¿Estaría dispuesto a pagar un impuesto extra al consumir carne para salvar al planeta?
Resolver la crisis climática y asegurar la estabilidad de nuestro mundo en el futuro es uno de los retos más apremiantes a los que se enfrenta la humanidad. Pero ¿está la gente dispuesta a hacer todo lo posible para salvar el planeta, incluyendo el implementar un impuesto a las hamburguesas?
Podría parecer, para muchos, una idea algo absurda, pero poner un impuesto a la carne puede ser una de las maneras más efectivas para mejorar el cambio climático, según un estudio de investigación de 2022 publicado en la revista Review of Environmental Economic and Economic Policy.
Imagen: Li-An Lim / Unsplash
El profesor Linus Mattauch de la Escuela Martin de Oxford fue uno de los principales coautores del estudio y explicó en un comunicado de prensa que la ganadería es uno de los mayores contribuidores a muchos de nuestros problemas actuales.
Imagen: Twitter @LinusMattauch
La ganadería no solo es uno de los principales contribuidores de las emisiones de gases de efecto invernadero, según Mattauch, sino que también juega un papel en la contaminación del agua y del suelo y en la deforestación, ya que se necesita despejar la tierra para el pastoreo y hacer crecer los pastos para alimentar a las reses.
Imagen: Harry Grout / Unsplash
El problema parece ser tan terrible que, según sugieren las pruebas, el mundo no será capaz de alcanzar nuestros objetivos climáticos y mantener los ecosistemas vitales de nuestro planeta intactos a menos que reduzcamos los niveles de consumo de carne. Pero, ¿cómo lo podemos conseguir?
Imagen: José Ignacio Pompé / Unsplash
Una de las soluciones que Mattauch y sus compañeros de investigación proponen es la de añadir un impuesto a la carne que sirva de guía al consumidor para tomar decisiones sobre su dieta y que sea menos abundante en carne. Sin embargo, esta medida no parece ganar muchos aliados en los países con un gran alto consumo cárnico.
Imagen: Jo Jo / Unsplash
Los investigadores sugieren que el precio medio de mercado de casi cada producto cárnico tendría que tener un incremento del coste para poder contrarrestar los problemas climáticos que acarrean. Por ejemplo, el estudio afirma que la ternera necesitaría incrementar su precio hasta en un 35% o 56%. Lo cual es mucho.
Imagen: Madie Hamilton / Unsplash
Pero no crea que puede librarse de pagar eliminando la ternera de su dieta. Si quiere reemplazar la carne de vaca con la de cordero, entonces verá un incremento de su precio del 19%. Y si decide pasarse al pollo, se encontrará con precios un 25% más altos.
Imagen: Madie Hamilton on Unsplash
Mattauch criticó que las dietas occidentales eran las más destructivas, pero también explicó que la gente no tendría que eliminar toda la carne de sus dietas y añadió que la alimentación del futuro tendría que incluir más proteínas vegetales y nuevos cambios.
Imagen: Khalid Boutchich / Unsplash
"Además de otras medidas, el impuesto al consumo de carne podría ser una medida importante para incentivar una transición", explicaba Mattauch. Pero, ¿estaría de acuerdo occidente en hacer estos cambios en su dieta tradicionalmente abundante en carne?
Imagen: Rui Alves / Unsplash
Bloomberg News señaló en un artículo sobre el impuesto a la carne que el estadounidense comía de media 127 kilos de carne al año, mientras que en los países más pobres solo consumían 4,5 kilos de carne al año.
Imagen: Sander Dalhuisen / Unsplash
Además, el medio de noticias añadió que Estados Unidos es el tercer país del mundo que más consume ternera y el sexto país del mundo que más consume pollo. Estas cifras entran en conflicto con la habilidad de Estados Unidos de cumplir con sus promesas climáticas.
Imagen: Louis Hansel / Unsplash
Una investigación de la organización sin ánimo de lucro 'Compassion in World Farming' descubrió que Estados Unidos no puede cumplir con su objetivo de mantener la subida de la temperatura de la tierra por debajo de los 1,5 grados sin reducir su consumo de carne en un 82%.
Imagen: Markus Spiske / Unsplash
Conseguir que los estadounidenses (y el resto del planeta) reduzcan el consumo de carne en una cantidad tan grande puede parecer imposible, pero el periodista de Bloomberg señaló que incluso si se redujera la mitad del consumo se recortarían las emisiones de carbono relacionadas con la alimentación en un 43%.
Imagen: Annie Spratt / Unsplash
Tanto si los estadounidenses estarían dispuestos a hacer este sacrificio o no se desconoce aún, pero el impuesto a la carne podría dejar a los más pobres del país en la estacada. Sin embargo, Gongloff explicó que el problema podría solucionarse a través de rebajas fiscales para los estadounidenses más pobres.
Imagen: Lance Grandahl / Unsplash
Así que, ¿estaría dispuesto a pagar un 60% más por su próxima hamburguesa con queso si eso ayudara a conseguir los objetivos climáticos del planeta? También nos encontraríamos con el problema de que muchos productores de carne y granjeros se quedarían sin trabajo, pero el impuesto a la carne podría ser la solución a nuestros problemas climáticos.
Imagen: Engin Akyurt / Unsplash