Giro en el caso Ilaria Salis: la profesora italiana detenida en Budapest que mantuvo en vilo a Europa
Nuevo giro en el caso que mantiene en vilo a toda Europa. El de Ilaria Salis, la profesora italiana antifascista detenida en Budapest bajo la acusación de haber agredido a unos neonazis.
La activista ha conseguido un escaño en el Parlamento europeo tras las elecciones del pasado fin de semana y será eurodiputada con el partido italiano Alianza Verde - Izquierda, que logró el 6,7% de las preferencias.
El partido anunció hace más de un mes la candidatura de Salis en los comicios europeos, para que pudiera obtener la inmunidad parlamentaria que garantiza su liberación. La activista obtuvo más de 176.000 votos.
"Estoy lista para luchar", dijo Salis en una llamada telefónica con los representantes del partido tras recibir la noticia.
Para la activista, la historia ahora podría cambiar. La primera opción es la inmunidad parlamentaria, prevista por el Protocolo 7 sobre los privilegios y las inmunidades de la UE. Salis podría dejar los arrestos domiciliarios, y el juicio que pesa sobre sus espaldas podría suspenderse. Además, podría volver a Italia. Según sus abogados, la norma es retroactiva, eso es, vale también para los hechos ocurridos antes de la elección, tal y como explica Vanity Fair.
Sin embargo, las acusaciones contra la activista no decaen. Es más, el tribunal húngaro podría pedir al Parlamento europeo revocar la inmunidad. De hecho, hay una excepción en la que no puede aplicarse: eso es, si la acusada ha sido sorprendida en flagrante delito. Y las autoridades húngaras afirman poseer un vídeo que demostraría la supuesta culpabilidad de Salis. Si se presentara esta prueba, una comisión parlamentaria deberá analizarla, debatir y llegar a una decisión sobre la cuestión.
El pasado mayo, el tribunal le había concedido los arrestos domiciliarios que está cumpliendo desde Budapest.
Su familia, que siempre ha estado cerca de Salis, había alquilado un piso en la capital para que pudiera utilizarlo si le concedían los arrestos domiciliarios.
Para poder acceder a los arrestos domiciliarios, Salis ha tenido que abonar una fianza de 40.000 euros antes del 24 de mayo.
Además, está obligada a llevar una pulsera electrónica y puede dejar su alojamiento solo con el visto bueno de los jueces, tal y como explica la agencia italiana Agi.
Caso Ilaria Salis: la polémica detención de una profesora italiana que sacude a todo un continente
Cuando le concedieron los arrestos domiciliarios, el ministro de Justicia italiano, Carlo Nordio, se limitó a celebrar la decisión del tribunal de Budapest en el parlamento italiano. Por su parte, el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, valoró positivamente la medida: "Es mérito de la acción sinérgica, del gobierno y de nuestra embajada, que han trabajado intensamente, en silencio, sin hacer propaganda".
Sin embargo, tras la noticia, el padre de la italiana, Roberto Salis cargó contra el gobierno tal y como explica la agencia italiana Agi. "Pagamos al ministro de Justicia y Asuntos Exteriores para que trabaje para nosotros, no hemos visto ninguna actividad concreta por parte de estos dos ministerios para resolver el problema de Ilaria", dijo.
La mayoría de las formaciones políticas, que también celebraron esta noticia, resaltaron que todo ha sido gracias a los grandes esfuerzos de la familia de la profesora italiana.
Desde el principio, la oposición pidió al gobierno que se comprometiera para que Salis pudiera cumplir su pena en Italia, tal y como pidieron sus abogados.
Pero... ¿Qué ocurrió a Ilaria Salis?
Salis, de 39 años, además de profesora, también es activista antifascista. Durante más de un año estuvo en detención preventiva en una prisión de máxima seguridad en Budapest (Hungría).
En febrero de 2023 viajó a Budapest, en ocasión del Día del Honor, que reúne cada año a miles de militantes de extrema derecha de toda Europa.
En esos días, del 9 al 12 de febrero, varios militantes neonazis fueron golpeados y agredidos por personas con el rostro cubierto.
Unos días después, Ilaria Salis, junto a otros antifascistas, fue detenida y acusada de agredir a esos militantes, que nunca denunciaron a la italiana y que se recuperaron de las lesiones en pocos días. Además, la acusan de formar parte de una organización extremista de izquierda que planeaba la agresión.
Pese a declararse inocente, Salis se enfrentaría a una pena de 16 años de cárcel en Hungría. En Italia el mismo delito prevé cuatro años de reclusión. El país, guiado por el ultraderechista Viktor Orbán, fue condenado en 2015 por la Corte Europea de Derechos Humanos por graves violaciones de los derechos de los detenidos.
De hecho, desde el principio Salis denunció las condiciones inhumanas a las que la obligaban: sin contacto con su familia, con ratones, cucarachas y chinches en su celda, sin papel higiénico, ni jabón.
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Pero las imágenes más polémicas y que se hicieron virales se remontan a su comparecencia ante el tribunal, cuando salió con las manos y los pies esposados, con cadenas de metal sostenidas por un policía y una correa.
(Foto: Twitter TG3)