"¡Si son tan amables de salir de las aguas termales, hay una erupción de lava y tenemos que irnos ya mismo!"
Lo que podría parecer una frase legendaria del guión de alguna comedia de finales de los 90, ha resultado ser la complicada realidad de las 700 personas que han sido evacuadas de 'Blue Lagoon', las famosas aguas termales de Islandia.
La erupción que ha comenzado en el cráter de Sundhnjúkagígar, situado al norte de la ciudad de Grindavík, también evacuado, ha formado una fisura de casi 4 kilómetros que ha obligado a tomar medidas extremas, tal y como ha informado la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO).
Según este organismo, esta erupción es la cuarta que se produce en la península de Reykjanes desde octubre de 2023 y la más fuerte de todas. Una erupción que se inició el sábado 16 de marzo, en plena noche, formando rápidamente la mencionada fisura.
De hecho, en poco más de dos horas desde el inicio de la erupción, la lava estaba ya a escasos 200 metros de la ciudad de Grindavík, desplazándose a una velocidad de 1 km/h, como ha confirmado el geofísico Magnús Tumi Guðmundsson, en la cadena de televisión RÚV.
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Curiosamente, la península de Reykjanes no cuenta con un volcán canónico que aglutine las erupciones, sino que tiene una zona concreta en la que la lava fluye por pequeños y reconocibles conos.
El experto avisaba que viendo la tendencia de la lava, "no pasará mucho tiempo antes de que fluya sobre la carretera Grindavíkurvegur", por lo que era imprescindible evacuar a todo el mundo.
Junto a los vecinos de la localidad, se evacuaron a los 700 turistas que en ese momento había en 'Blue Lagoon', según ha confirmado Bjarney Annelsdóttir, alto cargo policial a RÚV.
La Laguna Azul es uno de los atractivos turísticos más importantes de Islandia. Un entorno que, a pesar de haber sido creado en 1976, tiene toda la apariencia de ser natural.
Se trata de una zona de aguas termales en la que el agua, que es renovada de forma constante, permanece siempre a 39 grados, pues el calor del magma calienta el agua de forma permanente, mientras que las rocas de lava porosa se encargan de filtrarla y limpiarla.
Obviamente, si el magma es uno de los elementos clave en el turismo, corres el riesgo de que ocurra lo que ha ocurrido y pasar de estar relajado en un spa casi natural a jugar a 'The Floor is Lava' en la vida real.