Trucos para prolongar la vida útil del auto
Según afirman los fabricantes más importantes, la vida útil de un auto oscila entre los 300.000 y 500.000 kilómetros, con una duración media entre 13 y 14 años.
Obviamente, estas cifras bailan en función del uso que se le dé al auto, de la forma de manejar y, sobre todo, de los cuidados que se le procure al vehículo.
Teniendo un mantenimiento adecuado y siguiendo algunas recomendaciones, es posible prolongar la vida útil de un auto lo máximo posible. Tanto para eléctricos como para vehículos de combustión.
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Si no sabe por dónde empezar, aquí tiene algunos trucos para prolongar la vida útil de su vehículo.
Las ruedas son el único elemento del auto que está en contacto con el suelo, por lo que debe cuidarlos al máximo. No sólo tiene que controlar la presión, sino que debe cambiarlo cuando el mecánico así lo recomiende.
Foto: Pexels - Andrea Piacquadio
En ocasiones, se apura para ir a repostar, dejando que el depósito llegue a la reserva, en el caso de los autos de combustión. Si lo hace, las impurezas del fondo del depósito pueden llegar al motor, dañando la bomba o los inyectores de combustible y arreglar estas piezas es algo nada barato.
Foto: Pexels - Andrea Piacquadio
En el caso de los autos eléctricos, la recomendación es que la batería tampoco llegue a descargarse del todo pero tampoco al 100% de carga. Lo ideal es que ésta se mantenga en un rango del 20% al 80%. Y si va a estar un tiempo parado, mejor que la batería esté en torno al 50% y no cerca del 0% o el 100%.
Foto: Freepik
En ocasiones, es imposible pero, en la medida que pueda, evite la carga rápida en su auto eléctrico. Este tipo de cargas llevan al límite la corriente de la batería, haciendo que se sobrecargue y su degradación sea más rápida. Intente usar siempre la carga en casa o puntos de carga callejeros.
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Comprar recambios en un desguace implica un importante ahorro pero también implica escatimar en seguridad, pues no sabe qué nivel de desgaste tiene la pieza en cuestión. La recomendación es, siempre, poner recambios nuevos.
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Parece una nimiedad, pero un golpe con un bordillo, además de estropear rueda y llanta, podría modificar los reglajes de suspensión o desequilibrar los ejes de las ruedas y su estructura. Obviamente, esto afectaría al normal funcionamiento del auto.
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Si tiene un auto eléctrico, la recomendación es tenerlo en un garaje y que no duerma en la calle. Tanto el calor extremo como el frío repercuten en la batería, cuando el vehículo está aparcado y desenchufado, haciendo que la autonomía se vaya reduciendo de forma paulatina.
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Cuando cargue su auto eléctrico, asegúrese que el cable está estirado y no use adaptadores o alargadores. Además, una vez haya terminado la carga, es recomendable desconectar el vehículo. Puede configurarlo para ello.
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Una conducción eficiente puede reducir el consumo, tanto de combustible como de autonomía, en un 30%. Por ejemplo, no dar acelerones, frenazos o giros bruscos o no superar los límites de velocidad marcados en cada vía.
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El exterior del vehículo también debe estar lo más limpio posible. De no hacerlo, la suciedad puede acabar por corroer la pintura, incluso la carrocería, haciendo que el auto pierda valor y sufra un desgaste que era fácilmente evitable. El sol, los excrementos de pájaro, la suciedad, el polvo, la arena...
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Los trayectos cortos son los que más consumo requieren a los vehículos por lo que si solo lo usa para ir al trabajo y volver, la recomendación es hacer, de vez en cuando, un viaje algo más largo para que se pueda evaporar la condensación de los gases que se produce al arrancar el motor.
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Si, por lo que sea, algún testigo del salpicadero se enciende y te avisa que hay algún problema, no lo ignore y llévelo a su taller de confianza lo antes posible. Cuanto más lo deje, mayor puede ser la avería y, por tanto, la factura y el desgaste del auto.
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Un motor sucio, rodeado de grasa, tendrá más problemas a la hora de refrigerar y esto derivará en más averías y, en este caso, de las caras.
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Cuando arrancamos el auto, éste necesita unos minutos circulando para que el motor alcance su temperatura óptima (80º). Hasta ese momento, evite elevar revoluciones o dar acelerones, pues así no dañará el motor.
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Si normalmente lleva el portamaletas lleno, el auto requerirá más aceleración y perderá capacidad de frenado, disparando el consumo de combustible. Además, cuanta más carga se lleve, mayor riesgo de accidente.
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