Los trucos de los supermercados para hacerte comprar más
"¿Cómo puede ser? Venía a comprar dos cosas al supermercado y me llevo el carro lleno". Seguro que esto te ha pasado más de una vez, ¿verdad? Pues debes saber que, en muchos casos, te han inducido a comprar más de lo que debes.
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Y es que las cadenas de supermercados llevan décadas analizando los comportamientos de sus clientes para adaptar, moldear, disponer o llámalo como quieras, su distribución en busca de que estos se lleven la mayor cantidad de productos posibles.
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Sí, estos establecimientos juegan con la psicología y todos los elementos posibles de los clientes. Y si no te lo crees, te mostramos los trucos que usan los supermercados para hacerte comprar más.
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Es un truco más antiguo que el hilo negro pero funciona. Un producto de 9,99 euros vale casi 10 euros pero la percepción de mucha gente es que vale 9 porque el cliente suele fijarse solo en la primera cifra. Muchos productos así son muchos 99 céntimos a sumar al precio final.
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Tras varias visitas al supermercado, tienes automatizada y aprendida la ubicación de tus productos habituales. Hasta que los cambian de sitio. Tiene un motivo, evitar que hagas compras de memoria y así veas otros productos en los que, hasta ahora, no habías reparado.
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Los productos básicos (leche, pan, huevos...) están lo suficientemente alejados para que tengas que recorrer el supermercado entero antes de coleccionar todos los que necesitas.
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Llenar un carro o una cesta en un supermercado cuesta pero es que verlo vacío, de forma inconsciente, incita al cliente a rellenarlo. Un estudio reveló que duplicar el tamaño del carro, incitaba a los clientes a comprar un 19% más. Otro truco antiguo con más vigencia que el reguetón.
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Por lo general, fruta y verdura están a la entrada del supermercado y el motivo es sencillo: te da la sensación de que los productos son frescos, saludables y sus colores son como la luz para las moscas, hipnóticos.
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Si entras en un supermercado y ves un horno de pan, automáticamente pensarás que está recién hecho y, por extensión, que sus productos son frescos. Si encima huele a pan recién hecho, es posible que te lleves 15 barras aunque vivas a solas.
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Si te fijas, la luz que hay sobre las frutas y verduras es especial, para que los frescos parezcan más frescos aún. A esto hay que sumarle los rociados de agua continuos que les hacen para dar la sensación de estar recién cogidos.
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Las zonas donde están las carnes y los pescados tienen un fondo blanco, limpio y luminoso que da sensación de que todos los productos están frescos.
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¿Por qué las paredes de los supermercados tienen colores cálidos? Porque hacen que el cliente se relaje, se tome la compra con calma y, por descontado, se lleve más productos y gaste más dinero.
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Esto no lo sabías, ¿verdad? En los pasillos donde hay productos más caros, las baldosas son más pequeñas para dar la sensación de que vas más rápido con el carro. Así, tu propio cuerpo te invita a frenar y fijarte en esos productos caros con mayor detenimiento. Quien propusiera esta idea era un genio del marketing. Y del mal.
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No salimos del pasillo de productos caros donde, si te fijas, las cosas están a la vista. Por lo general, a una altura de 1,60 metros, para que el cliente lo vea de primeras.
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Obviamente, la cartelería roja tiene un motivo sencillo: asociamos este color a descuentos y, de forma inconsciente, pensamos que un producto lo tiene cuando, en realidad, puede no hacerlo.
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Los niños son los grandes aliados de los supermercados y estos les corresponden incitándoles a pedir chucherías y gominolas pues las tienen a su altura, algo más abajo que los productos caros. ¿Todo pensado? Como jamás habrías imaginado.
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¿Alguna vez has visto un reloj en algún supermercado? No, ¿verdad? Eso es porque no quieren que sepas que hora es para que no tengas prisa por irte. Esta misma estrategia la usan los casinos de Las Vegas.
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Pero tampoco Mac. Cuando hablamos de windows, nos referimos a que los supermercados no usan ventanas para que no sepas si se ha hecho de noche mientras comprabas.
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Se ha comprobado que la música clásica, además de relajar, anima a comprar más a los clientes, de ahí que en el hilo musical de los supermercados suene más Mozart que Dua Lipa. Se ha comprobado que poner música a ritmo menor que el ritmo cardíaco, hace que los clientes pasen más tiempo en la tienda y compren cerca de un 30% más.
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En este caso, resulta lógico que los supermercados pongan cerca productos que maridan: salchichas y ketchup, pan y patés, leche y galletas y un largo etcétera. Obviamente, esto implica coger dos productos o más, en vez de uno.
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En tu supermercado favorito había 3x2 o, mejor aún, 3x1 y tus detergente habitual o las galletas de tus hijos te han salido mucho más económicas que habitualmente pero, ¿realmente necesitabas llevarte tres unidades?
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Los minutos que pasas en la cola, esperando a pagar, tendrás a tu lado productos útiles con los que mucha gente siempre pica: chocolatinas, dulces, chicles, pilas, productos de oferta...
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