Hallan el motivo por el que colapsó Teotihuacán: así fue el fin de la ciudad de los dioses
Desde hace años, los expertos debaten sobre todas las causas que llevaron al fin de Teotihuacán, la “ciudad de los dioses”, uno de los mayores centros urbanos de Mesoamérica en la época prehispánica.
Según los arqueólogos, los fundadores de esta urbe fueron los sobrevivientes de la erupción del volcán Xitle, que arrasó con Cuicuilco, otra ciudad-estado reconocida de la época. Sobre sus cenizas surgió Teotihuacán. Para el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, sus fundadores la construyeron con la finalidad de venerar a los dioses y así
salvarse de otra catástrofe.
La ciudad-Estado era imponente. Se extendía a lo largo de unos 22 kilómetros cuadrados y albergaba tres edificios importantes: dos pirámides imponentes, la del Sol, de unos 65 metros de altura, y la de la Luna, de unos 45 metros, y el templo de la Serpiente Emplumada o de Quetzalcóatl.
Alrededor de estos edificios se desarrollaba la ciudad, con las residencias de clases medias y altas, divididas por la avenida de los Muertos, de más de dos kilómetros de largo.
Chichén Itzá: los increíbles misterios que esconde la antigua ciudad maya
Un estudio reciente, publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science, arroja más luz sobre el colapso de una ciudad que llegó a tener una población de 100.000 en su momento de máximo esplendor.
La investigación, titulada 'La cultura antigua de Teotihuacán se vio afectada por terremotos de megasubducción durante el Periodo Epiclásico temprano (México)', señala que cinco grandes terremotos, entre los años 100 y 650, destruyeron o dañaron gravemente sus edificios hasta llevar al colapso la civilización.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras observar los daños en estos edificios por los Efectos Aqueológicos de Terremotos (EAEs),“además de la información arqueológica recopilada por otros expertos en años anteriores”.
El estudio indica que, de los cinco terremotos, al menos dos fueron "intensos y destructivos”, hasta influir en la evolución de los estilos arquitectónicos y constructivos.
Los teotihuacanenses, de hecho, trataron de modificar y reestructurar estos edificios para limitar los efectos de nuevos terremotos. Sin embargo, al parecer no fue suficiente.
Foto: Daniel Lloyd Blunk-Fernández / Unsplush
Si bien es difícil establecer el origen de estos terremotos, los expertos los sitúan en la Fosa Mesoamericana del Océano Pacífico, que podría explicar la intensidad de estos sismos.
Tal y como explica el estudio, la combinación de la energía liberada por los terremotos, la frecuencia sísmica y el relleno de sedimento del lago de Texcoc, podrían explicar además los patrones de deformación observados en las pirámides y templos a lo largo de toda la historia de Teotihuacán”.
Esta nueva teoría, según los investigadores que participaron en el estudio, no entra en conflicto con otras existentes sobre el fin de esta civilización.
Estudios más antiguos, de hecho, apuntan a guerras internas, mala administración, deterioro de las redes de intercambio en una ciudad muy grande por la época, saqueos e incendios.
Foto: Vibe Adventures / Unsplush
Lo cierto es que la fuerza de la naturaleza y su maltrato tuvo cierto peso en la caída de esta ciudad alrededor del 650 d.C. y a la huida de su población a zonas más seguras. Tal y como explica la revista Arqueología Mexicana, la ciudad había crecido demasiado en las últimas épocas hasta invadir la llanura aluvial y dependía de la zona de Texcoco e Iztapalapa para el abasto de alimentos.
Foto: Abimelec Castillo / Unsplush
Asimismo, el amplio consumo de madera para varias actividades -alimentación, calefacción y construcción- causó la deforestación de la zona de alrededor y la erosión de los suelos que coincidió en un momento de sequía prologada.
Foto: Edgar Cavazos / Unsplush
México se seca: alertan de un agravamiento de la crisis hídrica del país
Esto provocaría un enorme malestar social, ya que los gobernantes de estas ciudades se consideraban como los encargados de la lluvia y la fertilidad de la tierra, que provocó el abandono de uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del país.