Posible lluvia de millones para Ucrania que podría acarrear graves represalias por parte de Rusia
El pasado 6 de enero de 2024, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski pidió a los países de todo el mundo que transfirieran a Kiev los casi 300 mil millones de dólares en activos congelados de Rusia para que Ucrania pudiera empezar a utilizar ese dinero.
"Esta es una oportunidad histórica para hacer que el estado terrorista pague por sus horrores", publicaba en su cuenta de Twitter el presidente ucraniano. "A la élite y a los mandatarios rusos no les importan las vidas humanas, solo les importa el dinero por encima de todo".
Zelenski explicó que la perdida de estos activos sería un golpe muy doloroso para Rusia y demostraría la unidad de la comunidad internacional. A esto le siguió la afirmación de que dichas acciones se corresponderían a una respuesta legítima a la guerra de Rusia.
"La decisión de usar los activos rusos congelados para apoyar a Ucrania sería totalmente una respuesta justa y legítima ante la agresión de Rusia contra Ucrania", explicó Zelenski. "Enviará el mensaje adecuado a todos los posibles agresores del mundo".
"Animo a mis socios a emprender rápidamente las medidas legales necesarias. Este año, debemos hacer progresos tangibles hacia el uso de los activos rusos congelados en beneficio de Ucrania. Confío plenamente en los líderes del G7 en esta cuestión", continuaba Zelenski.
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Sin embargo, ¿estuvo acertado Zelenski cuando afirmó que transferir los activos congelados de un país soberano era una respuesta justa y legítima? Si los países decidieran transferir los activos rusos, ¿cuáles serían las consecuencias?
Los socios y aliados de Ucrania llevan tiempo pensando qué hacer con los activos rusos que congelaron tras la invasión de Moscú. Sin embargo, ha sido solo recientemente cuando ha empezado a cobrar realmente fuerza la idea de llevar a cabo la transferencia a Kiev.
El pasado 10 de enero de 2024, Bloomberg News informó de que la administración de Biden estaba trabajando en la legislación que permitiría que los activos rusos retenidos tras el comienzo de la guerra fueran transferidos a Ucrania para ayudar con los trabajos de reconstrucción del país.
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"La ley abriría la puerta para que el poder ejecutivo pudiera incautar los activos soberanos de Rusia en beneficio de Ucrania", se podía leer en un boletín de noviembre del pasado 2023 del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, al que tuvieron acceso los periodistas de Bloomberg News.
El paso dado por la administración de Biden de atar los cabos sueltos ante una posible transferencia de una parte de los activos rusos congelados a Ucrania surge en medio de una serie de graves problemas de financiación de los aliados de Kiev, por lo que la transferencia podría estar mucho más cerca.
Timothy Ash del Centro de Análisis de Políticas Europeas, informó a principios de enero que EE. UU., Reino Unido y Canadá podrían presentar propuestas a los líderes del G7 en febrero de 2024 relativas a la transferencia de los activos congelados y desacreditó diferentes argumentos que rechazan la medida.
En primer lugar, se ha hablado de que la transferencia de los fondos rusos congelados tendría como resultado que otros regímenes autoritarios extranjeros retirarían sus activos de Occidente; sin embargo, eso es poco probable, según Ash, ya que lo lógico es que ya lo hubieran hecho.
El mundo vio cómo los socios y aliados de Ucrania congelaron los fondos y activos rusos de la noche a la mañana tras el inicio de la invasión, por lo que una respuesta tan contundente y rápida ya habría sido suficiente para que estos autócratas nerviosos hubieran reubicado sus activos.
La segunda cuestión que se plantea en contra de la transferencia es que provocaría las represalias por parte de Rusia, pero tal y como señala Ash, Moscú ya ha incautado activos de occidente y ha forzado la venta de varios negocios como respuesta a las sanciones internacionales.
Por último, existe una preocupación relacionada con la 'inmunidad soberana', una doctrina legal que, según el Instituto Brookings, "generalmente protege a los estados y a sus autoridades de cualquier procedimiento legal que se lleve a cabo en los tribunales nacionales de otros estados extranjeros".
Sin embargo, Ash señaló que dicha doctrina legal ya ha sido pasada por alto en otras cuestiones internacionales, como la invasión de Sadam Huseín a Kuwait en los 90, en la que se pagaron 52,4 mil millones de dólares en reparaciones a Kuwait en ayudas para reconstruir el país tras la guerra.
Curiosamente, Ash ha dejado claro que hacer la transferencia de los activos rusos congelados a Ucrania es una buena idea porque, según él, ayudaría a Kiev a sobrevivir a la guerra y reconstruir el país tras la paz, un hecho que ha afirmado es indispensable para la estabilidad mundial a largo plazo.
"Al final, la victoria de Ucrania en la guerra y, lo que es más importante, la paz deben ser el proyecto central de seguridad de la OTAN desde el fin del comunismo a finales de los 80", escribía Ash. "Entregar los miles de millones de Putin a Ucrania… es un matrimonio feliz de lo legal y lo práctico. Sencillamente, no hay otra alternativa".