El desafiante plan de Trump que podría cambiarlo todo para siempre
En cinco de los estados claves más disputados, los funcionarios a nivel de condado, alineados con el expresidente Donald Trump, han estado implementando una nueva estrategia para bloquear los resultados electorales, según informa The Washington Post. Pero, ¿en qué consiste y cómo podría afectar esto a las elecciones de 2024?
La certificación de los resultados locales, un procedimiento estándar, se plantea ahora como una cuestión que genera controversia. Al impugnar la certificación, que muestra el recuento de votos y permite a los electores del candidato ganador votar en el colegio electoral, los funcionarios podrían retrasar significativamente o bloquear uno de los pasos clave de las elecciones.
Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan
Los activistas de los derechos de los votantes y expertos legales contaron a The Washington Post que estas maniobras a nivel local podrían tener un resultado caótico en las elecciones presidenciales de 2024 y potencialmente provocar malestar civil o violencia.
Pero veamos un ejemplo concreto: Julie Adams, miembro de la Junta Electoral y de Registro del Condado de Fulton en Georgia y firme defensora de que las elecciones de 2020 fueron un fraude, está demandando a su propia junta. Adams exige tener acceso a los registros electorales completos en busca de indicios de fraude. Si el juez da por buena esta solicitud, esta acción podría animar a otros a bloquear los resultados electorales.
En Estados Unidos, este proceso de certificación debe llevarse a cabo en los más de 3.000 condados de la nación. Si se produce un bloqueo en un número suficiente de lugares, podría prevenir al verdadero ganador tomar posesión de su cargo, según señala The Washington Post.
Desde 2020, los funcionarios locales han intentado bloquear la certificación del recuento de votos en Georgia, Arizona, Michigan, Nevada y Pennsylvania, aunque en ninguno de estos casos han tenido éxito. Tal y como señala The Washington Post, las leyes estatales a menudo contienen mecanismos para asegurar que se continúe con el proceso de certificación, protegiendo así la integridad de las elecciones.
Recordando las elecciones de 2020, Donald Trump sugirió que la única manera en la que él perdería las próximas elecciones sería mediante el engaño de los Demócratas. "Si todo transcurre con honestidad, aceptaré con agrado los resultados", contaba Trump a Journal Sentinel en Wisconsin en mayo de 2024. "Si no, tendré que luchar por los derechos del país… Pero no, espero unas elecciones honestas y espero ganar, incluso puede que por mucho".
La campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano está haciendo una fuerte inversión para garantizar unas operaciones de "integridad electoral" a lo largo de los estados disputados. Esto pasa por impugnar los resultados electorales en un tribunal y reclutar voluntarios para vigilar los lugares de votación y conseguir que trabajen en ellos, según informaba The New York Times.
Si los retos legales consiguen atascar los resultados durante un tiempo considerable, podrían acabar declarándose nulos e inválidos. Según las leyes federales, los gobernadores deben declarar qué electores de los candidatos pueden introducir los votos en el colegio electoral seis días antes del 17 de diciembre. Si no pueden contar con esos votos antes de esa fecha, los votos electorales de ese Estado "probablemente" no se cuenten el 6 de enero de 2025, según indica The New York Times.
Estas actividades no solo podrían decantar unas elecciones ajustadas, sino que también podrían privar a cualquiera de los dos candidatos de los 270 votos electorales necesarios para ganar. Esto resultaría en una crisis sin precedentes en la que la Casa de los Representantes tendría que intervenir. Actualmente, los Republicanos son los que tienen el control del parlamento, aunque eso podría cambiar tras las elecciones de este otoño.
Anticipándose a las posibles disrupciones de los procedimientos, los defensores de los derechos al voto y algunos administradores estatales electorales están preparando estrategias legales de emergencia para garantizar la certificación de los resultados electorales.
Aunque no hay garantías de que estas estrategias para desafiar resultados electorales no favorables puedan ser lo suficientemente efectivas para causar algún tipo de influencia, podrían sembrar más dudas aún sobre los resultados electorales de este año. "Me preocupa mucho que la desinformación, sin importar cuál sea el resultado, vaya a causar un gran descontrol", contaba Kathy Boockvar, secretaria de Estado de Pennsylvania durante las elecciones de 2020, a The Washington Post.
Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan