La enorme herencia que Jan Ullrich ha dejado a su sobrino Georg Steinhauser
Dice el refrán que "de tal palo tal astilla" y, en el mundo del deporte, no son pocos los hijos que siguen los pasos de sus padres -con mayor o menor éxito-. Buen ejemplo de ello es Georg Steinhauser (Lindenberg im Allgäu, Alemania, 21 de octubre de 2001), hijo del ex ciclista Tobias Steinhauser y sobrino político de toda una eminencia del pelotón como fue Jan Ullrich.
Con 22 años y en la primera Gran Vuelta de su carrera profesional sobre la bicicleta, el Giro de Italia 2024, el joven Steinhauser ya ha mostrado maneras, especialmente con su victoria en el Passo del Brocon, en la etapa 17 de la ronda italiana que concluyó finalmente en el puesto 33.
Desde niño, Georg Steinhauser ha vivido el mundo del ciclismo de muy cerca, hasta el punto de que se podría decir que es un deporte que corre por sus venas. En primer lugar, de manos de su progenitor, al que vimos correr entre 1996 y 2005 en conocidos equipos como Vitalicio Seguros, Mapei-Quick Step, Gerolsteiner, Coast/Bianchi o T-Mobile.
Y fue en esos dos últimos equipos, Coast/Bianchi y T-Mobile, cuando Tobías Steinhauser se convirtió en gregario de lujo de su compatriota Jan Ullrich. Era el encargado de ayudarle a luchar por la victoria sobre la bicicleta y dieron pie a una estrecha amistad que terminó en el matrimonio de Ullrich con su hermana, Sara Steinhauser.
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Con ella, Ullrich estuvo casada entre los años 2006 y 2018, es decir, desde que Georg tenía 5 años hasta los 17. Toda su infancia y juventud y toda la época de formación como ciclista, tuvo muy cerca de él a dos de los más conocidos ciclistas del pelotón internacional de la época.
Y fue algo que el joven Georg Steinhauser no vio precisamente desde la distancia, porque, como contó a Eurosport, Ullrich fue un auténtico referente para él con el que tuvo una "relación muy estrecha", y su trabajo y el de su padre fueron fundamentales para continuar con el legado familiar que parece que mantendrá vivo.
"Para mí era como si fuera un tío. No entendía que sus logros fueran importantes; era como un tío con el que jugaba. Era normal. El ciclismo no tenía importancia cuando estábamos juntos", contó en Eurosport. Pero, al final terminó teniéndola… y se convirtió en su meta profesional.
Desde muy pequeño, Georg Steinhauser se formó para convertirse en profesional del mundo del ciclismo, algo que ha alcanzado finalmente a pesar de sufrir una importante lesión de rodilla y de que no dio su salto al profesionalismo hasta que no terminó sus estudios universitarios de metalurgia.
Antes de dar ese paso, Steinhauser perteneció, entre 2020 y 2021, al Tirol KTM Cycling Team, equipo austriaco de los Circuitos Continentales UCI, donde comenzó a dar sus primeros pasos al más alto nivel dentro del mundo del ciclismo y donde consiguió sus primeros éxitos sobre la bicicleta, ganando una etapa del Giro del Valle de Aosta y quedando segundo en el Tour de Bulgaria.
Pero fue en el año 2022, aún con 20 años, cuando el joven ciclista alemán se incorporó a la UCI World Tour, la máxima categoría del ciclismo en ruta que incluye las tres Grandes Vueltas -Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España-, de la mano del equipo estadounidense del EF Education-EasyPost.
Como recuerdan en la web de EF Education-EasyPost, uno de los momentos más destacados del inicio de su carrera coincidió con la etapa final del Tour de los Alpes de 2023, en la que trabajó para ayudar a su compañero de equipo Simon Carr en su escapada y a ganar aquella carrera en la que él quedó en segundo lugar.
Ese mismo año 2023, en la Ruta de Occitania, carrera que se desarrolla al sur de Francia, Georg quedó tercero en la clasificación general y ganó el maillot de mejor corredor joven. Aunque no sería hasta el mes de mayo de 2024 cuando se convirtió en noticia con su gran victoria en el Giro de Italia, superando en esa etapa nada menos que al esloveno Tadej Pogačar.
"Sencillamente, me concentré en la carretera, que estaba superresbaladiza por la lluvia. No salí de mi zona”, dijo en la meta el ciclista bávaro del EF tras esa primera victoria como profesional, quien añadió "Solo me puse nervioso cuando oí por la radio que Pogačar se movía detrás. Supe que no podía relajarme ni un minuto".
En lo personal y en los momentos en los que no está compitiendo, al ciclista alemán le gusta también montar en bicicleta en sus momentos de ocio y practicar esquí esquiador, todo ello sin olvidar sus entrenamientos. "Su sesión de entrenamiento favorita es hacer intervalos por encima y por debajo de su umbral", explican desde su club.
En la web del EF Education-EasyPost también ponen en valor el gran futuro que tiene por delante destacando las grandes virtudes con las que cuenta como ciclista: "Sobre la bicicleta, se está convirtiendo en un todoterreno con una gran capacidad tanto para escalar como para contrarreloj".
La herencia recibida no puede llevar a equívocos y el alemán, sin duda, lleva el ciclismo en la sangre. Un deporte del que ha mamado desde niño y del que hoy puede disfrutar como profesional dentro del pelotón internacional, dando paso a una nueva generación de corredores. En su caso, el tiempo dirá si alcanza los logros que un día consiguieron Tobias Steinhauser y Jan Ullrich.
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