El reprobable negocio que triunfa en Groenlandia

Extraer hielo milenario de Groenlandia solo para disfrutar de un cóctel de lujo en Dubái. Puede parecer surrealista. Sin embargo, este es el concepto que ha imaginado una startup groenlandesa.

Con sede en Nuuk, la capital de Groenlandia, Arctic Ice es una startup que fue lanzada en 2022. Sin embargo, solo recientemente ha exportado sus primeras 20 toneladas de hielo.

Según informa el diario británico The Guardian, el uso de hielo directamente proveniente de glaciares en las bebidas es una práctica común en Groenlandia. En el pasado, varios empresarios habrían intentado exportarlo, sin éxito.

Foto: Rolf Johansson / Pixabay

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Pero Arctic Ice parece haberse destacado entre sus competidores y ha comenzado a exportar hielo con una antigüedad de cientos de miles de años a los Emiratos Árabes Unidos, para su uso en bares exclusivos.

Para recolectar el hielo, Arctic Ice utiliza un barco equipado con una grúa. Su tripulación se dirige al Nuup Kangerlua, el fiordo que rodea la capital de Groenlandia, en busca de un tipo de hielo muy específico conocido localmente como "hielo negro". Este hielo no ha estado en contacto ni con el fondo ni con la cima del glaciar y es difícil de detectar en el agua debido a su transparencia.

Foto: Hubert Neufeld / Unsplash

Según Malik V Rasmussen, cofundador de la startup groenlandesa, el hielo que vende ha sido comprimido durante milenios y, por lo tanto, está completamente libre de burbujas. También afirma que se derrite más lentamente que el hielo ordinario y es más puro que el agua mineral que se usa habitualmente para hacer cubitos de hielo en Dubái.

"Arctic Ice obtiene su suministro de los glaciares naturales del Ártico, que han estado congelados durante más de 100.000 años. Estas partes de las capas de hielo no han estado en contacto con el suelo ni contaminadas por contaminantes producidos por actividades humanas. Esto convierte al Arctic Ice en el H2O más limpio del planeta", se puede leer en el sitio web de la startup.

Foto: Annie Spratt / Unsplash

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Una vez recolectados, los bloques de hielo se colocan en cajas de plástico que primero se envían a Dinamarca en un contenedor refrigerado. Luego, el hielo se carga en otro barco que lo transporta hasta Dubái, donde es vendido por el distribuidor local, Natural Ice, que ya vende otros tipos de hielo en los Emiratos Árabes Unidos.

Foto: sitio web oficial de Arctic Ice

El hielo viaja desde el Atlántico Norte hasta llegar al Mar de Arabia, pasando por el Mediterráneo, el Canal de Suez y el Mar Rojo. En total, recorre aproximadamente 15.000 km en 19 días. ¡Una huella de carbono que da escalofríos!

La startup ha sido objeto de fuertes críticas por su presunta contribución al cambio climático, especialmente en las redes sociales, donde los usuarios expresan su preocupación, llegando incluso a tachar la situación de "distópica". Comentarios como "¡Este mundo está al borde de la locura!" o "¡Se les considera criminales!" son comunes en X, anteriormente conocido como Twitter.

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El cofundador de Arctic Ice, Malik V Rasmussen, también ha revelado haber recibido mensajes privados que "rozan las amenazas de muerte", según cita The Guardian.

Contra todo pronóstico, la startup sostiene que es respetuosa con el medio ambiente. Por lo tanto, en su sitio web, Arctic Ice declara: "Nos esforzamos no solo por servir a nuestros clientes, sino también por preservar el medio ambiente, apoyar a las comunidades locales y promover la justicia social. Este enfoque holístico nos permite tener un impacto positivo en el mundo que nos rodea".

Foto: Alex Rose / Unsplash

Según Arctic Ice, el transporte desde Groenlandia hasta Dinamarca tendría una baja intensidad de carbono. La empresa también se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono total compensando todas las emisiones excedentes, ya sea mediante la captura y almacenamiento de carbono o mediante tecnologías emergentes que absorban el CO2 del aire, como informa The Guardian.

"Contribuir a la transición ecológica de Groenlandia es, de hecho, para lo que creo haber nacido", asegura Rasmussen. "Tenemos este programa dentro de la empresa, pero tal vez aún no lo hemos comunicado lo suficientemente bien."

Pero más allá de la ecología, el principal objetivo de Rasmussen es crear nuevas fuentes de ingresos para Groenlandia, que todavía depende política y económicamente de Dinamarca.

"En Groenlandia ganamos todo nuestro dinero con la pesca y el turismo", dice Rasmussen. "Hace mucho tiempo que quiero encontrar algo más de lo que podamos beneficiarnos".

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