Terrorismo en Europa: ¿cada vez preocupa menos?
Entre la pandemia, la guerra en Ucrania y la inflación, hay quien no sitúa al terrorismo entre sus principales preocupaciones. Sin embargo, en las dos últimas décadas, la amenaza terrorista en Europa ha seguido presente.
De hecho, los inicios del siglo XXI estuvieron llenos de atentados con numerosas víctimas producidos en algunas de las capitales europeas más importantes, como Madrid, Londres o París, y por otros menos letales pero no por ello menos importantes.
El terrorismo yihadista, un fenómeno importante durante la década de 2010, particularmente en Francia, se ha visto frenado por el declive del Estado Islámico y por el despliegue de sistemas antiterroristas más eficaces.
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¿Ha desaparecido realmente la amenaza terrorista a mayor escala en Europa o simplemente ha pasado a un segundo plano en los medios de comunicación?
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Según el Índice de Terrorismo Global, publicado por el 'Instituto para la Economía y la Paz' (un grupo de expertos con sede en Sydney), el año 2022 significó un descenso para el terrorismo en todo el mundo. Con unas cifras especialmente bajas en Europa desde 2015.
En total, en 2022 se registraron 28 atentados (perpetrados, fallidos o frustrados) en el territorio de la Unión Europea, según datos del informe "TE-SAT" sobre terrorismo, elaborado por 'Europol'.
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Con 12 y 6 ataques registrados respectivamente, Italia y Francia son los dos estados europeos más afectados, seguidos de Grecia (4) y Bélgica (3). Muchos países de la UE no han sufrido ningún ataque de este tipo.
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Las investigaciones relacionadas con estos actos dieron lugar a la detención de 380 personas en territorio de la UE, de las cuales 109 tuvieron lugar en Francia, 75 en Alemania y 48 en España.
A pesar de esta disminución a largo plazo, ¿está empezando a reanudarse el riesgo de terrorismo? Con 18 actos registrados, el número de ataques planeados en la Unión Europea fue menor en 2021 que en 2022.
Con 13 atentados de 16, el terrorismo ultraizquierdista y anarquista lleva una gran ventaja en territorio europeo en 2022. Los actos suelen adoptar la forma de ataques premeditados y selectivos contra la policía.
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Además, otros dos atentados fueron perpetrados por terroristas islamistas y otro fue atribuido a la ultraderecha.
Aunque son menos numerosos, los ataques cometidos por estos grupos fueron todos mortales: se usaron cuchillos y el estrangulamiento, en el caso de los yihadistas, y armas de fuego, en el caso de la extrema derecha.
Así es la ola de ultraderecha que amenaza con inundar Europa
Menos publicitados que los ataques islamistas, fueron los cometidos por movimientos etnonacionalistas o separatistas los más numerosos entre 2010 y 2019, según datos del Consejo de la Unión Europea. Sin actos perpetrados el pasado 2022, esta forma de terrorismo parece estar en fuerte declive.
El informe de Europol destaca el papel de Internet en el reclutamiento de terroristas: "Además de las plataformas de redes sociales, las aplicaciones de mensajería de acceso abierto, los foros en línea y las plataformas de videojuegos, las plataformas descentralizadas parecen haber ganado popularidad en los círculos terroristas y extremistas violentos".
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Como señala la 'Fundación Jean-Jaurès', un grupo de expertos francés, la propaganda de extrema derecha también opera en el mundo real, como por ejemplo, en clubes de deportes de combate, conciertos o manifestaciones. De tal manera, que complica la tarea de las fuerzas antiterroristas.
Europol señala los "intereses comunes" y las "prácticas comunes" de los grupos de extrema izquierda y extrema derecha, como "la explotación de los mismos temas, el uso de los mismos entornos digitales y la adopción de técnicas similares para la distribución de contenido".
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Además, la desinformación es un vector esencial en el reclutamiento de terroristas en ciernes. Los relatos distorsionados de la guerra en Ucrania, por ejemplo, han tenido un papel importante en los círculos de extrema derecha.
De hecho, la amenaza de la ultraderecha es cada vez más apremiante en el continente. Europol informa de 29 detenciones de activistas pertenecientes a este movimiento en Francia en 2021, frente a unas 5 en 2020. La cifra aumentó de 1 a 18 en un año en Italia.
En cuanto al terrorismo islamista, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, expresó su alarma durante un viaje a Nueva York en mayo de 2023: "Para los europeos y para Francia, el principal riesgo es el terrorismo islamista sunita", según sus declaraciones recogidas por France Info.
Afirmando que "el riesgo se ha reanudado", el político habló de "la reconstitución de las células del Daesh", una amenaza importante, ya que Francia acogerá los Juegos Olímpicos de verano en 2024.
La radicalización religiosa y el extremismo político siguen siendo un terreno fértil para el terrorismo en Europa, donde esta amenaza es multifacética y difícil de aprehender. Sin embargo, esperemos que los ataques más cruentos hayan quedado realmente atrás.
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