Aniversario del 11-S: lo que hoy ocupa el lugar de las Torres Gemelas
Así era el skyline de Nueva York antes del 11 de septiembre de 2001, cuando Al Qaeda acometió uno de los ataques más letales sufridos por Estados Unidos.
El World Trade Center con sus Torres Gemelas fue durante años uno de los símbolos de la ciudad de Nueva York y emblema de la pujanza capitalista. Su caída el 11-s resultó, por tanto, también icónica. Pero ¿cuál es su historia y qué se construyó sobre sus ruinas?
Cuando en 1973 se inauguró el World Trade Center en el Lower Manhattan sus dos rascacielos eran los más altos de Occidente. Ambos superaban los 400 metros de altura.
El simbolismo de las Torres Gemelas puede apreciarse en la numerosísima cantidad de imágenes con celebridades de todo tipo que tienen como fondo el World Trade Center. Reagan, Bush y Gorbachov (último presidente de la Unión Soviética) se fotografiaron con estos reconocibles rascacielos detrás.
Hay que recordar que, antes del 11-S, el World Trade Center ya fue objeto en 1993 de un ataque con bomba por parte de islamistas radicales. Colocaron una furgoneta con explosivos en los bajos de la Torre Norte y murieron seis personas.
Y llegó el fatídico 11 de septiembre de 2001 y el perfil de Nueva York cambió trágicamente para siempre. Las Torres Gemelas, contra todo pronóstico arquitectónico, colapsaron y se convirtieron en ruinas y ceniza. Pero la ciudad decidió reinventar ese espacio.
Nueva York es una ciudad invencible que ha resurgido de sus cenizas en más de una ocasión. Así que donde había dos rascacielos emblemáticos se construyó el One World Trade Center (el que refulge en la imagen), llamado originalmente Freedom Tower. Y se llenó el vacío que había quedado en el skyline neoyorquino.
El One World Trade Center se inauguró en 2014 y tiene una altura de más de 500 metros. Se invirtieron siete años en su construcción y costó 3.900 millones de dólares. El arquitecto autor del proyecto es David Childs, especializado en rascacielos.
Imagen: Andre Benz / Unsplash
En torno al One World Trade Center hay todo un complejo comercial y de ocio con jardines en los que se ubica el National September 11 Memorial & Museum. Se conservan, convertidos en fuentes, los huecos sobre los que se asentaban los cimientos de una de las torres caídas.
Imagen: Redd / Unsplash
Naturalmente, los nombres de las víctimas del 11-S están presentes en el nuevo espacio para la memoria y son debidamente honradas.
La zona de Lower Manhattan, en Nueva York, tiene gran número de oficinas pero también hay viviendas. Cuando se produjo el ataque del 11-S vivían en Lower Manhattan unas 24.000 personas. Más de 4.000 abandonaron el barrio tras los atentados. Actualmente ese área tiene aproximadamente 64.000 vecinos.
Tras el 11-S hubo quien pronosticó el fin de la era de los rascacielos. Se dijo que el miedo expulsaría de esas grandes moles a los oficinistas. Tal cosa no se produjo. Aunque la pandemia sí que vació oficinas.
Imagen: Luke Stackpoole / Unsplash
Lo que sí se ha producido, entre otras cosas gracias a una política de incentivos de las diferentes administraciones, es una importante conversión de edificios de oficinas en viviendas dentro de Lower Manhattan.
Imagen: Claudio Schwarz / Unsplash
Pero todavía hay más en lo que fue Zona Cero del 11-S que completa su reinvención: ahí está (vista desde el cielo) la Oculus Station diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava.
La Oculus Station, donde confluyen diversas líneas de tren, tiene un aspecto futurista típico de las obras de Calatrava pero no ha estado exenta su construcción de polémica. Periódicos como The New York Times han discutido su estética ("un lugar para selfies") y también ha habido controversia por cómo su coste se disparó.
Imagen: Genevieve Perron-Migneron / Unsplash
En torno al One World Trade Center se alzan otros edificios, también altos aunque no tan inmensos como el que actualmente destaca en lo que fue la Zona Cero del 11-S. Nueva York es una ciudad rendida a la cultura del rascacielos.
Imagen: Mariano Gilioli / Unsplash
La ciudad que nunca duerme superó la devastación del 11-S pero no olvida la tragedia y, cada cierto tiempo, dos luces en la noche recuerdan a las torres que cayeron en un brutal ataque que provocó más de 2.000 víctimas mortales.
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