Viktor Bout, el traficante de armas que Biden entrega a Rusia en un canje de prisioneros

Jueves 8 de noviembre de 2022. The New York Times titula: "Britney Griner es liberada en un intercambio de prisioneros con Rusia". Como pieza fundamental en el canje para lograr la libertad de la estrella estadounidense del baloncesto, Viktor Bout (en la imagen, en el centro y con bigote), quien cumplía una condena de 25 años en una cárcel estadounidense por vender armas a las FARC, el ahora disuelto grupo guerrillero colombiano. Hablamos del legendario "mercader de la muerte". Ahora vuelve a casa.

Se le consideró el mayor traficante de armas del mundo y, en realidad, fue cazado por un asunto "menor" ya que esa venta de armamento a las FARC que le llevó a juicio no es nada comparado con sus operaciones en varias guerras africanas. Ahora Putin logró abrir su celda y devolverle a Rusia.

Actualmente Viktor Bout tiene 55 años y cumplió la mitad de su condena. Fue sentenciado en 2012 por un tribunal neoyorquino. Cuando se le condenó dijo a través de su abogado: "Esto no acaba aquí". Un inesperado giro de los acontecimientos (con la guerra de Ucrania como telón de fondo) le da la razón.

Viktor Bout es devuelto a Rusia para liberar a Brittney Griner (en la imagen), estrella femenina del baloncesto condenada en Moscú por posesión de drogas en un juicio que la administración estadounidense considera una suerte de venganza por la posición de Biden en la guerra de Ucrania.

Rusia siempre ha mantenido que la condena de Viktor Bout en Estados Unidos fue "parcial" e "infundada".

En un artículo publicado en Foreign Policy, Michael Braun (ex jefe de operaciones de la DEA) escribió sobre Viktor Bout: "Se cree era un ex oficial de la dirección de inteligencia militar de Moscú, el GRU, y comenzó a comerciar con armas de fabricación soviética en la década de 1990".

Añade Michael Braun: "Para 2003 se había convertido en el traficante más importante del mundo, inundando de armas a organizaciones terroristas, grupos insurgentes, cárteles del narco y regímenes rebeldes".

Por cierto, que Michael Braun (desde la autoridad que le da haber sido dirigente de la DEA y conocer bien a Bout) se muestró contrario a la entrega del traficante: "Antes de devolver a Viktor Bout a los brazos de Moscú, espero que Biden piense detenidamente sobre la amenaza que este canje podría representar para los intereses de EE. UU." Biden no hizo caso a este experto.

Viktor Bout nació en 1967 en Dusambé, localidad de la república ex soviética de Tayikistán. Ingresó en el ejército y, según los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos, fue espía del KGB. Él siempre lo ha negado.

Otra parte de su leyenda es su inmensa habilidad para aprender idiomas: se dice que domina inglés, francés, portugués, uzbeko y diversas lenguas africanas.

Súmese a ese retrato legendario el que siempre se ha atribuido a este traficante de armas un carácter amable, sosegado y poco dado a las explosiones de ira o los excesos.

La figura de Viktor Bout inspiró el personaje que interpretaba Nicholas Cage en 'Lord of War' (2005). Un hombre tranquilo que se dedicaba a vender lanzamisiles como si fuera un trabajo de oficina.

Claro que más allá de la leyenda o su personaje hollywoodiense están los miles de muertos que Viktor Bout cargaría a sus espaldas. Salvo si atendemos a su propio relato, en el que se declara inocente de toda culpa.

A Viktor Bout se le atribuye haber vendido armas a Al Qaeda, a los talibanes, a dictadores africanos como Mobutu Sese Seko, Charles Taylor o Gadafi... En su papel de hombre de negocios no aplicaba ningún principio de discriminación moral o política ante un buen cliente.

Claro que Viktor Bout también estuvo, a veces, en el lado correcto: en su trayectoria se incluye una colaboración con el gobierno francés en una misión humanitaria en Ruanda y otras operaciones humanitarias con instituciones como el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Quien pagase, obtenía su ayuda.

También se ha destacado mucho en sus diversas biografías periodísticas el modo en que Viktor Bout solía situarse en ámbitos de alegalidad: sin vulnerar exactamente las leyes cuando vendía armas a ciertos gobiernos.

Su habilidad para salir indemne de su notoria actividad como vendedor de armas al mejor postor le valió que se le apodara "el intocable".

No es que Viktor Bout estuviese protegido explícitamente por el gobierno ruso en sus actividades pero su pasado en el ejército de su país y, se supone, ciertos contactos, le hacían aparecer como un elemento de algún modo cercano a la órbita del poder en Rusia.

Viktor Bout cayó en una trampa que le tendieron en Tailandia. En una operación conjunta entre varios países, agentes policiales se hicieron pasar por guerrilleros de las FARC.

The New York Times fue quien, en su momento, adelantó "Estados Unidos y Rusia listos para negociar la liberación de Griner" y en ese artículo detallaba que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estaría implicado en esa negociación y se ha reiterado que el nombre de Viktor Bout está sobre la mesa.

La esposa de Viktor, Alla Bout, es una de sus grandes defensoras. Sobre sus visitas a América Latina durante la década de los 2000, ella aseguró que su marido no iba a establecer relaciones con las guerrillas sino a recibir lecciones de tango, según queda relatado en una crónica de la BBC.

¿Y ahora qué? Una vez regrese a territorio ruso, ¿qué sucederá con Viktor Bout? ¿Cuál es el interés de Putin en este hombre? Comienza un nuevo capítulo en la historia de un personaje que parece más fruto de la ficción que de la realidad.

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