El oscuro pasado de Hulk Hogan

Para quienes eran, han sido y siguen siendo aficionados a la lucha libre, si hablamos de WrestleMania, hay un nombre que inmediatamente les vendría a la cabeza: Hulk Hogan.

En los años 80 y 90, 'The Hulkster' estaba por todas partes. De hecho, se convirtió en un personaje tan popular que, casi sin ayuda, llevó a la lucha libre profesional a lo más alto, convirtiéndola en un entretenimiento de masas.

Hulk Hogan era un artista enigmático y carismático. La 'Hulkmania' hizo crecer al wrestling en popularidad y dio pie al nacimiento de la 'WrestleMania', con enfrentamientos tan memorables como el que Hulk Hogan tuvo en 2002 con 'The Rock'- en 'WrestleMania X8' y que los fans recordarán durante décadas.

Su carrera estuvo llena de momentos de brillantez, momentos para la historia de la lucha libre profesional, como el que se pudo ver en 'WrestleMania III', el 29 de marzo de 1987. Aquella escena en la que Hulk Hogan golpeaba a André El Gigante quedó para siempre como una imagen icónica de este deporte.

Hulk Hogan trepó hasta la cima del wrestling de una manera que otros iconos modernos de este deporte, como John Cena o 'The Rock', ni pudieron soñar en sus mejores años sobre el ring. Pero, sin embargo, ellos son mucho más recordados de lo que hoy es Hogan y existen razones de peso para ello...

Vamos a conocer la problemática historia de Hulk Hogan y por qué el mundo de la lucha libre no está muy interesado en recordar su legado.

Una de las mayores críticas que ha recibido Hogan, cuyo auténtico nombre es Terry Bollea, es de sus antiguos compañeros -que son muchos- que siempre han hablado sobre lo mal que 'The Real American' trataba la zona del backstage.

Según muchos de ellos, Hogan solo pensaba en sí mismo. No le gustaba nada que sus compañeros quedaran bien sobre el ring y cualquier propuesta dirigida a buscar a nuevos y prometedores campeones del wrestling, en el mejor de los casos, fue estudiada en profundidad por 'The Hulkster'.

A Hogan le encantaba ser la estrella del espectáculo y todo el cariño de los aficionados por ser el rostro más reconocible de la lucha libre profesional. Siempre se mostró reacio a ceder su título y, a menudo, se negaba en rotundo a hacerlo si eso no le favorecía de alguna manera.

Esto llevó a que se produjeran de forma frecuente confrontaciones incómodas entre guionistas, luchadores y el director ejecutivo de WWE, Vince McMahon, quien a menudo terminaba poniéndose del lado de Hogan por temor a perder a su gran estrella

La cosa fue incluso más allá de eso. Hogan tenía sus propios luchadores fetiche, entre los que se encontraban los Nasty Boys, Hacksaw Duggan, Honky Tonk Man o Brutus 'The Barber' Beefcake. Y es que, ellos siempre hacían lo posible porque quedara lo mejor posible sobre el ring, por lo que se aseguraba de que fueran los primeros de su lista de oponentes.

Si no estabas de su lado, estabas contra él. Y han sido muchos los luchadores que, a lo largo de los años, han hablado de sus problemas con Hogan, entre los que están Bret Hart, Jesse Ventura, Scott Steiner, Shawn Michaels, Sid y el promotor Jim Cornette, según thesportster.com.

En 1994, Vince McMahon fue llevado a juicio acusado de distribuir esteroides entre sus luchadores. Hogan se vio obligado a testificar y confesó que, de hecho, él también había usado esteroides para su desarrollo físico, según informó el periódico The New York Times.

Fue un gran golpe para la imagen y la credibilidad de Hulk Hogan, que siempre había mantenido que su físico había sido moldeado de forma 100% natural (vitaminas, oraciones, creer en uno mismo, etc.). Fue a partir de entonces cuando perdió el favor de sus fans, que dejaron de verlo de la manera que lo hacían antes.

En 1998, Hulk Hogan lanzó la bomba en el en programa 'The Tonight Show with Jay Leno': anunciaba su retirada de la lucha libre profesional y lo hacía con la intención de convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos.

Aquella noticia suscitó un gran interés y, rápidamente, los medios de comunicación empezaron a darle su espacio para hablar de sus planes de futuro al frente de los Estados Unidos. Sin embargo, el problema de todo aquello es que la gente de dio cuenta de inmediato que aquello era algo que no estaba a su alcance, porque Hulk Hogan tenía poco conocimiento del mundo de la política, según apunta wrestlinginc.com.

En 2007, la noticia fue que Hulk Hogan y su esposa de 24 años, Linda, se divorciaban. Al principio el tema sorprendió a todos,  ya que la familia del exluchador, incluida ella, triunfaban por aquel entonces en el reality 'Hogan Knows Best'. Pero claro, eso era la televisión y la realidad era que tenía una aventura con la mejor amiga de su hija, Christine Plante.

La noticia tuvo aún más eco entre los medios sensacionalistas en el momento en que Christine Plante confirmó su relación con Hogan en The National Enquirer y a pesar de que él lo desmintió en su libro 'Mi vida fuera del ring'. Su hija Brooke, mientras tanto, publicó cómo se sentía por todo aquello en su cuenta de MySpace.

Y por si todo aquello fuera poco, en 2015 se filtraron unas cintas grabadas en 2007 en las que realizaba comentarios racistas. “Supongo que todos somos un poco racistas”, decía Hogan mientras lamentaba que su hija saliera con un joven afroamericano del que hablaba de forma despectiva refiriéndose a él por su color de piel, según cuenta wrestlinginc.com.

Pero lo que más daño le hizo a 'The Hulkster' fue su despido fulminante de la WWE a causa de este escándalo, a lo que se sumó que se eliminó su nombre del Salón de la Fama de la WWE. Hogan se disculpó por aquel arrebato racista, pero el daño ya estaba hecho.

Sin embargo la polémica ha regido rodeando a la figura de Hulk Hogan. A pesar de alejarse del foco mediático después de todo aquello, hizo todo lo posible por regresar... y lo consiguió de la peor manera posible, a través de su página de Facebook abanderando el negacionismo por la vacuna contra la Covid-19.

En enero de 2022, según informó Newsweek.com, Hogan respondió en Facebook a un fan que le preguntó sobre las recientes muertes de celebridades como Betty White, de 99 años, vinculándolas a la vacuna contra la Covid-19. "Están cayendo como moscas, pero nunca dirán eso”, decía en su publicación.

Lo que hemos visto hasta ahora han sido quizás sus peores momentos, pero hay muchos más: insultos homófobos, acudir desnudo con su hija a sesiones de fotos o aquel momento en el que bloqueó la creación de un sindicato de lucha libre.

Toda esa colección de anécdotas negativas, dejan claro que si la WWE tiene una relación incómoda con Hulk Hogan, es porque tiene buenas razones para ello.