Biden se suma a los piquetes de los obreros del automóvil
La imagen de Joe Biden sumándose a los piquetes del sector del automóvil es histórica, pues es el primer presidente de Estados Unidos que apoya de este modo a un sector en huelga.
Foto: Casa Blanca
Ha ocurrido en el condado de Wayne, Michigan, un estado clave para las próximas elecciones, al que Donald Trump se desplazará tan sólo 24 horas después que Joe Biden.
Foto: UAW
Un Joe Biden quien no sólo hizo acto de presencia en el piquete, sino que cogió un megáfono y no dudó en alentar a los huelguistas en sus protestas.
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"Wall Street no construyó este país, la clase media construyó el país", señalaba. "Os merecéis lo que habéis ganado y habéis ganado mucho más de lo que os están pagando".
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El histórico discurso de Joe Biden tuvo como escenario la planta de Ford en Wayne, empresa que junto a General Motors y Stellantis (lo que antes era Chrysler) y cuyos trabajadores afiliados (UAW) han convocado la huelga.
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Una huelga que también supone un hito laboral, pues es la primera ocasión en que los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit se ponen de acuerdo para una huelga conjunta.
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"Vosotros salvasteis a la industria del automóvil en 2008. Habéis hecho muchos sacrificios, renunciasteis a muchas cosas cuando las empresas tuvieron problemas. Ahora que están funcionando increíblemente bien, a vosotros también os debería ir increíblemente bien", jaleaba Joe Biden.
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¿Y qué implica ir bien? Básicamente, lo que piden los trabajadores es una revisión al alza de los salarios del 40% en los próximos cuatro años. Cantidad similar a la que ha crecido el sueldo de los directivos del sector, pero con cifras muy por encima de los trabajadores.
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Junto a Biden, Shawn Fain, presidente del sindicato, señaló la "codicia corporativa" como el elemento a batir con esta huelga. "El enemigo de hoy no son las empresas de algún país extranjero. Está aquí, entre nosotros, ese enemigo es la codicia corporativa".
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Llama la atención que el Joe Biden dubitativo de algunas intervenciones ha dado paso a una versión sindicalista absolutamente lúcida y entregada a la causa, para delirio de los huelguistas presentes.
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Curiosamente, desde Casa Blanca defienden que Joe Biden no busca interferir en las negociaciones, sino mostrar su apoyo a los trabajadores.
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Obviamente, todo el mundo se lo ha tomado como un posicionamiento claro con los trabajadores, generando un enfado tremendo en los empresarios.
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Pero, claro, cuando toque votar, un empresario y un trabajador serán un voto, y Joe Biden sabe que el voto obrero en Michigan es clave, especialmente el de un sindicado como el UAW que congrega a 146.000 afiliados.
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En poco más de un año, se podrá analizar el rédito político que dio esta visita. De momento, los trabajadores parecen muy satisfechos con haber formado parte de esta huelga para la historia.
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