China se enfrenta a su peor crisis económica en años
No es ningún secreto que China es una de las economías más importantes del mundo. Sin embargo, parece que las cosas han dado un vuelco en Pekín desde que acabaron con su política de Covid Cero. ¿Qué es lo que ha pasado?
Todo el mundo esperaba que China volviera a sus niveles de producción prepandemia, pero, en lugar de eso, los resultados han sido decepcionantes.
China ha tenido que enfrentarse a un reto bastante importante: recuperarse tras haber puesto prácticamente en pausa la economía del país debido a las medidas drásticas adoptadas durante la pandemia.
Estadísticas oficiales publicadas en abril de 2023 nos muestran resultados confusos. Veamos realmente cómo le está yendo económicamente a China.
La venta textil creció un 18,4% en un año, pero aun así se queda corto respecto a lo que los expertos esperaban, según explica el periódico financiero francés 'La Tribune'. El gobierno chino tenía muchas expectativas a la hora de reabrir sus tiendas y centros comerciales.
No solo eso, sino que el desempleo de la gente joven de entre 16 y 24 años ha sobrepasado su récord histórico, situándose en un 20%.
Tras haber experimentado un crecimiento del 3%, las autoridades chinas suben modestamente su expectativa de crecimiento anual a un 5% en 2023. Según el economista Zhiwei Zhang, citado en 'La Tribune', este nivel tan bajo de las expectativas deja mucho espacio al gobierno para proponer nuevas estrategias.
Aunque incluso el 5% parece algo complicado de alcanzar, sería una de las cifras de crecimiento anual más bajas de China en las últimas décadas, que incluso alcanzó el 14% de crecimiento en 2007.
Mientras tanto, 'Business Insider' informó de que este aspecto desalentador de la economía China provoca que los inversores internacionales tengan más cautela a la hora de invertir en la superpotencia asiática.
Esta desaceleración puede explicarse mediante una serie de retos estructurales a los que en este momento se está enfrentando China. El primero de todos ellos es una población que envejece y que además se encuentra atrapada entre la caída de la cifra de nacimientos y la subida de la edad media del país.
Además, también existe un problema continuo con el sistema de pensiones del país, algo que obliga al tejido trabajador a mantenerse económicamente así mismos y a las personas mayores que ya no trabajan, reduciendo su consumo e inversión en la economía.
Otro problema demográfico en China es el desequilibrio que existe entre los géneros. Tras muchos años con la política de un solo hijo, en el país hay ahora muchos más hombres que mujeres.
¿El resultado? Hoy día hay 30 millones más de hombres que mujeres, lo que refuerza la competencia entre los hombres, especialmente a la hora de poseer una o más casas.
Como consecuencia de esto, se ha formado una burbuja inmobiliaria. La vivienda y la construcción han sido uno de los pilares que ha liderado el crecimiento de China en los últimos años. Aunque muchos expertos cuestionan si se trata de un modelo sostenible.
Según los datos citados en la revista francesa 'Géo', se estima que el número de viviendas vacías en China alcanza los 65 millones, o lo que es lo mismo, un 20% del total de viviendas del país. ¡Unas cifras desorbitadas!
La burbuja inmobiliaria china ha terminado explotando: las acciones del sector han caído, y los constructores no han continuado trabajando en sus proyectos.
Otra consecuencia de esta burbuja es la subida vertiginosa de la deuda nacional, que ya alcanzó los 13.281 millones de euros en 2021, y que, según el medio 'Statista', no llegaba a los mil millones en 2008.
Otro de los factores de la desaceleración es la despiadada guerra comercial que existe entre China y Estados Unidos en los últimos años. Entre las medidas proteccionistas estadounidenses y la reubicación de las fábricas anteriormente instaladas en China, el comercio internacional ya no estimula la economía china como lo hacía antes.
El estatus chino como la fábrica del mundo también se ha visto retado en los últimos años debido a la falta de existencias de componentes y recortes en las cadenas de aprovisionamiento que han obstaculizado el comercio exterior.
Finalmente, debemos mencionar también la desestabilización geopolítica actual: la guerra de Ucrania, las amenazas de China con invadir Taiwán y las tensiones entre China y muchos de sus países vecinos. Un clima que muy difícilmente favorece la expansión económica.
Así que, ¿qué le depara el futuro a la economía china? ¿Tal vez una recuperación gracias a su colosal potencial productivo o puede que el declive lento de un país que no tiene los medios necesarios para alcanzar su ansiada hegemonía?