Elvira Nabiullina, una mujer en la corte del zar Putin
En el círculo de poder de Vladímir Putin escasean las mujeres. Elvira Nabiullina es una excepción en la corte del "nuevo zar" de Rusia. Preside el Banco Central de Rusia y su opinión tiene un peso importantísimo en el país. Tanto como para que no haya pasado desapercibido algún comentario que se sale de la triunfalista línea oficial. Pero ¿quién es esta mujer?
De orígenes tártaros, Elvira Nabiullina nació el 29 de octubre de 1963 en Ufa, localidad de la entonces república soviética de Baskortostán, donde se alzan los montes Urales. Viajó a Moscú y allí estudió ciencias económicas en la Universidad Estatal.
Elvira Nabiullina logró una carrera ascendente dentro de la burocracia rusa gracias a su tesón y talento. Comenzó en la década de los 90 en el Sindicato de Ciencia e Industria y ocupó diversos puestos en la organización (semiestatal) de la patronal rusa y en el ministerio de Desarrollo Económico y Comercio. Después saltó a un 'think tank' pero, en seguida, llegó Putin y con él su trayectoria cambió para siempre.
Putin la capta para su equipo económico en el año 2000, la hace directora del Centro de Desarrollo Estratégico dependiente y en 2007 la nombra ministra de Desarrollo Económico y Comercio.
Se trata de una mujer en el mundo de hombres que es el poder de Rusia. En un artículo de la BBC se califica a Elvira Nabiullina de "mujer de pocas palabras, tan influyente como enigmática".
El culmen de su carrera llegó en 2013, cuando fue nombrada presidenta del Banco Central de Rusia, un puesto mucho más importante que el de ministra de Economía. Sus decisiones resultan absolutamente decisivas.
En el citado artículo de la BBC también se hace referencia a cómo la propia Elvira Nabiullina ha ayudado a alimentar la leyenda de que envía mensajes económicos mediante los broches que luce en cada ocasión. Como ejemplo: en pleno Covid un broche en forma de vaso de juguete (siempre según BBC) daba un mensaje de ánimo porque los vasos así se caen pero no se rompen. Un poco complicado. Y más aún interpretar otros broches como el que lleva Elvira Nabiullina en esta imagen.
Por su cargo, Elvira Nabiullina se ha convertido en una figura internacional. ¿Y sobre su personalidad o gustos privados? ¿Se sabe algo?
Elvira Nabiullina está casada, tiene un hijo y, al parecer, es una gran aficionada a la ópera.
En cuanto a su gestión económica como presidenta del Banco Central de Rusia, hay opiniones encontradas: hay quien cree que es una modernizadora y ha mantenido el país en una situación estable y quien la acusa de ser una mera marioneta del Kremlin sin criterio propio. Pero la guerra con Ucrania ha demostrado que Elvira Nabiullina es capaz de opinar en discrepancia con la propaganda oficial.
Ante el parlamento ruso (la Duma), Elvira Nabiullina anunció en abril de 2022 que Rusia iba a sufrir duramente a causa de las sanciones económicas. En un primer momento, más o menos se lograron mitigar los efectos de estas sanciones pero, según aseguró Elvira Nabiullina a los diputados, "entraremos en una etapa de transformación estructural". ¿Qué quería decir?
Elvira Nabiullina explicó claramente a la Duma que el impacto en la economía financiera de las sanciones se trasladaría, pasados unos meses, a la economía real y eso conllevaría problemas en el día a día de la gente. Un mensaje pesimista que sorprendió en un país, Rusia, donde parece decretado no apartarse un milímetro del optimismo gubernamental.
El gran problema de Rusia es que su aislamiento y situación bélica hunde el rublo y, por tanto, la economía rusa. Elvira Nabiullina se tiene que enfrentar a una situación endiablada.
Frente a la propaganda omnipresente en la calle y en los medios a favor de Putin y su guerra en Ucrania (con la Z como símbolo), comienzan a emerger críticas o análisis que rompen el consenso: las palabras de Elvira Nabiullina ante la Duma en abril pero también las duras críticas del oligarca Tinkov o el diagnóstico negativo sobre la marcha de la guerra hecha en la televisión rusa por el ex militar Mijaíl Jodariónok.
Pero en el caso de Elvira Nabiullina, como sucede con la mayoría de sus colaboradores cercanos (el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, o el de Exteriores, Lavrov), hay que tener en cuenta el estrecho vínculo que dan los muchos años juntos: más de 20 en su caso.
En todo caso, Elvira Nabiullina es valorada internacionalmente como política especializada en el área económica y, si algún día hay una Rusia sin Putin, quizá esta mujer tenga un lugar destacado en ese futuro.
ADEMÁS: La guerra de Ucrania vista desde el lado ruso: las razones de Putin