El informe secreto sobre Instagram que Facebook no quería desvelar
Instagram es una red social eminentemente joven. Más del 40% de sus usuarios tienen menos de 22 años. Un público vulnerable sobre el que Facebook (propietaria de Instagram desde 2021) quiso saber más. Y lo que sus estudios desvelaron prefirió ocultarse por la gravedad de las conclusiones.
Fue en 2021 cuando The Wall Street Journal tituló: 'Facebook sabe que Instagram es tóxico para las adolescentes, según documentos de la empresa'.
Foto: Freestock/Unsplash
De lo tóxico que podía llegar a ser Instagram daba cuenta más de un párrafo de los informes que The Wall Street Journal hizo públicos: “Empeoramos los problemas relativos al físico para una de cada tres adolescentes".
“Los adolescentes culpan a Instagram por el incremento del nivel de ansiedad y de la depresión”, decía otra parte de ese informe de 2019 al que tuvo acceso The Wall Street Journal.
Según mostraba en ese estudio, entre los adolescentes que confesaron que, en algún momento, se les había pasado por la cabeza quitarse la vida , el 13% de los usuarios británicos y el 6% de los usuarios estadounidenses manifestaron ese deseo a través de Instagram.
Esos documentos sobre Instagram, sin embargo, quedaron en secreto entre otras comunicaciones internas de Facebook que pudieron ser revisadas por The Wall Street Journal, demostrando que, desde la empresa de Zuckerberg, no solo no se abordó el problema sino que, además, trataron de minimizarlo de puertas hacia fuera.
“En la investigación que hemos hemos, podemos ver que el uso de las redes sociales para conectarse con otras personas puede tener beneficios positivos para la salud mental”, dijo Mark Zuckerberg en una audiencia en el Congreso de los Estados Unidos que tuvo lugar en marzo de 2022, cuando fue cuestionado sobre los niños y la salud mental.
Después de aquello, en el mes de mayo, el responsable de Instagram, Adam Mosseri (en la foto), dijo que la investigación realizada sugería que los efectos negativos de la aplicación en la salud mental de los adolescentes son "bastante pequeños".
Para Facebook, que pagó 1.000 millones de dólares por Instagram en 2012, expandir su base de usuarios jóvenes resultó crucial en los últimos años, ya que cada vez son menos los jóvenes que recurren a Facebook.
La búsqueda de estos datos sobre Instagram se basó en dos estrategias sobre las que Facebook puso el foco: estudios diarios y encuestas dirigidas a decenas de miles de personas.
A través de cinco presentaciones publicadas a lo largo de 18 meses, los investigadores se dieron cuenta de que algunos de los problemas que habían encontrado eran específicos de Instagram y no de las redes sociales en general, siempre según The Wall Street Journal.
“La comparación en el ámbito social es peor en Instagram”, aseguraba la investigación de Facebook, refiriéndose en este caso a la tendencia de sus usuarios a compararse unos con otros dentro de la propia red social.
Mientras que otras aplicaciones, como TikTok, basada en la creación de videos cortos, se fundamentan en el rendimiento, Instagram se enfoca más en el aspecto físico de los usuarios y en el estilo de vida que llevan.
La presión de mostrarse perfecto ante los demás y tener una forma de vida ideal, puede hacer que los adolescentes caigan en una espiral negativa relacionada directamente con los trastornos alimenticios y la depresión, según apuntaba una de las investigaciones internas llevadas a cabo.
Los hallazgos de las investigaciones de Facebook fueron revisados por los ejecutivos de la compañía y, por supuesto, Zuckerberg fue informado de todo ello en 2020, según The Wall Street Journal.
Cuando los legisladores le preguntaron el pasado mes de marzo de 2022 sobre el impacto de Instagram en los jóvenes, Zuckerberg defendió un plan de la compañía de lanzar un Instagram para niños menores de 13 años.
Ante esta cuestión, se le preguntó si la empresa había investigado los posibles efectos que Instagram podría tener para los niños, a lo que Zuckerberg respondió: "Creo que la respuesta es 'sí'".
Después de aquello, en agosto, varios senadores pidieron a Facebook que les enviara sus conclusiones internas sobre el impacto de Instagram en la salud mental de los jóvenes y Facebook envió una carta de seis páginas que no incluía la investigación de la empresa. ¿Había interés en ocultarlo? Parece que sí... Luego llegó la apuesta por el Metaverso y la caída de Facebook... Un nuevo capítulo. Continuará.