La verdad sobre la agónica cuenta atrás en la búsqueda del Titan: la investigación sigue abierta un año después
Hace un año, el 18 de junio de 2023, cinco multimillonarios emprendieron una expedición en las profundidades del océano que se iba a convertir en un viaje sólo de ida.
La exploración tenía un objetivo: llegar a los restos del Titanic, el transatlántico británico que naufragó en las aguas del océano Atlántico entre el 14 y el 15 de abril de 1912, tras chocar con un iceberg. Las víctimas mortales fueron 1.496.
La del Titanic y otras grandes tragedias marítimas de la historia
El sumergible Titan, operado por OceanGate, zarpó el 16 de junio y, tras dos días de navegación, el 18 de junio llegó hasta el punto en superficie más cercano a la zona de los restos del Titanic.
A las 9 de la mañana, el sumergible empezó la inmersión con a bordo Stockton Rush (Ceo de la compañía), el millonario y piloto Hamish Harding, el explorador Paul-Henri Nargeolet, y el empresario Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood de 19 años.
El sumergible estuvo en contacto cada 15 minutos con el buque Polar Prince, que lo había transportado hasta la zona. Sin embargo, a las 11.47 dejó emitir señales, según la reconstrucción recopilada por National Geographic.
Su vuelta a la superficie estaba prevista a las 18.10. Sin embargo, nunca ocurrió y a las 18.35 se mandó la primera alerta sobre un posible accidente.
Enseguida empezaron las operaciones de búsqueda, una carrera contrarreloj, después de que se supo que los tripulantes tan solo tenían 96 horas de oxígeno desde el inicio de la expedición.
Además, la lejanía con la costa y la inmensa profundidad en la que supuestamente se encontraba el sumergible, dificultaba la labor de los rescatadores, que finalmente no pudieron lograr encontrarlo.
Unos días después, el 22 de junio, la Guardia Costera de Estados Unidos anunció el hallazgo de los escombros del Titan, prueba de que el sumergible había sufrido una implosión durante su descenso hacia el Titanic, apagando las esperanzas de encontrar con vida a los tripulantes.
Poco después del trágico accidente, se abrió una investigación que sigue a día de hoy. Además, desde ese entonces, OceanGate suspendió sus actividades, tal y como se lee en su página web.
Imagen: captura de pantalla de la web de OceanGate
El Titanic no se hundió o la teoría de la conspiración que nadie esperaba
Si bien no se han anunciado grandes novedades en estos meses, recientemente se han conocido algunos detalles. En los días inmediatamente posteriores al suceso, en redes sociales se difundió una supuesta conversación entre el Titan y el Polar Prince, en las que se advertía al buque sobre algunos problemas del casco del sumergible.
Esa transcripción, sin embargo, ha sido desmentida por Jason D. Neubauer, presidente de la Junta de Investigación Marina. "Estoy seguro de que es una transcripción falsa... se inventó", tal y como ha declarado en una entrevista con el New York Times. De hecho, asegura de que su equipo no ha encontrado pruebas de que los exploradores estuvieran conscientes de una inminente implosión.
Este accidente, que mantuvo a todo el mundo sin aliento, para muchos era previsible. Hasta se le puede considerar una catástrofe anunciada.
La tragedia de Tenerife y otros peores accidentes aéreos de la historia
Un largo artículo publicado por Wired, de hecho, reconstruye la historia de la empresa y de este sumergible, con todos sus fallos y la falta de precisión en los controles que se requerían.
Wired, que ha realizado una investigación hablando con algunos de los empleados de OceanGate, cuenta que los que ponían en duda ciertas decisiones tomadas por los jefes, podían ser tachados de “excesivamente cautolesos” o podían ser despedidos.
Rush, que soñaba con ser el nuevo Elon Musk de los fondos marinos, intentaba apurar lo más posible las expediciones de su creación, y mintió sobre los problemas que presentaban el casco del Titan, según Wired.
De hecho, tras años de retrasos, agravados también por la pandemia, OcreanGate necesitaba empezar ya las inmersiones, ya que necesitaba facturar: una expedición costaba 125.000 dólares por persona.
Las prisas, tal y como cuenta Wired, llevaron a la empresa a probar el sumergible solo unas pocas veces y en aguas poco profundas antes de su expedición al Titanic.
Rush creía que construyendo el Titan usando fibra de carbono iba a poder sumergirse con seguridad hasta 20 veces más profundo que los submarinos nucleares de Estados Unidos, tal y como revela Wired.
Sin embargo, pese a ser un material muy resistente, los expertos alertan también de que la fibra de carbono podría debilitarse de manera progresiva o inesperada.
De hecho, según un estudio de la Universidad de Houston, las causas de la implosión fueron múltiples. Los daños acumulados durante otras expediciones, las imperfecciones de la fabricación y la delgadez de las paredes de la carcasa, construida con fibra de carbono: "Se sabe con certeza que las fibras en estos compuestos son susceptibles a tener pequeños pandeos bajo compresión y que pueden deslaminarse desde la matriz que las rodea", explica el experto Roberto Ballarini, experto de la universidad estadounidense.
La primera expedición fue el 13 de julio de 2021 y acabo con éxito. Así ocurrió también en 2022, cuando en una expedición participó también un reportero de CBS Sunday Morning.
En un reportaje publicado en el New York Magazine después del accidente, el reportero, David Pogue, escribió: “Es como si hubiese ganado a la ruleta rusa. Tres viajes después, el Titan implosionó y acabó con la vida de las cinco personas que estaban a bordo”.
Foto: captura de pantalla de un vídeo de USA Today con David Pogue
Pese al trágico accidente, hay quien se plantea volver a tomar las expediciones. Se trata del multimillonario Larry Connor, de 74 años, fundador de The Connor Group, que ha invertido en un nuevo sumergible para llegar al Titanic.
El empresario habría ofrecido a Patrick Lahey, director ejecutivo de Triton Submarines, un nuevo proyecto que podría llegar a más de 4.000 metros de profundidad, según ha revelado el diario The Wall Street Journal.
Foto: captura de pantalla de la web de The Connor Group
El proyecto, rebautizado Triton 4000/2 Abyss Explorer, no tiene fecha de estreno ni se sabe cuándo será la primera inmersión. Sin embargo, se conoce su precio: unos 20 millones de dólares.
Larry Connor es conocido también por otras experiencias “extremas”. En 2021 viajó a la Fosa de las Marianas, el punto más profundo de la Tierra, tal y como recuerda Forbes.
En 2022, tomó parte a la misión Axiom 1, hasta la Estación Espacial Internacional, de donde pudo observar la Tierra.
También se lanzó con el paracaídas de un globo a la altura récord de unos 11.600 metros, tal y como recuerda la Cadena SER.
Imagen: captura de pantalla de un vídeo del salto