Muerte y destrucción al paso de la DANA por Grecia y Turquía
Desoladoras, dramáticas, catastróficas y letales. El balance que deja la DANA (acrónimo del fenómeno meteorológico de lluvias torrenciales conocido como "depresión aislada en niveles altos " -la tradicional "gota fría"-) que ha asolado Grecia y Turquía, además de Bulgaria, en las últimas horas es absolutamente desgarrador. Algo nunca visto.
Las lluvias torrenciales son las más fuertes que han pasado por Grecia desde que se tienen registros y, viendo cómo ha quedado gran parte del país, nadie lo pone en duda.
Por el momento, se han confirmado cinco fallecidos pero no se descarta que, en los próximos días, la cifra de muertos se incremente.
Y es que no hay más que echar un ojo a las calles, anegadas de agua y convertidas en lodazales, para tomar conciencia de lo que ha supuesto el paso de la DANA por estos países.
En Estambul, la imagen viral en redes sociales, ha sido la Biblioteca Nacional de Başakşehir, en Estambul, convertida en refugio temporal para personas que corrían peligro de ser arrastradas por las riadas en plena calle.
No obstante, se han cerrado estaciones de metro, cientos de coches han sido destrozados por la virulencia del agua y miles de casas se han visto afectadas, especialmente locales y bajos que, en algunos casos, se han cubierto de agua por completo.
Mientras, en Grecia, se han llegado a recoger 300 litros por metro cuadrado, una cantidad de agua inabarcable para cualquier país, por muy preparado que se esté.
La ciudad de Volos ha sido la más afectada y dónde ha perdido la vida un ganadero de 70 años, aplastado por un muro que le arrolló, tras venirse abajo por un deslizamiento de tierra.
No obstante, los habitantes de municipios como Salónica, Larisa, Eubea o Katerini ya han sido avisados de limitar sus movimientos no esenciales y permanecer en lugares seguros hasta nuevo aviso.
Costará mucho tiempo, dinero y terapia volver a la normalidad en las zonas afectadas.