Ucrania se prepara para su peor invierno tras la invasión de Putin
Ella es Ananjeva Elena Ivanova, de 71 años. Reside en la localidad ucraniana de Mykolaiv, donde los ataques rusos han destruido el sistema de tuberías así que esta mujer, como miles de ucranianos, vive sin suministro de agua potable. Es uno de los retos del que puede ser el peor invierno.
En muchos lugares de Ucrania (lejos o cerca del frente) esta imagen es habitual: agua reservada para los días que vendrán. Rusia con sus drones ha destruido infraestructura esencial para el suministro de agua.
A finales de octubre, cuando Kiev volvió a ser atacada por los rusos, el 80% de la población residente en la capital ucraniana, según informó The New York Times, quedó sin suministro de agua. Pudo restablecerse parte de ese suministro pero con dificultades.
Lo mismo sucede con el suministro eléctrico. Los ataques de Rusia con drones han convertido Kiev en una ciudad de calles oscuras, donde al anochecer solamente se ven las luces de los automóviles.
La gente carece de electricidad y en los hogares se usan linternas, grupos electrógenos y otros elementos para suplir la falta de suministro.
Y, llegado el caso, la luz de las velas es el único recurso para muchos ucranianos. Pero el problema son las bajas temperaturas y cómo combatirlas sin electricidad.
Aunque las autoridades ucranianas tratan de paliar los sufrimientos provocados la guerra, escenas como esta, con jubilados apiñándose para recibir sopa y otros alimentos, se repiten en distintas ciudades del país. El conflicto tiene también una factura social que se ceba en los más débiles.
Rusia pierde territorio que había conquistado pero con sus ataques pretende castigar a Kiev, que es un símbolo de resistencia. Por eso, el alcalde de la ciudad lanzó un mensaje a toda la población.
"Seamos francos, nuestros enemigos están haciendo todo lo posible para que la ciudad se quede sin calefacción, sin electricidad, sin suministro de agua, en general, para que todos muramos. Y el futuro del país y el futuro de cada uno de nosotros depende de cómo nos preparemos" dijo (según recogió Associated Press) Vitali Klitschko, el icónico alcalde de Kiev.
The New York Times informó que las autoridades de Kiev prepararon 1.000 "centros de calefacción". Escuelas y otros espacios donde la gente pueda ir a calentarse cuando venga fuerte el frío.
El 5 de noviembre era el propio Zelenski, también según recogió Associated Press, quien hablaba en un discurso a sus compatriotas de que 4'5 millones de ucranianos estaban sin electricidad a causa de los ataques rusos.
Denise Brown, coordinadora de Naciones Unidas para Ucrania, alertó en CNN de "un alto riesgo de mortalidad durante los meses de invierno".
Entre las posibilidades que, según diferentes medios, se han planteado las autoridades ucranianas, estaría evacuar totalmente la capital. Vaciar Kiev. Una ciudad de casi tres millones de habitantes.
El gobierno municipal de Kiev alerta sobre la posibilidad de un apagón total en la ciudad. Si los ataques rusos se intensifican, tal y como confesó una autoridad del ayuntamiento a The New York Times, "podríamos perder todo nuestro sistema eléctrico". Eso querría decir que ni siquiera habría electricidad para emergencias, hospitales, bombeos en el alcantarillado, etc.
Si el invierno viene frío y no se puede restablecer el suministro eléctrico, se producirán inmensos desplazamientos humanos. Una grandísima crisis humanitaria protagonizada por millones de refugiados ucranianos.
La gente en Ucrania lleva semanas haciendo acopio de leña para calentarse este invierno. Pero esa no es una solución. Quizá en zonas rurales pero no en grandes urbes como Kiev.
De momento, es otoño en Ucrania (como puede verse en esta imagen de Kiev) y las temperaturas no se desplomaron aún. Pero el frío es inminente. Y el frío en Ucrania puede ser literalmente mortal.
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