No solo el globo espía: claves de la guerra fría entre Estados Unidos y China
El incidente del globo chino que sobrevolaba Estados Unidos en lo que la Casa Blanca considera un acto de espionaje resulta el penúltimo capítulo de una guerra fría que está complicándose. El globo fue derribado el 4 de febrero por orden de Joe Biden.
El gobierno estadounidense, según publicó The New York Times, asegura que otro globos espía forman parte de un "programa de vigilancia global". La tensión entre China y Estados Unidos crece por momentos. Y en lo económico, hay una batalla abierta que cuenta con otros países aliados.
Tal y como recogió Bloomberg en una amplia información, Estados Unidos, Japón y Países Bajos se unen contra China para imponer restricciones conjuntas relacionadas con la fabricación de chips.
En concreto, el acuerdo firmado entre los tres países este mes de enero de 2023 busca impedir la exportación a China de maquinaria avanzada que permita la fabricación de los chips que luego China exporta a todo el mundo.
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El objetivo de la ofensiva impulsada por Estados Unidos es claro: reducir la capacidad de producción de China en este sector, donde es una potencia indiscutible. Disminuir la dependencia mundial de China en el terreno de los microchips.
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The Wall Street aseguró que con este acuerdo la compañía holandesa ASML Holding HV no podrá enviar a China sus máquinas de litografía ultravioleta, usadas para la fabricación de chips.
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Varios medios señalaron que la nipona Nikon Corp. sufrirá también restricciones similares en el envío de maquinaria a sus vecinos chinos. Reuters informó poco después de que dichas restricciones no habían sido comunicadas a las empresas afectadas ni en Japón ni en Países Bajos. Las pérdidas económicas que dichas restricciones implican pueden afectar a la aplicación efectiva del acuerdo.
La medida de la administración Biden busca usar estos semiconductores en Inteligencia Artificial y machine learning, aplicado a usos militares y de otro tipo. Estados Unidos necesita una gran cantidad de microchips para su avance tecnológico.
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Especialmente necesarios son estos chips para la fabricación de dispositivos móviles y smartphones en Estados Unidos.
Obviamente, los tres países implicados en el acuerdo son conscientes que esta medida limitará el margen de maniobra de China en este sector.
No obstante, como ha reconocido el CEO de AMSL, Peter Wennink, también son conscientes que China acabará por desarrollar su propia tecnología avanzada para fabricar estas máquinas de litografía ultravioleta.
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A la espera de concretar hasta qué punto llegan las limitaciones establecidas por Estados Unidos, Países Bajos y Japón, lo que no está previsto es que haya un comunicado público al respecto.
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AMSL es una empresa indispensable en la cadena de producción de los microchips gracias a esta máquina capaz de diseñar litografías más densas y menores de 2 nanómetros. Esta tecnología permite desarrollar chips más potentes para todo tipo de tecnología.
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Fabricar uno de estos escáneres High-NA EUV cuesta entre 300 y 350 millones de euros por unidad. Una elevadísima cantidad de dinero que supone un esfuerzo de inversión empresarial que la guerra fría con China puede poner en peligro.
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Estados Unidos apuesta por la batalla económica y, sobre el papel, Japón y Países Bajos son fieles aliados. Pero algunos medios dudan que ambas naciones vayan a ser capaces de prohibir a empresas tecnológicas punteras y muy rentables que hagan negocios con su principal cliente. Veremos.