gómez Íñiguez

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Y explotó

¿Y cómo fue? Más o menos bien hasta que explotó por accidente. Nadie dijo que fuera fácil, por lo que se descartó el primer prototipo y se comenzó a trabajar en un semáforo algo más seguro.

Foto: Unsplash - Jacob Granneman

Casi medio siglo después

El problema es que esa mejora no llegaría hasta 1914, cuando Garrett Augustus Morgan eligió el cruce de la Avenida Euclid y la calle 104 de Cleveland para colocar el primer semáforo moderno.

Gracias, farola eléctrica

La farola eléctrica, aparecida años antes, ayudó con el diseño que ya contaba con luces verdes y rojas, además de un altavoz que avisaba cuándo pasar y cuándo parar.

Foto: Unsplash - Alex King

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Y llegó el ámbar

Sí, por aquel entonces solo había dos colores y no fue hasta 1920 que se integró el color ámbar entre el rojo y el verde. Fue William Potts quien añadió el tercer color y lo hizo, como no podía ser de otra manera, en la ciudad de Detroit, un referente del sector automovilístico global.

Foto: Unsplash - David Guenther

 

¿Y los peatones?

No sería hasta los años 50 cuando a las tres luces de les sumarían las figuras humanas para distinción entre los coches y los peatones.

Foto: Unsplash - Basil Lade

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¿Por qué estos colores?

Y ahora que ya conoces el origen del semáforo, ¿quieres saber por qué se eligieron los colores rojo y verde?

Foto: Unsplash - Sean Z.

El rojo implica peligro

En el caso del rojo, es un color tremendamente vívido, con una amplia longitud de onda y visible a larga distancia que, además, asociamos a peligro, lo cual ayuda a percibir la orden que indica: parar.

Foto: Unsplash - Aleksandr Popov

El verde es más amable

El verde, sin embargo, es un tono amable, agradable a la vista y destaca por encima de otros tonos, ayudando a asimilar la orden de pasar.

Foto: Unsplash - Xiaolong Wong

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Un diseño perfecto

Que el diseño de los semáforos es una maravilla de la ingeniería queda claro cuando, tras más de un siglo, lo único que ha cambiado son las viseras en los focos o el haber cambiado a luces led para reducir el gasto energético.

Foto: Unsplash - Jonathan Mast

Un nombre imposible

En España, el primer semáforo llegó en 1926, a Madrid, en el cruce entre la Gran Vía y la calle Alcalá y no se llamaba aún semáforo, sino 'farola de señales luminosas para regular la circulación de peatones y vehículos'. Ni que decir tiene que hemos ganado con el cambio.

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