¿Cuál es la causa de la creciente tensión y caos en la frontera entre Estados Unidos y México?

El fin de la medida Título 42 ha hecho que todas las miradas se giren hacia la crisis que dura ya meses en la frontera entre Estados Unidos y México. Cientos de inmigrantes se han quedado tirados en el lado sur esperando poder cruzar hacia Estados Unidos.

Según la CBS, en febrero, un oficial del gobierno informó a los medios de que entre 11.000 y 13.000 inmigrantes al día entrarían en los Estados Unidos mientras no hubiese una alternativa al Título 42. La Patrulla Fronteriza ha tenido que lidiar con casi 2,4 millones de inmigrantes en la zona sudoeste de la frontera durante el año fiscal de 2022.

La medida Título 42 ha sido la herramienta principal del gobierno estadounidense para expulsar de manera rápida a los demandantes de asilo por razones de salud durante la pandemia. La medida expiró cuando la emergencia nacional de salud pública del COVID-19 terminó el 11 de mayo de 2023.

A pesar de las preocupaciones, según el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se ha producido un descenso del 50% en el número de migrantes que atraviesan la frontera al expirar el Título 42.

Según la agencia Reuters, Mayorkas explicó en el programa de la cadena CNN 'State of the Union' que el descenso se debía principalmente a la restitución de las sanciones penales por la entrada ilegal en el país.

Sin embargo, algunos medios que se han puesto en contacto con los inmigrantes aseguran que hay mucha confusión sobre si tras el fin de la medida es más fácil o difícil cruzar la frontera.

En febrero, la administración Biden anunció nuevas leyes que sustituirían el Título 42 y despojarían de la categoría de demandantes de asilo a algunos inmigrantes, permitiendo así a los oficiales expulsarlos rápidamente.

La legislación también impide a algunos de los inmigrantes que cruzan la frontera pedir asilo si no lo han solicitado primero en un tercer país, como por ejemplo México.

Estas nuevas medidas afectan a los inmigrantes que cruzan la frontera entre los pasos fronterizos y están sujetos a "una expulsión acelerada". La ley permite a los oficiales deportar rápidamente a aquellos que no han solicitado asilo o no han pasado las evaluaciones iniciales.

El presidente Biden también ha propuesto dos alternativas diferentes para los solicitantes de asilo que esperan entrar en Estados Unidos: la primera, un programa de libertad condicional, y la segunda, una aplicación de móvil.

La aplicación de móvil está disponible para cualquier migrante que esté solicitando asilo. A través de ella podrán subir toda su información y llevar a cabo un proceso de pre evaluación para solicitar una cita en cualquiera de los 8 pasos fronterizos en Texas, Arizona o California.

La aplicación está destinada principalmente a aquellos solicitantes de asilo que han tenido que reubicarse en campamentos o refugios improvisados a lo largo de la frontera mexicana. Los inmigrantes llevan meses esperando en dichos campamentos a que su demanda de asilo se resuelva, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria.

La principal crítica ante esta solución son las condiciones de vida que miles de migrantes están experimentando mientras esperan en la frontera de México. Muchos no tienen internet o teléfono móvil, y algunos viven bajo la constante amenaza de la violencia del cártel del norte de México.

Por otro lado, la alternativa que consiste en un programa de libertad condicional permite a ciertos inmigrantes solicitar dos años de residencia, siempre y cuando encuentren un patrocinador que cubra todos sus gastos en el país y pasen los chequeos médicos y de seguridad.

Esta medida, con la que el gobierno se compromete a aceptar a 30.000 solicitantes al mes, solo se aplica a nicaragüenses, haitianos, cubanos y venezolanos. Para estos últimos, la medida comenzó a aplicarse en octubre de 2022.

A pesar de estas propuestas, la crisis fronteriza está lejos de su resolución. Cientos de miles de migrantes se encuentran aún desamparados en ciudades a lo largo del lado mexicano de la frontera.

La pandemia y la crisis económica internacional hacen aún más difícil que los países desarrollados aborden el origen de las causas de esta crisis migratoria, entre las que se incluyen la violencia, el crimen y la pobreza.

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