Cómo ganar la lotería y perderlo todo (o casi todo)

Ganar un gran premio que acarrea la ganancia de una cantidad de millones considerable resulta una noticia fabulosa para el agraciado. Pero, a veces, el dinero se esfuma del modo más absurdo e incomprensible. Repasamos algunas increíbles historias de premios que se evaporaron en las manos de los premiados.

José Antonio Cua-Toc era un inmigrante ilegal guatemalteco de 27 años que vivía en Houston (Estados Unidos) y que ganó un premio de la lotería de 750.000 dólares. Intentó reclamarlo con la ayuda de su jefe, Erik Cervantes, quien sería el encargado de solicitarlo en su lugar y luego entregar la cantidad al premiado.

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José Antonio Cua-Toc temía que si era él quien reclamaba el dinero de la lotería que había ganado, se descubriera que era un inmigrante ilegal. Su jefe, Erik Cervantes, quiso aprovecharse de la situación para quedarse con el dinero. Pero José Antonio Cua-Toc le demandó, hubo juicio y se dictaminó que el premio correspondía al legítimo dueño del boleto agraciado, por muy ilegal que fuera su situación en Estados Unidos.

José Antonio Cua-Toc ganó su pleito pero la mayor parte del dinero que ganó se fue en pagar gastos judiciales y los correspondientes impuestos, y, además, acabaría siendo arrestado por conducir ebrio en 2011 y había ya una orden sobre él para ser deportado a Guatemala, según el relato recogido en Lottery Analyst.

En 2018, Barb Reddick (en la imagen) estaba muy feliz cuando ella y su sobrino, Tyrone MacInnis, ganaron 1.222.639 dólares en la lotería 'Chase the Ace' de Nueva Escocia. Sin embargo, como en seguida se pudo ver en las entrevistas que le hicieron en televisión, a Reddick no le sentó muy bien lo de compartir las ganancias con su sobrinito.

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Enfadada por tener que compartir las ganancias, Reddick le dijo a 'Chase the Ace' y a su sobrino que "irían a juicio" porque fue ella quien había comprado el boleto de la lotería. Sin embargo, aunque Reddick efectivamente era la que lo había adquirido, según informó CBC News, el número de teléfono adjunto en la papeleta premiada era el de MacInnis..

Finalmente, Reddick llevó a su sobrino y a 'Chase the Ace' a los tribunales y acabaría conformándose con una cantidad de 850.000 dólares, mientras que su sobrino recibiría 350.000. "Nunca pondré el nombre de nadie más en un boleto", dijo Reddick a los periodistas. "Especialmente si es de mi familia. Me dolió".

Denise Rossi ganó un premio de 1,3 millones de dólares en 1996, pero decidió que no quería compartirlo con su marido, Thomas Rossi, ya que, según las leyes de California, la mitad sería para él. ¿Y qué hizo para conseguirlo? Pues nada menos que acabar con sus 25 años de matrimonio de un plumazo y mantener sus ganancias en secreto.

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Lamentablemente para Denise, Thomas Rossi acabó enterándose de todo y la demandó, según publicó Los Angeles Times. El juez Richard Denner consideró en su veredicto que la traición de Denise fue un acto de fraude y dictaminó que Thomas tenía derecho a recibir el total de las ganancias de aquel premio de la lotería.

Tras aquel varapalo, Denise apelaría el fallo del juez Denner argumentando que la violencia que sufría en casa la había obligado a mantener sus ganancias en secreto, pero la corte de apelaciones rechazó su reclamación.

Evelyn Adams fue la primera persona en ganar dos veces un premio importante de la lotería, embolsándose 5,4 millones de dólares. Desafortunadamente para ella, aquello quedó en pura anécdota debido a su enorme problema con el juego, según The US Sun.

“En 2012, Adams se había gastado sus ganancias perdiendo todo su dinero jugando en máquinas tragaperras, casinos de Atlantic City y por varios acuerdos comerciales fallidos”, apuntaba The US Sun.

"Ganar la lotería no siempre es lo que parece", le dijo Evelyn a la reportera Adriana Elguata. "Ojalá tuviera la oportunidad de volver a hacerlo todo de nuevo. Era una gran jugadora", agregó.

La historia de éxito, adicción y fracaso de Gerald Muswagon es un poco más deprimente si cabe que la de Evelyn Adams.

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Muswagon ganó 10 millones de dólares en el premio 'Lotto Super 7' de Canadá en 1998, según The Globe and Mail, pero gastaría todo a causa de su adicción al alcohol en solo siete años.

Muswagon acabaría quitándose la vida por desesperación, demostrando claramente que ganar millones en la lotería, en algunos casos, puede llegar a arruinar la vida. (Recordatorio importante: ante cualquier pensamiento tóxico y autodestructivo, hay que recurrir a la ayuda profesional).

Callie Rogers se convirtió en la ganadora de la lotería más joven de la historia de Gran Bretaña cuando consiguió 1,87 millones de libras esterlinas en 2003 con solo 16 años. 

"Seguiré comprando en las mismas tiendas y haciendo las mismas cosas", dijo a los periodistas en una rueda de prensa después de ganar la lotería. Sin embargo, la vida de Rogers se descontroló rápidamente poco después de recibir su dinero.

“Después de ganar esa enorme suma de dinero, gastó miles de libras en fiestas, excesos, ropa de diseño y cirugía plástica, incluyendo tres operaciones de pecho”, informó el Daily Star.

“De repente, a Callie le resultó difícil mantener a sus amistades después de que la gente intentara convertirse en su amiga para aprovecharse de sus ganancias”, agregó el Daily Star.

En solo un par de años, todo el dinero que Callie había ganado en la lotería despareció y, tiempo después, admitió que estaba arrepentida de cómo manejó aquella situación.

"Era demasiado dinero para alguien tan joven", dijo Callie Rogers en una entrevista en 'This Morning', de la cadena ITV. "Aunque digas incluso que tu vida no cambiará, lo hace y, a menudo, no para mejor". Un sentimiento que, probablemente, compartirían con ella los otros cuatro ganadores de la lotería de esta lista.

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