Los tiroteos más trágicos de la historia de Estados Unidos
Estados Unidos está en el punto de mira. Literal. Los tiroteos masivos que, a diario, tienen lugar en el país, se han convertido en una anomalía demasiado normalizada.
Desde el ámbito internacional, especialmente en aquellos países donde las armas están prohibidas, la incredulidad ante los hechos y la falta de acción ante los mismos, son la tónica común.
Quizás, poniendo en perspectiva con los tiroteos más trágicos de la historia de Estados Unidos, se pueda entender mejor la magnitud y gravedad de lo que está sucediendo desde hace décadas.
Las 22:08 horas del 1 de octubre de 2017. Jason Aldean estaba actuando en el Festival de Música Country Route 91 Harvest de Las Vegas.
De repente, Stephen Paddock comenzó a disparar desde su habitación, situada en el piso 32 del Mandalay Hotel, situado a 360 metros de la multitud a la que masacró.
El balance de los 15 minutos de disparos fue fatídico. Murieron 58 personas, a las que se sumó el tirador, quien estaba muerto cuando llegó la policía a su habitación. Hubo un total de 851 heridos (422 de ellas, a causa de los disparos).
Las 02:02 horas del 12 de junio de 2016. Omar Mir Seddique Mateen sacó un fusil semiautomático y una pistola Glock 17 de 9 mm y disparó a quienes se encontraban en el interior de la discoteca de ambiente Pulse, en Orlando (Florida).
Cuando llegó la Policía de Orlando (OPD), el asesino se atrincheró en el local, cogiendo decenas de rehenes durante más de tres horas, hasta que los SWAT intervinieron y le abatieron.
El balance de aquella masacre fue de 49 fallecidos y 53 heridos, en lo que se consideró peor ataque terrorista a Estados Unidos desde el 11-S. Por desgracia, un año más tarde, sería superado por el tiroteo de Las Vegas.
Las 07:15 horas del 16 de abril de 2007. Seung-Hui Cho, un joven estudiante de Literatura Inglesa, abrió fuego en la residencia de estudiantes West Ambler Johnston Hall, en la Universidad Estatal de Virginia, conocida como Virginia Tech. Mató a dos personas.
Dos horas más tarde, el asesino bloqueó varios accesos del edificio de la carrera de Ingeniería, situado a 600 metros de la residencia. Allí se desató un auténtico infierno.
En total, fueron 33 las víctimas de este tiroteo, incluyendo el autor material del mismo. 29 personas resultaron heridas, incluidos varios alumnos que optaron por tirarse por la ventana, antes que recibir un disparo.
Las 09:25 horas del 14 de diciembre de 2012. Adam Lanza, de 20 años, dispara a su propia madre, Nancy Lanza, quitándole la vida y dejando su cuerpo inerte en casa. Pone rumbo a la Escuela Local de Primaria Sandy Hook, situada en Newtown, Connecticut.
A las 09:35 horas, Adam Lanza saca un rifle Bushmaster XM-15 ES2 y comienza a disparar a quienes se va encontrando por el vestíbulo del colegio.
El durísimo saldo que dejó Adam Lanza fue de 28 personas, incluido el autor, de los que 20 eran niños y ocho eran adultos, incluyendo también a Nancy Lanza.
Las 11:30 horas del 5 de noviembre de 2017. Sutherland Springs, una pequeña localidad del condado de Wilson (Texas) con poco más de 500 habitantes, celebra una misa que se ve interrumpida por Devin Patrick Kelley.
Este ex militar, de 26 años, había sido expulsado del cuerpo, cinco años antes, por maltratar a su esposa y a su hijo de dos años. La suegra de su nueva esposa, a la que había amenazado, acudía a esa iglesia, aunque ese día no había ido.
Armado con un rifle Ruger AR-556, el ex militar quitó la vida a 26 personas e hirió a otras 20. Entre los fallecidos, siete niños y una mujer embarazada. Tras una breve persecución a coche, Devin Patrick Kelley optó por quitarse la vida.
16 de octubre de 1991. George Hennard, de 35 años, empotra su Ford Ranger contra una ventana de la Cafetería Luby's, situada en Killeen, Texas. La desgracia quiso que ese día estuviera más llena que de costumbre, con casi 150 personas en su interior.
El asesino se bajó condenando a todas las mujeres del municipio y comenzó a disparar de forma indiscriminada, con una pistola Glock 17 de 9 mm y otra pistola Ruger P89 de 9 mm.
El ataque de George Hennard se saldó con 23 muertes y 27 heridos. El propio Hennard se acabaría quitando la vida en el baño, tras ser acorralado por la policía.
Las 10:00 horas del 3 de agosto de 2019. Patrick Wood Crusius, un joven supremacista blanco, de 21 años, irrumpe en la tienda Walmart en el Centro Comercial Cielo Vista de El Paso, Texas. Lo hace con un fusil semiautomático.
Media hora antes, el asesino había publicado un manifiesto en Internet, quejándose de "la invasión hispana, la automatización, las grandes corporaciones y la degradación ambiental". ¿Su solución a estos problemas? Una masacre.
Patrick Wood Crusius dejó un saldo de 23 personas muertas y otros 23 heridos de diversa gravedad.
Las 11:28 horas del 24 de mayo de 2022. Salvador Rolando Ramos, de 18 años, llega a la Escuela Primaria Robb de Uvalde, Texas. Cinco minutos antes, ha disparado en la cara a su abuela, de 66 años, con la que vivía.
Armado con un rifle AR-15, que había comprado días antes, tras cumplir 18 años, Salvador Rolando Ramos llevó a cabo esta masacre, presuntamente, por el bullying que había sufrido en su etapa escolar.
Tras Virginia Tech (2007) y Sandy Hook (2012), el de Uvalde fue el tiroteo que más víctimas dejó en una centro escolar en Estados Unidos. Fueron 21 muertos y otros 17 fallecidos.