Ranking: los jugadores más 'sucios' de la NFL que han ganado la Super Bowl

A algunos jugadores les gusta imponer su voluntad sobre otros equipos gracias a sus habilidades y talento, a otros les gusta dejar huella en el contrario empleando la fuerza bruta. De este último grupo, algunos jugadores se han ganado una reputación por pasarse de la raya. A continuación, echemos un vistazo a los jugadores más 'sucios' de la NFL que han logrado ganar la Super Bowl.

El golpe más sucio de Polamalu probablemente tuvo lugar cuando jugaba en el fútbol universitario y tumbó a un adversario que había realizado una captura justa durante una llegada de balón desde el campo contrario. Ya en la NFL, Polamalu no siempre jugó sucio, pero sí estaba dispuesto a dar leña. Aun así, en 2010, fue votado como el noveno jugador más 'sucio' de la competición, según una encuesta de Sports Illustrated.

Sample escribió una autobiografía cuando se retiró, algo que no es inusual. Lo que sí descuadró un poco fue su título "Confesiones de un Jugador de Balón Sucio". Si estás dispuesto a definirte así en tu propio libro, seguramente te hayas ganado en tu carrera una reputación como deportista que suele jugar sucio. Sample jugó para los Baltimore Colts en la Super Bowl III, un partido que recibió el sobrenombre de "El Mejor Partido Jamás Jugado".

Hines Ward era un grande de los Pittsburgh Steelers y fue dos veces campeón de la Super Bowl. Su rendimiento como recibidor solo podía compararse con su voluntad de bloquear a los oponentes que molestaban a sus compañeros de equipo. Por desgracia, era más conocido por su bloqueo, ahora ilegal, conocido como 'crack-back', que noqueó a muchos contrincantes desprevenidos.

Aqib Talib era un gran defensa y una parte crucial del éxito defensivo de los Denver Broncos en la Super Bowl 50. El jugador era conocido por su rivalidad con Michael Crabtree, con quien tuvo más de un roce en el terreno de juego. Nunca tuvo miedo de enfrentarse a sus oponentes y siempre estaba dispuesto a las confrontaciones físicas. Para ser sinceros, era un jugador muy entretenido de ver.

Según ClutchPoints, Harrison fue votado como el jugador más 'sucio' de la NFL en tres ocasiones a lo largo de su carrera, algo que ya de por sí es impresionante. Harrison infundía miedo en el corazón de sus contrarios gracias a sus placajes en el medio del campo, golpes que seguramente se considerarían falta hoy día.

Jack Tatum es otro jugador que jugaba como 'safety' de nuestra lista y que era conocido por sus duros golpes. El momento más bajo de Tatum fue cuando dejó paralítico a Darryl Stingley en un partido de la pretemporada por un golpe brutal, una acción por la que supuestamente nunca se disculpó. The New York Times lo describe como un "símbolo del juego violento", una afirmación que parece justa.

Hemos utilizado el mote de Joe Greene en la galería, ya que creemos resume a la perfección qué clase de jugador era. En la NFL de los 70, ganarte el apodo de "Mean Joe" (Malvado Joe), te convertía en un jugador muy bronco. Aunque la mayor parte de sus acciones se mantenían en la legalidad del juego, era conocido por escupir a sus oponentes, algo por lo que le hemos perdido algo de respeto.

Kilo por kilo, puede que James Harrison sea el jugador más fuerte de la historia de la NFL, aunque Larry Allen también estaría en la contienda. Harrison utilizaba toda su fuerza para infundir miedo en sus adversarios, lesionando repetidamente a los jugadores del equipo contrario si se atrevían a acercarse a él. También se mostraba muy contrario al cambio de normativas que intentaban hacer que el deporte fuera más seguro…

Ndamukong Suh es un nombre con mucha fuerza que se compara con la violencia con la que el jugador destacaba en sus días en el fútbol americano. Suh tuvo muchos encontronazos durante su carrera, en los que se dedicó a pisar la cabeza de sus contrincantes, o algunas veces, incluso, su entrepierna. Un gran jugador que, sin embargo, estaba dispuesto a cruzar la línea. Aun así, nadie puede rebatir que Suh se mereciera ser ganador de la Super Bowl.

Romanowski ganó cuatro Super Bowls con los San Francisco 49ers y los Denver Broncos, y es innegable que era un gran jugador. También era conocido por ser protagonista quizás de las jugadas más sucias de este deporte. Tanto por sus golpeos a destiempo, como sus escupitajos o peleas con sus propios compañeros de equipo, Romanowski siempre estaba cruzando los límites en algún sentido.