Esta práctica íntima es más antigua de lo que se pensaba
Un estudio innovador realizado por un equipo de biólogos evolutivos ha descubierto que ciertos rasgos que emergen durante la pubertad y que a menudo nos causan vergüenza, podrían haber sido parte de la historia evolutiva de nuestra especie desde hace más tiempo del que se consideraba anteriormente.
Se han encontrado pruebas en una de las mayores recogidas de datos jamás llevadas a cabo sobre el porqué los primates muestran tanto interés en darse placer a sí mismos, confirmando que se trata de algo que surgió en la historia evolutiva de la humanidad cuando nuestros ancestros aún usaban sus manos para balancearse de árbol en árbol.
"Lo que podemos confirmar es que este comportamiento estaba presente hace unos 40 millones de años en el ancestro común de todos los monos y simios", explicó a la revista 'Live Science' la Dra. Matilda Brindle, la principal autora de este interesante, aunque controvertido, estudio e investigadora de la universidad University College de Londres.
"No es que algunas especies se levantaran un día y empezaran a hacerlo", continuó la Dra. Brindle, "se trata de un rasgo antiguo que ha evolucionado", lo que significa que ha formado parte de nuestra naturaleza desde que los primates tuvieran las manos libres tras aprender a caminar sobre sus dos piernas.
La Dra. Brindle y sus coautores publicaron los descubrimientos de su nueva investigación en la revista 'Proceeding of the Royal Society B', y en el estudio hablaron sobre el papel polifacético que esta práctica juega en el reino animal, intentando explicar su evolución.
Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan
No existe ningún beneficio físico para los animales al llevar a cabo este tipo de práctica, es por eso que los investigadores estaban interesados en profundizar sobre por qué algo que no tiene un valor práctico se ha convertido en una de las actividades más definitorias de los primates.
Para entender dicho comportamiento, la Dra. Brindle y sus compañeros de investigación crearon una base de datos gracias a cientos de publicaciones, más de 150 cuestionarios y datos provenientes de la observación de cuidadores de zoos y primatólogos con el objetivo de hacerse una idea de lo extendido que estaba este comportamiento.
Los datos provenían de 105 especies de primates de un total de 272 y concluyeron que un 74,5% de hembras practicaban el "autoplacer" mientras que un 87,4% de machos disfrutaban de su sexualidad en solitario. Pero la investigación iba más allá.
La placentera práctica para los hombres que podría reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata
Tras introducir todos los datos en un modelo informático, los investigadores se fijaron en otro tipo de factores (incluyendo el sistema de apareamiento de los primates y la existencia de enfermedades de transmisión sexual) y descubrieron varios datos interesantes.
"Es un artículo muy interesante que arroja luz sobre la historia evolutiva de un comportamiento que no deja rastro en los fósiles", comentó sobre el nuevo estudio el profesor de antropología de la Universidad de Bristol, Kit Opie, a la periodista de la revista 'New Scientists', Soumya Sagar.
La Dra. Brindle y su equipo calcula que el desarrollo de uno de nuestros comportamientos más tabú empezó más o menos cuando los monos y los simios se separaron de los tarseros, "una especie pequeña de primate que prácticamente no ha cambiado en los últimos 45 millones de años", según cuenta la revista 'Live Science'.
Eso situaría la evolución de la masturbación en hace unos 40 millones de años. Pero ese ni siquiera es el descubrimiento más interesante del estudio. Los investigadores también apuntan a que hay pruebas de que las hembras llevan practicando el "autoplacer" desde antes de su separación de los primates tarseros.
Los científicos no pudieron afirmar con seguridad por qué los primates evolucionaron hasta darse placer sexual a sí mismos, pero sí establecieron que fueron los altos niveles de libido lo que provocaron dicho hábito, algo que podría significar que se trataba de una práctica necesaria para eliminar patógenos.
El crecimiento del miembro masculino preocupa a los científicos: ¿por qué?
Los autores del estudio informaron de que hay pruebas de que dichos hábitos eran más comunes en sistemas de apareamiento cuando los primates habían tenido múltiples parejas sexuales y también en especies que tienen un alto porcentaje de enfermedades de transmisión sexual, algo que podría cambiar las teorías actuales.
Los investigadores también señalan que la masturbación de las hembras podría ser una manera de selección de los primates usada para decidir qué esperma tenía más oportunidades de terminar fecundado a la hembra, ya que al hacerlo el medio sería más propicio para el esperma de su pareja.
"Es un comportamiento muy común en el reino animal", comentaba la Dra. Brindle, según el periódico 'The Guardian'. "Me parece increíble que nadie lo haya estudiado antes".
"Para aquellos que piensan que masturbarse está mal o es antinatural, este es un ejemplo de que se trata de un comportamiento totalmente natural, ya que se encuentra entre nuestros hábitos sexuales saludables", añadió la Dra. Brindle.
Aunque se necesitan más pruebas para comprender totalmente por qué se desarrolló el autoplacer en nuestro pasado, la Dra. Brindle y sus investigadores han dado un gran paso para profundizar sobre el tema… 40 millones de años es mucho tiempo sin saber por qué hacemos algo que reporta tanto placer…