La maravillosa historia de los Bajau: el pueblo con mutaciones genéticas que vive en el mar
Se trata de un pueblo nómada del sudeste asiático que, según los expertos, podría estar evolucionando genéticamente. ¿El objetivo? Aguantar más tiempo debajo del agua y, así, bucear mejor. Lo asegura un estudio en que se cuentan algunas de las peculiaridades de este pueblo que es conocido como los Bajau.
A diferencia de la mayoría de los humanos, el pueblo Bajau vive en aguas marinas y pasa el 60% de su tiempo sumergido.
Este peculiar modo de vida despertó el interés de los investigadores del Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. Melissa Llardo, autora principal del estudio, fue hasta uno de los lugares donde se encuentran los Bajau para conocerlos y estudiarlos.
Son un pueblo nómada que vive en las aguas de Filipinas, Malasia e Indonesia. Se sumergen para pescar y también buscan elementos del fondo del mar, que utilizan para realizar piezas de artesanía.
Melissa Llardo explicó al programa 'Inside Science', de la cadena británica 'BBC', que: "Durante posiblemente miles de años, han vivido en casas flotantes, viajando de un lugar a otro sobre las aguas marinas y deteniéndose en tierra firme solo de vez en cuando".
Debido a esto, los miembros del pueblo Bajau han desarrollado una extraordinaria habilidad para bucear y pueden hacerlo durante unos impresionantes 13 minutos, a profundidades de hasta 60 metros, según recogía 'National Geographic'.
Observando esta facilidad para sumergirse, los investigadores sospecharon que los Bajau podrían tener alguna ventaja biológica y decidieron investigar un órgano en particular: el bazo.
El bazo controla, almacena y destruye las células sanguíneas. Aproximadamente del tamaño de un puño, se encuentra en la cavidad abdominal, justo debajo de los pulmones. Cuando buceamos, funciona como un tanque de buceo biológico, aumentando la disponibilidad de oxígeno, según explica la 'BBC'.
Otro factor que dio pistas de que el tamaño del bazo podría estar relacionado con su capacidad para bucear son los mamíferos marinos, como las focas, que tienen un bazo proporcionalmente más grande.
"Llevé un dispositivo de ultrasonido portátil y un equipo de recolección de saliva. Fuimos a varias casas y tomamos imágenes de sus bazos", dijo la autora del estudio sobre su visita a Indonesia.
Después de medir este importante órgano, los investigadores descubrieron que era un 50% más grande que el de sus vecinos agrícolas, los Saluan, que viven en tierra firme y se meten en el agua sólo de manera ocasional.
Los investigadores también observaron que los Bajau que realizaban otras actividades y, por tanto, no buceaban habitualmente, tenían un bazo del mismo tamaño que el de sus familiares.
Así, según el estudio, publicado en la revista 'Cell', todo indica que el aumento del tamaño del bazo es potencialmente una evolución genética, y no una adaptación momentánea del órgano.
Sin embargo, Llardo advirtió que: "No está claro desde hace cuánto tiempo los Bajau han tenido este estilo de vida, o cuándo surgió exactamente la adaptación, según los datos genéticos que tenemos ahora".
Según estimaciones aproximadas, hay alrededor de 1 millón de individuos Bajau en el sudeste asiático. Pero, lamentablemente, su forma de vida se ve amenazada.
Según 'National Geographic', los Bajau no tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos y viven al margen de la sociedad.
Además, el aumento de la pesca industrial perjudica fuertemente su principal medio de subsistencia, la pesca manual.
El interés científico por comprender cómo se produjo esta evolución y cómo funciona el organismo de los Bajau tiene también una finalidad médica.
Como explicó 'National Geographic', el reflejo de inmersión es similar a un estado llamado hipoxia aguda, en el que los humanos pierden oxígeno rápidamente.
En algunos casos, esta condición puede tener como resultado la muerte. Por tanto, el estudio del bazo de los Bajau podría servir para comprender la hipoxia.
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