Ché Guevara: héroe o quizá no tanto

Ernesto Ché Guevara representa la figura del revolucionario insobornable, aventurero y fiel a sus principios, mártir que entrega su vida joven por una causa. Claro que también existe toda una visión crítica de este guerrillero. ¿Fue héroe, villano o ambas cosas?

Lo cierto es que la persistencia del Ché Guevara como icono resulta sorprendente. En pleno siglo XXI su rostro continúa en pósters, prendas de ropa...

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Ernesto Guevara nació en la localidad argentina de Rosario el 14 de junio de 1928. Tuvo cuatro hermanos y sus padres pertenecían a la burguesía acomodada.

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La participación protagonista del Ché Guevara en la revolución cubana que lleva al poder a Fidel Castro en 1959 es su salto a la celebridad política mundial. A ello contribuye la fotografía inmortal que le hizo Alberto Korda (en la imagen con su creación en las manos).

Ernesto Guevara fue ejecutado en Bolivia en 1967 tras ser capturado llevando a cabo actividades guerrilleras. Esa muerte a los tempranos 39 años de edad le convirtió en un mito muy similar al de los santos mártires en el cristianismo.

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En 2017, con motivo del 50 aniversario de su muerte, escribía Jorge G. Castañeda en The New York Times: "¿A qué Guevara deberíamos recordar? ¿El autócrata que ejecutó a cientos de colaboradores de Batista en las afueras de La Habana en 1959? ¿El guerrillero desaliñado capturado en circunstancias humillantes en Bolivia? ¿El guerrero cuya irreverencia es un símbolo en todo el mundo?"

La página más oscura que suele mencionarse en la biografía de Ernesto Guevara suele ser aquella que incluye los fusilamientos que se produjeron en la fortaleza de La Cabaña (en la imagen), que fue prisión dirigida por el Ché tras el triunfo de la Revolución Cubana.

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Un número indeterminado (cientos, según diversas fuentes) de partidarios de Batista fueron fusilados y hay quien señala al Ché como directo responsable, e incluso partícipe, en esas ejecuciones.

Carlos Alberto Montaner, opositor al castrismo exiliado en España (fallecido en 2023) opinó: "Hay frases que el Che escribió y declaró públicamente que fueron terribles. Hay una frase del Che que dice: 'Un revolucionario debe ser una perfecta máquina de matar'. (...) El Che fue un verdadero asesino  y en su biografía hay que mencionar los cientos de personas que ejecutó, si no a él directamente a través del pelotón de fusilamiento". (Dichas palabras están recogidas en una entrevista al Georgo W. Busch Presidential Center).

Pero muchos autores cuestionan que se juzgue a Ernesto Guevara por los trágicos sucesos de La Cabaña. Hablamos de un momento revolucionario con violencia a uno y otro lado, un episodio que se inscribe en la confusión brutal de un régimen que se derrumba y cuándo aún rigen las leyes de la lucha guerrillera, sin tiempo para juicios ni formalismos.

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Y en cuanto a frases del Ché, las hay también piadosas como aquella que dice: "El verdadero revolucionario está guiado por sentimientos de amor".

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Otro autor muy crítico con la imagen oficial del Ché es Álvaro Vargas Llosa (hijo del premio Nobel Mario Vargas Llosa), quien en 2005 escribió un perfil de Ernesto Guevara que dibujaba a un personaje patológicamente violento y fanático. Aunque quizá lo más interesante de aquel artículo era el momento en que Álvaro Vargas Llosa aseguraba que Guevara estaba "enamorado de su propia muerte".

Algo de cierto hay en lo que Álvaro Vargas Llosa señalaba. Dentro de la visión de Ernesto Guevara no había fin más noble que el morir en el combate revolucionario. De hecho, cuando le cazaron en Bolivia, según diferentes testimonios, el Ché dijo que había sido un error dejarse capturar vivo.

Sin embargo, las voces críticas con la biografía de Ernesto Guevara no han logrado, de momento, apearle del santoral que los rebeldes del mundo veneran. Su imagen barbada y juvenil, de verde oliva y con boina, continúa siendo un símbolo de todas las revoluciones.

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