El trágico pasado de Boeing que explica la subida de precios de los vuelos
Boeing, el fabricante de aviones comerciales, está en caída libre tras múltiples accidentes que marcaron su reputación y pusieron en duda la seguridad de sus aeronaves. Si bien puede parecer una crisis limitada a la compañía, en realidad afecta también a los precios de los vuelos.
Las tragedias que azotan a la compañía empezaron en octubre de 2018, cuando un avión 737 Max 8 de Boeing, operado por la compañía indonesia de bajo coste Lion Air, impactó en el mar de Java poco después del despegue.
El accidente provocó la muerte de 189 personas, entre pasajeros y tripulantes, con destino Pangkal Pinang (Indonesia).
Tan solo cuatro meses después, en marzo de 2019, el vuelo 302 de Ethiopian Airlines procedente de Addis Abeba y dirigido a Nairobi se estrellaba poco después de despegar.
El avión también era un modelo 737 Max 8 de Boeing. La similitud de este segundo accidente, en el que murieron 157 personas, con el anterior, levantó dudas sobre la seguridad de la aeronave fabricada por la compañía.
Por ello, más de 40 países dejaron en tierra a ese modelo de avión hasta que se esclarecieran la causas que llevaron a tantas tragedias.
Las investigaciones de los reguladores aéreos concluyeron, más de dos años después, que la causa había sido un fallo en el software de la aeronave que invalidaba los controles del piloto. De hecho, cuando despegaban, el mecanismo empujaba hacia abajo el morro del avión, provocando la caída de la aeronave.
Sin embargo, tal y como explica la BBC, un informe del Congreso de Estados Unidos revelo que, más allá del fallo técnico, había otras causas en juego. Por un lado, achacaban la culpa al sistema regulador “defectuoso de la FAA” (Federal Aviation Administration). Por otro, a la “presión por la competencia, los defectos en el diseño y una cultura de encubrimiento” del fabricante.
Pese a los accidentes, algunas compañías siguieron comprando. Ryanair adquirió 75 aeronaves de ese modelo meses después de los accidentes. El CEO, Michael O'Leary, dijo en ese entonces que los controles que iban al que iban a someter el avión lo convertirían en una de las aeronaves más segura del mundo.
Sin embargo, a principios de enero, el vuelo 1282 de Alaska Airlines, procedente de Portland y con destino Ontario, sufrió otro accidente, aunque esta vez afortunadamente sin víctimas.
Poco después del despegue, una de las puertas de salida de emergencia de ese avión, Boeing 737 Max 9, explotó hacia afuera provocando una descompresión muy rápida de la aeronave. El vuelo tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en Portland.
Según las investigaciones posteriores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, faltaban cuatro tornillos que sujetan el tapón de la puerta.
El accidente levantó una vez más las sospechas de sus clientes, de la opinión pública y de los reguladores. Tal y como explica el periódico italiano Il Corriere della Sera, la FAA realizó 89 auditorias en un mes y medio, de las cuales Boeing suspendió 33. Es decir, fallaron una de cada tres.
Ante estos resultados, la FAA obligó a Boeing a bajar la producción de aviones hasta 38 al mes para garantizar la calidad de las aeronaves. Pero esta bajada de la producción provoca un retraso en las entregas a las compañías que contaban con ellas, tanto para ampliar la flota, como para sustituir viejos modelos.
Entre estos, Ryanair, que recibirá 17 aeronaves menos de lo previsto. De las 57 esperadas, estima que llegarán entre 35 y 40. Como explica la CNN, Southwest, en Estados Unidos, que opera exclusivamente aviones Boeing 737, anunció que recibirá un 40% menos de aviones esperados este año.
La escasez es lo que provoca y provocará el aumento de los precios de los vuelos. Michael O'Leary, CEO de Ryanair, afirmó que las tarifas podrían subir hasta un 10%.
El mismo O’Leary señaló también que esto provocaría un recorte del número de vuelos. "Es inexcusable. Boeing intentará alegar que es excusable", dijo O'Leary. "En este momento nuestra atención se centra en conseguir los malditos aviones".
Carlos Muñoz, fundador y CEO de Volotea, también dijo lo mismo. "Los precios van a seguir subiendo, es un tema de oferta y demanda. No faltan aerolíneas, es por falta de metal, de aviones. Boeing ha tenido muchos problemas. Lo normal sería ver precios más altos, y en los próximos años”, ha afirmado.
Pero Boeing no es el único en tener problemas. Airbus, su principal competidor, también está teniendo problemas debido a un fallo en los motores de su fabricante, RTX.
Desde Airbus estiman que son entre 600 y 700 los aviones Airbus A320neo que deberán quedarse en tierra y que las reparaciones durarán hasta 300 días. Es decir, casi un año.
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Lufthansa es entre las más afectadas y tendrá unos 20 aviones menos en su flota. WizzAir, la compañía húngara de bajo coste, tendrá el 10% menos de aeronaves.
Las compañías en sus informes indican que estos problemas de suministro y sus consecuencias podrían durar hasta 2026.
Mientras tanto, el presidente y consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, ha anunciado que dejará su cargo a finales de 2024, en medio de la crisis de seguridad que está viviendo la compañía.