Cómo sería una invasión de Rusia a Estados Unidos
Por su enorme extensión y su peculiaridad geográfica, Estados Unidos no es un país que haya sufrido invasiones frecuentes a lo largo de su historia. Y, sin embargo, ¿resultaría posible una invasión rusa? ¿Cómo podría llevarse a cabo?
Esa fantasía o pesadilla (la invasión de Estados Unidos) fue planteada por el director y guionista John Milius en su película 'Red Dawn' ('Amanecer rojo' en España y 'Los jóvenes defensores' en países de Latinoamérica). Esta pieza de culto de 1984 plantea la invasión soviética de parte del territorio estadounidense. Se estrenó un remake en 2012.
Así queda el mundo, según un mapa elaborado para Wikipedia, en la ficción que dibuja 'Red Dawn': con México gobernado por comunistas aliados de la Unión Soviética y amplias zonas de Estados Unidos bajo control ruso. La entrada de tropas soviéticas se produce a través de Alaska.
Lo cierto es que, más allá de la fantasía, de todo el inmenso territorio estadounidense, quizá sea Alaska el más vulnerable a un ataque externo. En la Segunda Guerra Mundial las fuerzas japonesas atacaron y ocuparon parte de este territorio.
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En una hipotética invasión rusa, desde Moscú podrían emular las operaciones niponas que en la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar en 1942. Japón tomó dos de las islas aleutianas, en territorio de Alaska, pero en 1943 las fuerzas estadounidenses las recuperaron.
No exactamente una invasión pero sí una infiltración fue la llevada a cabo en la Operación Pastorius. Dos submarinos alemanes desembarcaron a sendos comandos de agentes saboteadores en Long Island y Florida. Sucedió en junio de 1942. Pero los nueve agentes implicados fueron capturados, juzgados y en su mayoría ejecutados.
Y si hablamos de planes de invasión, quizá el más ambicioso fue el que plantearon los revolucionarios mexicanos comandados por Villa y Zapata. Según el Plan de San Diego de 1915, el objetivo era anexionar al México revolucionario los territorios de Arizona, Nuevo México, California y Texas. Hubo incursiones de los rebeldes y durante breve tiempo toma de ciudades como Columbus, en Nuevo México.
Pero regresemos a la idea de una invasión rusa de Estados Unidos. En una interesante entrada de Wikipedia titulada precisamente 'Invasion of United States' se explica cómo, más allá de la posibilidad de una entrada a través de Alaska (el territorio más próximo a Rusia), una operación de este tipo contaría con numerosísimas dificultades.
Imagen: Bo Zang
Estados Unidos es un país demasiado grande y geográficamente complejo como para ser invadido fácilmente. Según consta en la mencionada entrada de Wikipedia, "por ejemplo, los desiertos del suroeste y los Grandes Lagos del medio oeste aíslan los principales centros de población del país de las amenazas de invasión".
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Las distancias son tan grandes que cualquier país invasor tendría casi imposible mantener una línea de suministros para sus tropas proveniente de la retaguardia.
De nuevo recurramos a la entrada de la Wikipedia sobre la invasión de Estados Unidos: "El experto militar Dylan Lehrke señaló que un asalto anfibio que se produjera en la costa oeste o en la costa este es simplemente demasiado insignificante para adquirir una cabeza de playa en ambas costas".
En realidad, jamás hubo en la historia reciente interés alguno ni un plan serio para invadir Estados Unidos. Ni siquiera durante la Guerra Fría. Entonces (igual que ahora) el único escenario de una guerra ruso-estadounidense se plantea como aniquilación nuclear mutua.
Y luego está el impresionante músculo militar de Estados Unidos. Según datos recogidos por CNN procedentes del International Institute for Strategic Studies (IISS), Global Firepower y el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), Estados Unidos cuenta con más de 1,3 millones de miembros en sus Fuerzas Armadas, unas 13.200 aeronaves, 6.600 tanques y 484 buques de guerra, incluyendo 11 portaaviones de propulsión nuclear, así como decenas de destructores y submarinos.
Pero, más allá de lo militar, hay analistas y estudiosos que colocan como prioritarios los elementos geográficos. Y Estados Unidos tiene frente a Rusia una ventaja inapelable al ser casi un continente. Valga como referencia el título de Robert Kaplan: 'The Revenge of Geography: What the Map Tells Us About Coming Conflicts and the Battle Against Fate'. Es decir: 'La venganza de la geografía o cómo los mapas condicionan el destino de las naciones'.
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Sobre un posible ocupación existen, eso sí, distopías como 'El hombre en el castillo', novela de Philip K. Dick que Amazon convirtió en serie y que imagina un mundo donde Alemania y Japón vencieron en la Segunda Guerra Mundial y sometieron a su control a Estados Unidos.
Hollywood también se tomó a risa el asunto de una invasión rusa: en 1966 la comedia 'The Russians are Coming, the Russians are Coming' ('¡Que vienen los rusos!') trataba con humor la gran paranoia que generó la Guerra Fría.
Sea como sea, Estados Unidos siempre permanece vigilante. El 11-S demostró que un ataque a gran escala en su propio territorio resulta posible. La amenaza de una invasión es casi nula pero existen otras muchas.
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