México se seca: alertan de un agravamiento de la crisis hídrica del país
Desde hace semanas, el agua se ha convertido en protagonista de los noticiarios y de las conversaciones en México. La crisis hídrica que atraviesa el país desde hace años se ha visto agravada por las consecuencias del cambio climático y las altas temperaturas que está sufriendo la nación.
Las agencias meteorológicas internacionales han advertido de que el mes de enero de 2024 fue el más cálido desde que hay registros. La Comisión Nacional del Agua de México (Conagua) detalló en el Reporte del Clima en México Enero 2024, que la temperatura media nacional fue de 16,6 grados celsius en el primer mes del año.
(Foto: Jezael Melgoza / Unsplash)
El mismo reporte señala también que las lluvias estuvieron por debajo de lo habitual en gran parte del país. Según la institución, el primer mes de 2024 fue el 17° enero más seco desde 1941.
México se encuentra ahora bajo los efectos de El Niño, un patrón climático natural, que provoca un aumento de la temperatura del océano Pacífico tropical y que influye en el clima en todo el mundo. En estos meses está afectando al país trayendo consigo temperaturas más altas, agravadas también por el cambio climático.
(Foto: Jeremy Stewardson / Unsplash)
Las escasas precipitaciones en el país preocupan a las autoridades y agravan la situación de las reservas hídricas. El Monitor de Sequía de Conagua revela que, a nivel nacional, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional alcanza el 59,86%, según los últimos datos disponibles de febrero.
El noreste, noroeste y el centro de México son las zonas más afectadas y donde se registra el nivel de sequía más grave, según el organismo.
(Foto: Web oficial Conagua)
El informe de Conagua también revela que el sistema Cutzamala, uno de los sistemas de suministro más grandes del mundo, se encuentra en tan solo el 39% de su capacidad total.
Este sistema distribuye agua también al Estado de México y a la Ciudad de México. De hecho, es responsable del 30% del suministro de agua a la capital del país. El restante 70% proviene de pozos, que también están en niveles bajos.
(Foto: Jezael Melgoza / Unsplash)
Ante la escasez de agua, el Gobierno de la Ciudad de México anunció a finales de enero que algunas alcaldías de la capital están sujetas a recortes en el suministro. Según el diario El País México, más de 200 barrios y colonias de la ciudad se han visto afectados por esta medida desde principios de año.
La urgencia de ahorrar agua y ante del fantasma del Día Cero, es decir, el momento en que ya no quede agua para nadie, el gobierno federal ha tomado riendas del asunto. El presidente Andrés Manuel Lopez Obrador avanzó la intención de excavar pozos alrededor de la capital para abastecerla.
Si bien se trata de una intervención necesaria, preocupa que se sigan sobreexplotando los acuíferos. Asimismo, expertos y asociaciones del sector piden a la administración una regulación y gestión uniforme de este recurso en el país y que se mejore su redistribución en todo el territorio federal.
El cambio climático y la sequía, de hecho, no son el único motivo del desabastecimiento que está viviendo México ni de la discriminación en el acceso al agua. La falta de inversión pública y de coordinación en la gestión de este recurso son otros de los motivos.
El Pais México explica que la Constitución plantea que sean los gobiernos municipales los encargados del servicio de agua potable. Sin embargo, se trata de las administraciones que gozan de menos recursos y las menos profesionalizadas.
La falta de coordinación y de una gestión centralizada han llevado además a que unos pocos gestionen un recurso tan valioso para el conjunto de la ciudadanía. Según los datos de 2022 de Conagua, el 75% del agua va a la agricultura.
La falta de presupuestos y recursos ha llevado también a un descuido de la infraestructura hídrica, ya de por sí obsoleta. Cada año un promedio del 46% de agua se pierde en fugas, según los medios mexicanos.
México se adentra ahora en la primavera, periodo en el que no suelen registrarse muchas precipitaciones, pero espera al verano, cuando suele verificarse el escenario opuesto al actual con la llegada de La Niña. Se trata de un fenómeno caracterizado por el enfriamiento del Pacífico oriental tropical y que suele traer consigo más lluvias. La esperanza es que revierta la situación actual y que aleje la posibilidad de que México sufra un día cero.