Rechazo al Vaticano, inmuebles a la venta y monjas excomulgadas: ¿qué pasa en este polémico convento español?
¿Qué puede perturbar la paz de un convento del siglo XV en un pequeño municipio de Burgos (España)? La respuesta está en las propias monjas que están ahí y su querella contra la Iglesia Católica. Desde mayo, un grupo de monjas clarisas se enfrenta a la Santa Sede y lucha por seguir viviendo en la propiedad eclesiástica.
(Foto: Instagram / @tehagoluz)
Las monjas clarisas de Belorado y Orduña son famosas por sus dulces y chocolates, pero ahora también se hicieron conocidas por ser las primeras de España en protagonizar un cisma con la Iglesia Católica, como informa El Diario.
(Foto: Instagram @elobradordelconventoclarisas)
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En mayo, las clarisas publicaron un comunicado al que llamaron "Manifiesto Católico" donde exponen su rechazo a la iglesia conciliar y su unión a la Pía Unión de San Pablo Apóstol, una organización creada por el obispo excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco y considerada una secta por el Vaticano. Los participantes son sedevacantistas y no reconocen a ningún pontífice desde Pío XII.
Pablo de Rojas Sánchez-Franco, quien ahora tutela a las clarisas de Belorado, fue excomulgado por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en 2019. Su Pía Unión de San Pablo Apóstol sigue los principios más rigurosos de la Opus Dei, rechaza el Concilio Vaticano II y cuenta con aproximadamente 500 fieles de toda España, como informa Huffpost.
(Foto: Instagram / @piauniosanctipauliapostoli)
Sin embargo, la tensión parece tener origen no en las diferentes creencias de los grupos involucrados, sino en una disputa por la compra y venta de propiedades por las monjas clarisas. Las religiosas tuvieron prohibida por la Santa Sede la venta de un convento en Bizkaia para cumplir con los pagos del monasterio de Orduña, según Huffpost.
Sintiéndose perseguidas y abandonadas por el Vaticano, el 8 de mayo, las monjas publicaron su manifiesto firmado por Sor Isabel de la Trinidad, abadesa del convento, donde explican las razones de su ruptura con la iglesia y exponen diversos hechos que consideran como herejía de los papas que vinieron después de Pío XII.
“Nos van a denominar herejes y cismáticas, locas y muchas cosas más, muy calumniosas y desagradables, no los creáis; al menos por esta vez, que no os engañen”, aseguran las monjas en su manifiesto, según El Diario.
Debido a la gran procura de los medios de comunicación, las monjas clarisas también disponen ahora de un portavoz: el ex barman Fran Ceacero. Ceacero, que se hizo sacerdote por la Pía Unión de San Pablo Apóstol, ahora lleva el nombre de Don José, pero años antes fue un conocido coctelero en Bilbao, según cuenta El Heraldo.
El pasado sábado 22 de junio, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha decidido excomulgar a 10 de las 15 monjas que se rebelaron contra el Vaticano. Debido a la excomunión, Iceta solicitó que las religiosas entregaran las llaves del convento y se marcharan. "No son monjas, son exmonjas. ¿Y qué hacen unas exmonjas en un convento de clausura?”, declaró Iceta.
Las monjas decidieron quedarse y afirman que al haberse separado ellas mismas de la iglesia conciliar, el derecho canónico ya no pesa sobre ellas. Según El País, las religiosas siguen renegando las órdenes del arzobispado.
Al no obtener respuesta de las monjas, el arzobispo ha afirmado que se tomarán acciones judiciales en el caso de que no se marchen en un "plazo prudencial". Este plazo no fue establecido. Las religiosas también han decidido recurrir a las vías legales y serán representadas por un bufete de abogados cántabros para intentar una solución "pacífica y extrajudicial al conflicto", como informan en su Instagram.