Así es el implante cerebral que cura la depresión
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la depresión es la enfermedad crónica más extendida del mundo. Una compleja dolencia que anida en nuestro cerebro.
Los datos oficiales apuntan a que afecta a más de 280 millones de personas en todo el mundo, lo que supone cerca del 4% de la población global.
Obviamente, la ciencia lleva décadas trabajando en las formas más efectivas de tratar la depresión y, por fin, parece que puede haberse encontrado un avance tecnológico altamente efectivo.
Foto: Unsplash - Markus Winkler
Se trata de un dispositivo que se implanta directamente en el cerebro del paciente y con el que se trata la depresión a través de impulsos eléctricos.
Inner Cosmos, una startup en la que hay puestas muchas miradas y esperanzas, lo denomina "una píldora digital para la mente". Y, según publicó Bussines Insider, un primer dispositivo con electrodos que "curan" la depresión fue colocado ya en el cerebro de en un paciente de Saint Louis, Missouri, en Estados Unidos. Sucedió en el verano de 2022.
Foto: Unsplash - Hal Gatewood
Esta prueba de prolongará durante un año, y en 2023 otro dispositivo será probado en un nuevo paciente.
Foto: Unsplash - Gadiel Lazcano
Obviamente, si el proyecto ya se está probando en humanos es que el (muy alto) nivel de seguridad exigido por las autoridades médicas estadounidenses fue superado y nos hallamos en una fase más que avanzada.
Foto: Unsplash - Ben Blennerhassett
Inner Cosmos no es la única empresa que trabaja en implantes para tratar el cerebro de forma directa. Una de las más conocidas en este campo es Neuralink, pero también tienen proyectos muy interesantes compañías como Stentrode o Synchron.
El origen de Inner Cosmos está en la biografía de Meron Gribetz, su fundador. Un emprendedor que fue diagnosticado de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención) de pequeño, algo que le ha inspirado a este proyecto ya de adulto.
"Hemos construido el implante coclear para el mercado mucho más grande de la depresión que, además, luego servirá para tratar otros trastornos cognitivos" comentó Meron Gribetz en la presentación del proyecto, recogido por Bloomberg.
Foto: Web Inner Cosmos
Por un lado, este implante lleva un electrodo que se adhiere bajo la piel del cuero cabelludo. A pesar de ir bajo la piel, el implante se coloca de forma no invasiva en la zona.
Foto: Unsplash - National Cancer Institute
Este dispositivo envía suaves impulsos eléctricos a la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, la zona del cerebro donde, según las investigaciones, tiene su origen la depresión.
Estos impulsos eléctricos se realizan una vez al día durante unos 15 minutos.
Se trata de aplicar una especie de tratamiento crónico, una "medicación" diaria pero en forma de estímulo eléctrico.
La llamada "píldora digital" de Inner Cosmos se usa a través de una app que, además, ofrece gráficos y lecturas del estado de ánimo del paciente y ayudan a una monitorización continua.
El impacto del ensayo ha sido tal que Inner Cosmos tuvo la aprobación de exención de dispositivos de investigación de la FDA (U.S. Food and Drug Administration) para comenzar a implantar el dispositivo en humanos. Aunque queda todavía camino por recorrer para comprobar si este mecanismo es efectivo al 100%.
Foto: Unsplash - National Cancer Institute
Inner Cosmos ha sido la primera empresa tecnólgia en usar este tipo de implantes directamente en el cráneo de una persona para un tratamiento de este tipo. El objetivo es que el implante final que lancen sea incluso más pequeño que el de los ensayos en humanos.
Foto: Unsplash - National Cancer Institute
De ir todo bien, el implante de Inner Cosmos supondría un cambio de paradigma: tratar los problemas de salud mental con hardware en vez de por el método tradicional de la psicología, psiquiatría y fármacos. Esperanzador aunque (insistimos) todavía no se llegó a la meta, hablamos de ensayos. Y, de momento, si alguien siente síntomas de depresión, puede confiar en los actuales tratamientos médicos que prescriben los profesionales, que funcionan en muchos casos.
Foto: Unsplash - Volodymyr Hryshchenko
ADEMÁS: Lleva sin ducharse 25 años y esto es lo que ha aprendido