Razones por las que Putin no puede ganar la guerra
Son muchos los analistas que coinciden en señalar que, visto cómo se han desarrollado hasta ahora las cosas, Putin no podrá declararse vencedor de la guerra de Ucrania. Pero ¿por qué? ¿No es Rusia una potencia militar de primer orden capaz de derrotar al pequeño país que lidera Zelenski?
El profesor británico Michael Clarke, experto en temas de Defensa del King's College de Londres, sostuvo en un artículo para la web de la BBC que Putin sólo tenía como opciones "diferentes tipos de derrota".
La teoría de Michael Clarke es que los éxitos militares rusos de los últimos tiempos (en Georgia, Siria, Libia, Malí o la toma de la península de Crimea) contaron con dos factores: rapidez mediante empleo de fuerzas de élite (véase Crimea ) y empleo de fuerza brutal ante la indiferencia internacional (Siria o Libia).
Pero con Ucrania, siempre según Michael Clarke, Putin mordió algo demasiado grande como para ser tragado rápidamente. Hubo un intento de invasión relámpago que falló y después la guerra se alargó con el mundo entero observando cada movimiento. No es fácil repetir las brutalidades cometidas en Siria y que nadie se entere.
Ante la posibilidad de una derrota que quiebre su imagen ante los rusos e, incluso, de ser perseguido como criminal de guerra, según Michael Clarke, a Putin sólo le quedaría "jugar con la peligrosa idea de que Rusia se enfrenta a una 'Gran Guerra Patriótica 2.0' con el resto de Europa".
La imposibilidad de ganar esta guerra parte de una equivocación que Andrea Kendall-Taylor (directora del Programa de Seguridad Transatlántica en el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense) explicaba así a The New York Times: "Putin creía que podían llegar a Kiev, decapitar al régimen y que todo el país caería como un castillo de naipes".
Tal y como apunta Andrea Kendall-Taylor y otros autores, Putin malinterpretó la realidad ucraniana. Creyó que Zelenski era un líder débil que cedería y que hallaría apoyos sobre el terreno. Ninguna de las dos cosas sucedió.
Y luego está lo difícil que es invadir un país y mantenerlo ocupado por la fuerza. Se requiere una enorme cantidad de fuerzas. Sea en Afganistán o en Irak, jamás ha funcionado una ocupación duradera si la resistencia de la población local persiste.
En un artículo de Politico se cita la opinión de Mark Galeotti, autor británico especializado en Rusia: "Putin ha pasado de preguntarse '¿cómo gano'? a plantearse '¿cómo no pierdo?'
Putin, en palabras de Galeotti, estaría ejercitando la "paciencia estratégica". Ganar tiempo y ver qué si el enemigo flaquea.
En el citado artículo de Politico (titulado 'Putin está perdiendo: ¿y ahora qué?') son varios los expertos que alertan de cómo, ante la imposibilidad de los rusos de ganar sobre el terreno, se incrementen los ataques a infraestructuras y los sabotajes para que Ucrania y otros países europeos queden sin electricidad, internet, etc.
Putin, acorralado, probaría una especie de "ampliación del campo de batalla" que implicase ataques fantasma a infraestructuras que afecten a Europa. Como, presuntamente, habría hecho Rusia con el Nord Stream 2, inutilizado misteriosamente, sin que nadie haya reivindicado el supuesto ataque.
Y siempre está la amenaza nuclear. El pánico a una guerra atómica sigue funcionando. Y lo que, seguramente, mantiene a la OTAN, oficialmente, fuera del conflicto.
Y luego, entre las razones por las que Putin no puede ganar en Ucrania, está el factor humano. El heroísmo que ha demostrado el pueblo ucraniano.
Yuval Noah Harari, autor del best-seller 'Sapiens. Una breve historia de la humanidad', escribió en The Guardian: "Es probable que esta guerra dure mucho tiempo. (Podría) continuar durante años. Pero la cuestión más importante ya ha sido decidida.(...) Los ucranianos no quieren vivir bajo un nuevo imperio ruso. La pregunta que queda abierta es cuánto tardará este mensaje en penetrar tras los gruesos muros del Kremlin".
Pero igual que los expertos coinciden en que ganar en Ucrania es para Rusia, hoy por hoy, una quimera también añaden que Putin no puede firmar su rendición. Se juega su futuro como mandatario.
Así que la guerra continuará y Putin jugará la baza del frío y el desabastecimiento para castigar a Ucrania, intentará desestabilizar a Europa y emprenderá una huida hacia adelante que seguirá manteniendo al mundo en vilo.
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