¿Cómo es la red de espías de Putin?

En los tiempos de la Unión Soviética, los espías al servicio de Moscú brillaron por su eficacia. El KGB (el espionaje soviético) logró infiltrarse en muchos países. ¿Y ahora? ¿Sigue teniendo Rusia una red mundial de espías capaz de arrebatar secretos a los gobiernos occidentales?

Según el Daily Mirror, el gobierno británico sospecha que hay aproximadamente 1.000 espías rusos en Reino Unido.

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Daily Mirror cita a una fuente de los servicios secretos británicos que asegura que, entre los informantes captados por Moscú, habría desde camareros y taxistas hasta miembros de la administración e, incluso, del gobierno.

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También esa fuente de inteligencia citada por el Mirror alerta sobre la posible infiltración de agentes rusos en sindicatos y otras asociaciones a las que pueden manipular a favor de los intereses del Kremlin.

No en vano, a Londres se le denomina Londongrado debido a que muchos oligarcas rusos eligieron la capital británica como lugar de residencia. Pero no sólo son ultrarricos procedentes de la antigua URSS quienes viven expatriados en Reino Unido: en total, algo hay más de 73.000 rusos en suelo británico, según calcula The Office for National Statistics.

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La antigua KGB logró infiltrar a un buen número de espías en distintos estamentos británicos. Es conocido el caso de "los cinco de Cambridge", espías de la Guerra Fría de ideales comunistas que durante años sirvieron a Moscú. El más célebre, Kim Philby, agente doble que trabajaba para el MI6 (espionaje británico) aunque, en realidad, servía al Kremlin.

Pero hay otros países donde Putin tiene sus peones en la sombra. En Noruega fue detenido en octubre de 2022 un ciudadano ruso. Su nombre era, según The Guardian, Mikhail Mikushin pero se hacía pasar por el profesor brasileño José Assis Giammaria. Investigaba en la Universidad de Tromsø en la isla de Tromsøya (en la imagen).

También se informó desde Suecia de la detención de dos hermanos (Peyman Kia, de 42 años, y Payam Kia, de 35) que presuntamente espiaban para Rusia. En caso de que se prueben los cargos podrían ser condenados a más de 20 años de cárcel.

Y otro caso más de la intensa actividad desplegada por Rusia a raíz de la guerra con Ucrania: la  BBC daba en verano de 2022 la noticia de que un espía ruso fue sorprendido cuando intentaba infiltrarse en la Corte Penal Internacional.

Más difícil quizá es que los rusos logren infiltrar agentes en Estados Unidos. Sin embargo, en México, a apenas un salto de territorio estadounidense, habría una importante base del espionaje de Rusia, según explicó Glen D. VanHerck (militar al mando del Comando Norte de Estados Unidos) en una comparecencia ante el Senado.

“En la actualidad, la mayor parte de efectivos de la GRU (agencia rusa de espionaje) en el mundo está en México. Se trata de personal de inteligencia ruso” dijo Glen D. VanHerck ante los senadores estadounidenses.

El mismísimo presidente mexicano, Andrés López Obrador, respondió al militar estadounidense. "No somos una colonia de nadie" declaró el mandatario, según recogió Associated Press. "No vamos a Moscú a espiar a nadie (...). No vamos a Washington. No nos involucramos en eso".

En cuanto a Estados Unidos, resulta una incógnita si realmente la inteligencia rusa ha podido infiltrar a agentes en niveles de la administración que puedan ser relevantes. Claro que sí ha habido casos más o menos recientes de espías que parecían buenos americanos.

La serie 'The Americans' (a cuya promoción pertenece este cartel y la imagen anterior) presentaba a una pareja de apariencia deslumbrantemente estadounidense que, en realidad, trabaja para el KGB de los años 80. En los 2010 hubo un caso que se parecía mucho a esta serie: Richard y Cynthia Murphy fueron detenidos por el FBI en su casa de Nueva Jersey. Eran Vladímir y Lydia Guryev, y llevaban desde 1990 espiando para Rusia.

Sin embargo, en un mundo como el actual, los trabajos de inteligencia, robo de información o propaganda encubierta ya no hace falta que se hagan sobre el terreno. El territorio de lo virtual permite una labor a distancia que, según la mayoría de los analistas, Rusia lleva años dominando.

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Los ciberataques o interferencias en la política interna de un país mediante campañas dirigidas desde el exterior resultan un trabajo de inteligencia mucho más efectivo que el antiguo robo de microfilms de las viejas películas.

Sea como sea, la figura del espía sigue existiendo. Y, según se desvela en la prensa con cada detención, la red de agentes de Putin en el exterior es una realidad cercana.

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