El confinamiento vuelve a Wuhan
Dos años y medio después del inicio de la pandemia, Wuhan, la ciudad china a la que todo el mundo mira como potencial punto de partida del Covid, ha vuelto a ser confinada.
No ha sido la ciudad al completo, pero sí el distrito de Jiangxia que acumula un millón de habitantes, de los 11 millones de ciudadanos que tiene Wuhan.
El motivo de este confinamiento ha sido la confirmación de cuatro positivos asintomáticos por coronavirus, registrados el martes 26 de julio.
El régimen chino, sin dar margen de maniobra, ha decretado el confinamiento del barrio entero en menos de 24 horas, tal y como confirma BBC.
Así, desde este miércoles, 27 de julio, el distrito de Jiangxia, en el centro de la ciudad, estará aislado durante al menos tres días.
Los vecinos de este distrito han sido conminados a permanecer en casa y, de salir, hacerlo tan sólo cuando sea necesario.
Que el confinamiento ha sido tajante y duro, queda claro al ver que el transporte público y los locales de entretenimiento también han cesado su actividad durante tres días.
Obviamente, a pesar de la rápida reacción, los 10 millones de vecinos restantes en Wuhan observan con recelo lo ocurrido con el distrito de Jiangxia. La experiencia reciente habla por sí sola.
Así las cosas, el objetivo de China de mantener una política estricta de 'Cero Covid' está, de momento, lejos de ser una realidad.
De hecho, desde principios de año, el país mantiene una lucha constante contra rebrotes de la variante Ómicron, que llevó incluso a confinar Shanghai, y a sus 26 millones de habitantes, durante dos meses, durante la primavera de 2022.
Cómo será el asunto que, por primera desde que Xi Jinping llegó al poder, el pueblo ha mostrado su descontento con las restrictivas políticas contra el Covid, a pesar de que el apoyo, hasta hace poco, había sido mayoritario.
Las duras condiciones económicas que están afrontando los habitantes de China, sumadas al descontento e irritación por los nuevos confinamientos, tienen al país encendido.
Y eso que, según datos oficiales del Gobierno chino, el balance que deja la pandemia en China desde que comenzó, no es ni mucho menos alarmante.
Teniendo en cuenta que la población supera los 1.400 millones de habitantes, que sólo se hayan contagiado algo menos de 230.000 parece casi un milagro.
De todos ellos, las autoridades chinas apuntan a que poco más de 5.200 personas fallecieron. Al igual que pasa con con el barrio de Jiangxia, los datos oficial son para ponerlos en cuarentena.
Más allá de que los datos sean o dejen de ser, confiemos en que las medidas preventivas en Wuhan sean suficientes para limitar el impacto de este nuevo brote. O amago de brote.