Destapan supuesto abuso de medicamentos en la Casa Blanca en la era Trump

Según sus detractores, la legislatura de Trump como presidente de los Estados Unidos estuvo marcada por un enfoque caótico de las políticas gubernamentales que la administración del expresidente ejecutaba. Y  ahora parece que ese caos realmente afectó a aquellos que trabajan en la Casa Blanca.

Estimulantes y sedantes eran suministrados, supuestamente, como caramelos a los funcionarios que trabajan para el expresidente, según cuenta Nikki McCann Ramirez en un artículo de Rolling Stone, después de que el Departamento de Defensa del país publicara un informe sobre la cuestión.

En enero de 2024, la oficina del inspector general del Departamento de Defensa publicó un documento de 80 páginas detallando cómo la Unidad Médica de la Casa Blanca estaba involucrada en el desarrollo de malas praxis cuando Trump gobernaba como presidente.

El informe concluyó que las operaciones farmacéuticas de la Unidad Médica de la Casa Blanca "tenía problemas graves y sistemáticos" y afirmaba que la unidad estaba sometida "a controles internos inválidos para asegurar que se cumplían con los estándares farmacéuticos de seguridad".

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"Descubrimos que la Unidad Médica de la Casa Blanca proporcionaba diferentes servicios sanitarios y farmacéuticos a miembros de la Casa Blanca no aptos, violando así la ley y la regulación federal y la política del Departamento de Defensa", según se explicaba en el informe.

"La Unidad Médica de la Casa Blanca suministraba recetas médicas, en las que se incluían sustancias controladas [por el gobierno] a miembros de la Casa Blanca no aptos", concluía el informe. Pero, ¿cómo empezó todo y qué se sabe exactamente sobre lo que pasó?

En 2018, la oficina del inspector general recibió una queja desde su servicio telefónico en la que se denunciaba que un oficial militar senior de la Casa Blanca estaba relacionado con una serie de prácticas médicas inadecuadas. Pero esa no fue la única queja.

El informe del Departamento de Defensa señaló que se habían producido otras denuncias sobre las prácticas y la inelegibilidad de cuidados de la Unidad Médica de la Casa Blanca. Esto dio lugar a una investigación abierta sobre la cuestión en mayo de 2018.

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Casi 120 funcionarios fueron entrevistados por los investigadores, incluidos personal hospitalario, médicos militares y farmacéuticos. El informe observó las actividades llevadas a cabo entre 2009 y 2018, pero también durante la legislatura de Trump.

Rolling Stones señaló que la mayoría de los descubrimientos del informe tuvieron lugar entre 2017 y 2019, un período que, según destacó Nikki McCann Ramirez, se correspondía al punto álgido de la presidencia de Trump. Pero ¿qué se recetaba y a quién?

"El tiempo que Trump vivió en la Casa Blanca, la farmacia supuestamente era un desastre, se entregaban informes a mano, se gastaba en medicamentos de primeras marcas y se violaban un montón de leyes federales y regulaciones del Departamento de Defensa", escribía McCann Ramirez.

En el apogeo de la presidencia de Trump, la Unidad Médica de la Casa Blanca gastó 46.500 dólares en 8.900 unidades de la versión de primera marca del medicamento Ambien, un sedante-hipnótico, que es 270 dólares más caro por unidad que la versión genérica del medicamento, según señala Reuters.

La Unidad Médica de la Casa Blanca también pidió 4.180 unidades del popular estimulante, Provigil, por un precio total de 98.000 dólares. Tanto el Ambien como el Provigil fueron recetados a pacientes sin verificar sus identidades y el uso de estos medicamentos no fue adecuadamente supervisado.

"Era un poco como el salvaje Oeste. Todo estaba descontrolado. Sea lo que sea que necesitara alguien, se lo íbamos a dar", explicaba una fuente anónima sobre la situación, según Rolling Stones, sugiriendo que otro tipo de sustancias controladas por el gobierno también estaban disponibles.

Por desgracia, el informe no reveló el número de pastillas que habían sido entregadas mientras el expresidente Trump estuvo en el poder, pero la investigación del inspector general "subrayaba un secreto a voces", según Rolling Stones.

Cuatro exfuncionarios seniors y otros que sabían sobre lo ocurrido fueron entrevistados durante la investigación y revelaron que los estimulantes se proporcionaban de forma rutinaria cuando la gente los necesitaba. Un funcionario contó a Rolling Stone que la Casa Blanca estaba "a tope de speed".

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