Barçagate: las claves del gran escándalo del fútbol español

La prensa deportiva mundial no duda en comparar el 'Barçagate' con episodios como el que le costó el descenso a la Juventus en 2006 o el caso de dopaje de Lance Armstrong. Hablamos de pagos millonarios por parte del F.C. Barcelona a un directivo de la cúpula de los árbitros españoles.

Lo realmente preocupante es que haya sido la justicia ordinaria y la Agencia Tributaria quienes hayan destapado el mayor escándalo arbitral de la historia del deporte. Los organismos deportivos españoles y europeos no detectaron absolutamente nada.

Fue una inspección de Hacienda, realizada a una empresa del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) en España, José María Enríquez Negreira, la que ha hecho desveló el escándalo.

Esa inspección constató que el Fútbol Club Barcelona habría pagado cantidades millonarias a Enríquez Negreira, cuando éste era el número dos del principal órgano administrativo de los árbitros en España.

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Lo que en un principio se cifró en casi 1,5 millones de euros y se limitó al periodo 2016-2018, fue ampliado por el diario El Mundo a una cifra aún mayor: 6,6 millones de euros desde el año 2001.

Según la investigación de los medios españoles, fueron 33 facturas las que habría abonado el Barça al vicepresidente del Colegio Técnico de Árbitros. El objetivo de los pagos, siempre según la prensa deportiva española, era "que no se tomaran decisiones arbitrales en su contra y que todo fuera neutral".

Cuando la Agencia Tributaria requirió esos informes en plena investigación, el FC Barcelona habló de "asesoría verbal" para justificar el no contar con ningún papel concreto.

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Los pagos se habrían iniciado en la temporada 2001/2002, con Joan Gaspart de presidente del F.C. Barcelona, y en la 2009/2010 se incrementaron en cuantía con Joan Laporta de presidente, según recogió el diario El Mundo.

Los pagos se habrían mantenido hasta la mencionada temporada 2018, cuando José María Enríquez Negreira abandonó el cargo en el Colegio Técnico de Árbritos.

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Mientras, en el terreno de juego, el F.C. Barcelona estuvo más de dos años sin recibir un penalti en contra en los encuentros de la liga española. Fue entre febrero de 2016 y marzo de 2018.

Por el momento, la investigación está en manos de la justicia ordinaria, mientras que los organismos deportivos están a la espera de saber si el alcance de esta trama va aún más allá.

Javier Tebas, presidente de la Liga española de fútbol anunció que, al haber ocurrido los hechos en 2018, el delito había prescrito por la nueva Ley del Deporte, que sólo da tres años de margen a las infracciones muy graves. No obstante, no descarta buscar otras vías de sanción, si procediera.

En comparación, cabe recordar que la Juventus de Turín hizo algo similar a lo que habría hecho el Barcelona, y a los italianos les quitaron 30 puntos, les prohibieron fichar varios años, les retiraron dos Ligas y, sobre todo, les bajaron a la Serie B.

Caso distinto es el de UEFA y FIFA que sí parecen dispuestas a sancionar al F.C. Barcelona con la expulsión, durante un año, de competiciones europeas, según apuntan desde el diario El País.

El citado medio asegura que con esta sanción, los dos grandes organismos deportivos confían, además, en dar un golpe mortal a la Superliga, el proyecto deportivo en el que el Barça siempre ha estado implicado y que pretende crear una nueva competición de grandes equipos al margen de lo existente hasta ahora.

Mientras, desde el F.C. Barcelona comenzó negándose todo pero los datos que obran en manos de la Agencia Tributaria dejan poco margen para mantener dicha negativa.

Por otro lado, clubes como Sevilla o Espanyol ya han pedido de forma pública que la investigación se lleve hasta el final y que tenga todas las consecuencias pertinentes.

Por su parte, el Real Madrid guarda un prudencial silencio, a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos del que ya es conocido como el mayor escándalo arbitral de la historia del deporte.

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