Así sería el fin del chavismo en Venezuela
La Revolución Bolivariana, liderada por Hugo Chávez desde 1999, marcó un punto de inflexión en la historia política de Venezuela. Tras su muerte, Nicolás Maduro tomó las riendas del gobierno, pero hoy, 25 años después, enfrenta un período de notable debilidad. A las puertas de las elecciones presidenciales, programadas para el 28 de julio, surge un creciente interrogante sobre la continuidad del chavismo en el poder.
El Gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro desde 2013, ha tenido que enfrentar migraciones masivas, crisis económicas y políticas, y la presión internacional. No obstante, Maduro ha permanecido en el poder a pesar de todo.
Por otro lado, la oposición ha logrado unirse detrás de María Corina Machado y su abanderado, el candidato presidencial Edmundo González, con mítines multitudinarios que el Gobierno de Maduro no ha podido obstaculizar.
Muchos se preguntan cómo luciría una transición política en la nación sudamericana. La respuesta no es sencilla. Para comenzar, la salida del poder definiría en principio todo el proceso.
Una salida pactada de Maduro y su círculo por una vía democrática probablemente involucraría pactar una especie de exilio para la cúpula chavista en un país neutral o aliado del régimen.
No obstante, no sería raro imaginar al actual presidente venezolano enfrentando cargos judiciales por abusos cometidos durante su presidencia. Actualmente, la Corte Penal Internacional ha aceptado cargos judiciales contra Nicolás Maduro por Crímenes Contra la Humanidad.
El diario español El País señala que Maduro ha invitado a Venezuela a Karim Khan, fiscal general de la Corte Penal Internacional, y especula si esto es una posible colaboración del gobernante venezolano ante la posibilidad de enfrentar cargos después de dejar la presidencia.
Lo que sí es cierto es que, indiferentemente lo que ocurra con Maduro y sus allegados, es probable que el chavismo mantenga cierta presencia en Venezuela, pero de manera disminuida. Después de todo, 25 años no pasan en vano.
No sería sorpresa que los miembros más moderados del chavismo crearan una nueva agrupación política como sucesora del Partido Socialista Unido de Venezuela, que ha gobernado el país sudamericano desde hace años.
No obstante, como pasó en países del antiguo bloque socialista en Europa como Polonia y Hungría, el rechazo ante se sospeche cercano al chavismo o el socialismo en general definiría la política venezolana durante los años posteriores a Maduro.
La verdad oculta tras la misteriosa mancha negra que amenazaba a Venezuela
Tomando como ejemplo las transiciones democráticas de Chile y España, es bastante probable que aquellos empresarios que se han lucrado por su asociación con el chavismo permanezcan tranquilos y hagan negocios con el nuevo orden político.
¿Pero cómo luciría un nuevo Gobierno en Venezuela? Bueno, un presidente liderando una transición tendría una tarea muy dura por delante: Equilibrar las diferentes facciones políticas a la vez que busca reconstruir todo un país.
“Aproximadamente la mitad de los procesos de transición no logran consolidarse en una democracia. ¿Por qué? Porque los gobiernos de transición suelen ser tremendamente inestables”, comenta a Infobae Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.
María Corina Machado, quien prácticamente se ha convertido la líder de la oposición venezolana, ha dejado claro su apoyo a políticas de cortes liberal.
Machado, por ejemplo, ha dicho en numerosas ocasiones su idea de llevar a cabo una serie de privatizaciones, incluyendo Petróleos de Venezuela, la empresa estatal de hidrocarburos del país.
El petróleo ha definido la economía de Venezuela desde hace un siglo, y ha sido del Estado venezolano desde hace 50 años. Esto alteraría el panorama económico en Venezuela de una manera nunca antes vista.
El panorama político también cambiaría mucho en Venezuela y toda la región. Por años, Venezuela ha sido un socio fiel de China, Rusia, y Cuba en la región. Esto llegaría a su fin.
Cuba, que según el Nuevo Herald de Miami vive actualmente una de sus mayores crisis desde la caída de la Unión Soviética, sería la gran afectada sin los convenios comerciales entre Caracas y La Habana, particularmente la importación de petróleo a la isla.
Por su parte, Estados Unidos y la Unión Europea serían socios importantes para la consolidación de este nuevo orden político y el proceso de restablecer la normalidad en el país.
La diáspora venezolana, que según la ONU supera los siete millones de personas, también cambiaría. Si el país mejora bajo un gobierno nuevo, una buena cantidad de venezolanos retornarían al país.
Claro, al final del día, solamente queda especular y esperar que surja la mejor opción para todas las personas venezolanas, sin distinción de política.